Sin testamento: la oscura trama que sacude a la herencia de María Kodama y Jorge Luis Borges

Pese a haber asegurado en vida que tenía arreglado el tema de la sucesión de los derechos de la obra de Jorge Luis Borges una vez que ella falleciera, lo cierto es que Kodama no alcanzó a hacer un testamento. Su abogado asegura que, por ello, la herencia del autor quedaría vacante y pidió a la justicia de su país actuar. Se podría dar el caso que la obra del autor de El Aleph pase a dominio público. Todo es parte de un enmarañado guion que inquieta al mundo cultural argentino.


Apenas dio, exánime, su último suspiro, el pasado 26 de marzo en la localidad de Vicente López, la pregunta cayó como un pesado saco de piedras al suelo. Muerta María Kodama, a los 86 años, la exesposa y albacea de Jorge Luis Borges, ¿qué pasará con su legado? ¿Se habrá cuidado de dejarlo heredado y establecido?

Al menos en vida, Kodama siempre manifestó haber dejado ese asunto resuelto. En una entrevista concedida al matutino La Nación, de Argentina, en 2019, fue consultada si le daba miedo lo que pudiera pasar con la obra de Borges cuando ella no estuviera. Su respuesta fue implacable: No. Porque la persona que quedará va a ser peor que yo. Ya decidí hace tiempo quién será y es más estricta todavía”.

Así también lo aseguró en un primer momento su abogado, Fernando Soto. “Ella dejó todo arreglado, ya se informará”, dijo a los medios apenas conocida la muerte de Kodama, debido a un cáncer de mama. Sin embargo, las cosas al parecer no son tan fáciles. De hecho, ahí mismo dejó una enigmática puerta abierta: “Aún no podemos informar sobre lo que sucederá. Cuando termine el duelo te informaré”.

En una rueda de prensa convocada este lunes a los medios locales, Soto informó cómo va a proceder. Para ello, entregó el escrito que presentó al Poder Judicial: “Como constantemente conversábamos sobre las cuestiones y los casos judiciales en los que la representaba legalmente accionando contra quienes la difamaban, más de una vez hablamos sobre el futuro de la Obra de Borges cuando ella ya no estuviera, y me decía que ‘tenía todo arreglado’, que quien la iba a suceder iba a ser ‘más estricta aún que ella’ en la defensa de la Obra de Borges”.

“Como sabía de su especial cuidado de su intimidad, le pregunté quién era la persona que había designado aunque, para mí, ya sabía quién debía ser. Tampoco le pregunté sobre el contenido de la expresión de su última voluntad y ni siquiera se los pregunté a su escribana personal [...] con quien también tengo una relación profesional y de amistad, porque todos respetábamos su discrecionalidad y, por lo tanto, no iba a importunarla indagando sobre ese tema”.

Sin embargo, el problema mayúsculo, según Soto, es que María Kodama no dejó ningún testamento. “En el día de su fallecimiento nos invadió el dolor, y solo nos ocupamos de cuidar la intimidad de su muerte, respetando su deseo de preservar lejos del periodismo sus momentos de enfermedad y dolor. Pasando esos momentos, comencé a averiguar sobre la existencia de un testamento y le pregunté sobre ello a la esc. Vidaurre, pero grande fue mi sorpresa cuando me dijo que no tenía ningún testamento y que continuaba resguardando todos los títulos de propiedad inmueble de María Kodama”.

“Luego conversé con quien debía ser la persona elegida para ser su heredera, y me dijo que efectivamente María Kodama le había expresado que quería efectuar un testamento a su favor con legados hacia universidades extranjeras, y hacia personas de su amistad dejándole bienes de Jorge Luis Borges y de su propiedad. Pero, lamentablemente, debido al avance de su última enfermedad, no llegó a concretar el testamento que deseaba realizar”.

Incluso, Soto fue requerido por el tema por el agente literario de Kodama, el “Chacal” Andrew Wylie, quien tampoco conocía detalles. “En el ínterin me escribió el representante literario de la sra. María Kodama en Estados Unidos y Europa, sr. Andrew Wylie, titular de la firma “The Wylie Agency LLC” (sita en 250 West 57th Street, Suite 2114, New York, USA) y me consultó requiriéndome indicaciones para la continuación de la Obra de Borges, sin que me informara del conocimiento de ningún testamento”.

