
El regreso de Isabel Allende: cinco claves para entender su nueva novela
Una novela chilena, una vívida recreación histórica y el rol de las mujeres, son algunos de los elementos que destacan del nuevo libro de la célebre escritora nacional, Mi nombre es Emilia del Valle, que llega mañana al país. Aquí, una mirada en detalle.

*Una novela “chilena”
“Es una novela chilena. Una novela chilena”, definió Isabel Allende a Mi nombre es Emilia del Valle en charla con Culto. A diferencia de su trabajo anterior, El viento conoce mi nombre (2023), en esta ocasión, la escritora se centró en una historia totalmente nacional, algo que la ha acompañado con éxito en otras ocasiones, como Largo pétalo de mar (2019), donde abordó la llegada de los inmigrantes españoles en el Winnipeg, en 1939; o Inés del alma mía (2006), donde abordó la historia de Inés de Suárez y el arribo de los españoles a Chile. Incluso, la misma La casa de los espíritus está ambientada en nuestro país. Lo cierto es que es una fórmula que le ha dado resultados.
En esta oportunidad, usó de telón de fondo la Guerra Civil de 1891, el conflicto armado que dejó más chilenos muertos que la Guerra del Pacífico y que terminó de forma dramática con la presidencia de José Manuel Balmaceda. Es en ese contexto en que llega Emilia del Valle al país. Es una ciudadana estadounidense hija de padre chilena, reportera del Examiner de San Francisco, que llega a cubrir el conflicto y a buscar a su padre, Gonzalo del Valle, a quien no conoce. Esto, para reclamarle que la haga partícipe de la herencia.

*Una vívida recreación histórica
Como novela histórica, el telón de fondo ocupa buena parte de la novela. Para poder llevar al lector a 1891, Isabel Allende encargó libros a Chile -en una reconocida librería del barrio Lastarria- para poder documentarse, y lo logró de gran manera. Por ejemplo, recrea Santiago y Valparaíso de esos años, y sobre todo, genera vívidas descripciones de las batallas de Concón y Placilla, las que definieron el conflicto a favor del bando congresista.
*Entrevista con el Presidente
Un momento imperdible de la novela es cuando Emilia, usando sus credenciales como corresponsal de guerra extranjera, gestiona una entrevista con el mismísimo José Manuel Balmaceda, el Presidente de Chile. Para su sorpresa, este accede y Emilia va a La Moneda a hablar con él.

Consultada al respecto, Isabel Allende señaló a Culto: “Tuve que investigar, primero que nada, cómo era él como personaje: cómo se veía, cómo se vestía, cómo era su ideología, cómo era La Moneda en aquella época. Una vez que tienes eso, ya puedes imaginar la escena. Y luego hay muchas cosas que están en esa escena que Balmaceda efectivamente dijo, están en documentos históricos. Entonces, era cuestión de incorporar en el diálogo lo que ya sabíamos que él había dicho”.

*Mujeres fuertes
Como en todas las novelas de Isabel Allende, las mujeres tienen un rol preponderante y son dueñas de su propio destino, sin depender de un hombre. Es el mismo caso de Emilia, quien no duda en aceptar cuando le ofrecen viajar a Chile a cubrir la guerra, pero su camino anterior también está lleno de decisiones: la de querer ser escritora, la de ser redactora en el Examiner, y más aún, la de firmar con su propio nombre, algo muy extraño en la época, donde las mujeres estaban obligadas a firmar como hombres.
Pero además de Emilia, también hay otras mujeres, como Angelita, una mujer mapuche cantinera del Ejército balmacedista que recibe a Emilia en el campo de batalla; o Paulina del Valle, la hermana de su padre a quien debe, primero, convencer para verlo y luego, ganarse su confianza. Esta última, contó Isabel Allende, está basada en Carmen Balcells, la señera agente literaria detrás del Boom Latinoamericano.

*Un trasunto de su propia vida
Sin ser una novela autobiográfica, Isabel Allende comparte más de un rasgo con la protagonista, Emilia del Valle. Ambas no conocieron a su padre, las crio un padrastro, se dedicaron a ser escritoras y ser periodistas. En el caso de Emilia, comienza publicando las llamadas “novelitas de diez centavos”, un género de narrativa popular orientado al público masivo, luego pasa al Examiner, de San Francisco, donde termina siendo una de sus redactoras estrella. En el caso de Allende, publicó su primera novela, La casa de los espíritus, estando en el exilio en Venezuela y tuvo un decidor paso como periodista por la revista Paula.
“Amanda Puz me enseñó a escribir. Yo había tenido una pésima escolaridad de un país a otro siguiendo los pasos de mi padrastro diplomático. No sabía escribir bien en español, y ella me enseñó. También me enseñó cómo se escribe una historia para que sea sólida. Yo no sabía nada de nada. Pero además me enseñaron a pensar, porque yo creo que desde muy chica tenía una especie de rabia adentro, no canalizada, que no sabía nombrar -dijo a Culto-. Y en la revista Paula se transformó en energía positiva que me ha servido toda la vida para conducir una vida como feminista, como escritora y como activista también. Y en el ejercicio del periodismo aprendí a conducir una entrevista, a atraer al lector con las primeras líneas y retenerlo hasta el final, a chequear toda la información que uno tiene, o sea, no quedarse con una sola fuente. Todas esas cosas que hoy me sirven en la escritura las aprendí en el periodismo".
Mi nombre es Emilia del Valle (Sudamericana) llega este 20 de mayo a todas las librerías del país.

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