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Cuando Harry conoció a Sally o la comedia romántica definitiva

El clásico de la comedia romántica, de 1989, acaba de volver al streaming a través de las pantallas de Mubi. Se trata de un filme que logró definir al género en su versión más moderna, amén de la chispa entre sus actores protagónicos, Meg Ryan y Billy Crystal. Acá una mirada a un filme ineludible.

Cuando Harry conoció a Sally o la comedia romántica definitiva

Iba a ser solo una silly love movie. Nadie tenía mucha expectativa del filme que para fines de los 80 estaban preparando el cineasta Rob Reiner y la escritora Nora Ephron -en el guión-. Una comedia romántica sin grandes estrellas, ni escenas de sexo, ni una banda sonora potente. Parecía que Cuando Harry conoció a Sally iba a ser un naufragio entre los hits que se estrenarían en Hollywood en 1989. A saber: Batman, de Tim Burton, Indiana Jones y la última cruzada y Volver al Futuro II.

Pero no. Lo que pasó fue mágico. La gente terminó enganchando con la película y los dos actores estelares: unos jóvenes Billy Crystal y Meg Ryan. Harry y Sally. Huacho y Pochocha. Los vemos desde que hacen un viaje juntos en auto desde Chicago a Nueva York, y cómo se van reencontrando a través de los siguientes 12 años. La película muestra cómo estos dos amigos se van enganchando y son el uno para el otro. Algo que a más de alguien le ha ocurrido.

Hoy, Cuando Harry conoció a Sally está de vuelta en el streaming a través de las pantallas de Mubi. Un neoclásico que probablemente debe gran parte de su éxito a la química formada entre los dos protagonistas. “Sabías que era especial”, dijo Crystal en charla con la revista People.

Sabes que era un guion estupendo. Meg y yo teníamos una química fantástica. Lo único que puedes controlar es la experiencia. Y fue un guion genial, un director fenomenal, un gran director de fotografía, Barry Sonnenfeld, quien luego se convirtió en un director magnífico”.

Crystal añade un dato no menor. El filme se hizo justo en que ambos pasaban un buen momento de sus carreras: “Llegó en un momento perfecto para nosotros, y simplemente nos hizo sentir bien. Pero no sabes qué es bueno hasta que lo ves todo junto”.

En 2024, Meg Ryan comentó en esa misma línea: “Nosotros ni lo vimos venir en el rodaje, y va a ser difícil que haga algo que supere esa popularidad. Nunca sabes qué va a conectar con el público”.

Una de las escenas legendarias del filme es cuando ambos están en un restorán -comida americana- y Sally le asegura a Harry que una mujer puede perfectamente fingir un orgasmo. Y lo demuestra mientras disfruta un sandwich. La performance es tan convincente que una clienta pide “Lo mismo que ella”. Pero la escena no fue tan simple de hacer.

Ocurre que entre los extras y el personal de rodaje, había cerca de 150 personas presentes, y Meg Ryan -con razón- estaba muy nerviosa. Tanto así que momentos antes de la grabación entró en duda, pero ahí fue Crystal quien le dio un espaldarazo. Así lo comentó en ‘Entertainment Tonight’: “Ella vino hacia mí y me dijo no sé si puedo… todos estos extras, no me gusta lo que llevo…”.

El filme fue un éxito de taquilla. En su primer fin de semana de su estreno recaudó un total de 1.094.453 dólares en 41 cines, y seguiría creciendo. En total haría 92 millones de dólares en toda Norteamérica, superando con creces su presupuesto de 16 millones. Toda una ganancia.

Pese a las preocupaciones por la crítica, estas fueron benevolentes con el filme. El New York Times señaló: “Es una película a menudo divertida pero sorprendentemente vacía” y que “romantizaba las vidas de neoyorquinos inteligentes, exitosos y neuróticos”. Y agregó que era “la versión sitcom de una película de Woody Allen“.

El Washington Post elevó a Meg Ryan como “la Melanie Griffith del verano: una rubia de cabello color miel que finalmente encuentra un escaparate para su pura exuberancia. No es ingenua ni una vampiresa, es una mujer surgida de la pluma de una mujer, no una Cenicienta del estilo de Working Girl“. En tanto, USA Today se fijó en Crystal: ”Crystal es lo suficientemente divertido como para evitar que Ryan acapare la película. A pesar de ello, ella da una actuación espectacular, otro tributo al talento de Reiner con sus actores".

Para el crítico de cine de Culto, Rodrigo González, el legado del filme se ve en el cine que vino después: “De cierta manera, Cuando Harry conoció a Sally definió a la comedia romántica moderna, con personajes femeninos fuertes, diálogos agudos y una rara fe en el amor. Eso la diferenciaba de las comedias de los 30 y 40 protagonizadas por Katharine Hepburn y Cary Grant, bastante más cínicas y descreídas. Junto con la comedia romántica británica que empezó con Cuatro Bodas y un Funeral (1994) la película de Rob Reiner es algo así como el manual por el cual guiarse para hacer una cinta efectiva en términos de relaciones personales".

“La película tiene cierto desparpajo a lo Woody Allen, pero un candor que le da un sello propio. El mérito es también del guión de Nora Ephron, que luego se copiaría a sí misma en Sintonía de Amor (1993) y Tienes un E-Mail (1998), ambas con los mismos protagonistas. Por lo demás, el tipo humano de Sally, es decir una especie de mujer emocionalmente muy demandante y algo inestable, se transformó en un arquetipo”.

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