Por ello, agregó Soto: “Ya habiendo pasado más de una semana de la muerte de María Kodama, habiendo sido divulgado su fallecimiento en numerosos medios periodísticos de Sudamérica, América del Norte y Europa, sin que nadie se haya presentado como su heredero ni se haya comunicado la existencia de un testamento, doy por sentado que María Kodama no hizo testamento. Estoy convencido que, si efectivamente -como todo lo indica- no realizó ningún testamento es, sencillamente, porque fue postergando su realización y en los últimos días de su enfermedad ya no se encontraba en condiciones de hacer práctica esa decisión. En otras palabras, si no hizo testamento, es porque no llegó a realizarlo”.

Sin hijos propios con Borges, la herencia debiera recaer en algún familiar. Sin embargo, Soto señaló que solo se detectó a un hermano, Jorge Kodama, quien tampoco tuvo hijos. Pero el asunto se complica porque existen dos personas con ese nombre, sin que se sepa exactamente quién es el familiar directo. “He averiguado en los registros de la AFIP y en el sitio web ‘Genealogía Familiar’ , y pude dar con dos personas de ese nombre. Jorge Kodama y Jorge Kodama, [constan en el documento sus números de DNI], que falleció a los 85 años el 30/07/2017. En los registros figuran dos domicilios vinculados a esta persona. Y Jorge Kodama, pero no pude averiguar ni un domicilio vinculado, ni la fecha de nacimiento y de su eventual fallecimiento”.

Por ello, Soto se encuentra haciendo los trámites correspondientes para ambos Jorge Kodama sean citados “en autos para acreditar su eventual carácter de herederos”. Pero, en caso de que no se pueda establecer una sucesión -que es lo que según el jurista es probable que ocurra- solicito desde ya la declaración de vacancia de este sucesorio. Es decir, la herencia de Borges quedaría vacante.

Al final de su declaración, Soto pide: “Se declare la sucesión como ‘Vacante’, librándose los oficios correspondientes al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Además, de que se haga un inventario de los bienes del escritor de El Aleph “depositándolos en la sala del tesoro de objetos artísticos del Banco de la Ciudad” y que se “decrete abierto el juicio sucesorio de la sra. María Kodama, ordenándose librar los oficios de pedidos de informes a fin de verificar la existencia de eventuales herederos”.

El futuro

¿Qué viene ahora? De acuerdo a los medios trasandinos, los trámites judiciales serán extensos para resolver esta situación. En lo inmediato aún hay contratos de edición vigentes. De hecho, es la multinacional Penguin Random House el grupo editorial que aún tiene dos o tres años de contrato para la publicación de las obras de Borges, según cita el matutino Clarín. “Eso significa que por ese lapso se siguen devengando royalties que a futuro deberán depositarse en una cuenta judicial vinculada al juicio sucesorio”, asegura el periódico trasandino.

También surgió la versión de que en 2022, la propia Kodama había manifestado su decisión de entregar el legado de Borges a dos universidades extranjeras, especulándose que una se trata de la Universidad de Tokio, en Japón; y la otra, una casa de estudios en Estados Unidos, que podría ser o la Universidad de Texas o la Universidad de Harvard. Sin embargo, Soto descartó inicialmente que haya algún documento que lo pruebe.

“En Japón traté de averiguar con gente vinculada a cuestiones diplomáticas y expresaron que ellos están con muchos requisitos para aceptar una donación, un legado. No es como Estados Unidos que tiene menos requisitos. De hecho, la Japan Foundation le ofreció a Kodama ser la representante y ella no aceptó por la responsabilidad que implicaba hacerse cargo de esa obra. Que yo sepa, no existe ningún documento en Japón”, explicó Soto a Página 12. Pero reconoció que “puede haberlo”.

Asimismo, en el caso hipotético (y altamente probable) de que finalmente no aparezca ningún heredero, ese patrimonio pasaría a dominio público de la Ciudad de Buenos Aires. Consultado por Clarín sobre qué haría en ese caso, el abogado Soto dijo que le pediría al Gobierno porteño respetar “el derecho moral” de Borges.

¿Cuándo podría pasar eso? Las informaciones varían según las fuentes. De acuerdo a La Nación, según la ley argentina, los derechos de la obra de Borges recién pasarán a ser de dominio público en 2056. Sin embargo, el matutino español El País asegura: “Sin nadie que reclame la herencia, pasados 10 años el legado de Borges pasará como bien público al Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que tendrá el poder de subastarla”. Es decir, el 2033.

Jorge Luis Borges murió en junio de 1986, dos meses después de casarse con Kodama y designarla su heredera legítima. Dos años después, en 1988, la viuda creó una fundación para administrar su legado y, desde entonces, fue la única encargada de la difusión de su obra. Y no dudó en defenderla a punta de acciones judiciales. Y serán los fríos y marmóleos pasillos de los tribunales argentinos quienes finalmente dirán qué pasará con la obra del ciego más inmortal de la literatura.

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