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Guns N’ Roses y Sweet Child O’ Mine, la historia de un hit que no le gustaba a Slash

Un 10 de septiembre de 1988, el tercer sencillo del disco debut, Appetite for Destruction, llegó al tope de las listas en Estados Unidos. Fue el primer éxito de la banda de Axl Rose y Slash. Demostró la capacidad del grupo para explorar diferentes territorios musicales más allá del hard rock, a través posiblemente de su mayor himno.

Guns N’ Roses y Sweet Child O’ Mine, la historia de un hit que no le gustaba a Slash

Es uno de los riffs más famosos de la historia y por años, el principal rumor fue que surgió casi como un ejercicio de calentamiento. Pero la introducción de Sweet Child O’Mine, que le dio el pase a la masividad a Guns N’ Roses, tuvo más de inspiración que de casualidad.

A contrapelo del rumor, Slash aseguró que todo surgió una tarde en que había conectado la guitarra para tocar, en la casa que compartía con el grupo en Los Angeles. “No fue un ejercicio de calentamiento -dijo al podcast de Eddie Trunk-. Estaba sentado en la casa donde vivía Guns en un momento dado —creo que fue en el 86— y se me ocurrió este riff. Simplemente estaba experimentando y juntando notas, como cualquier riff".

Aunque a Slash le pareció un riff común y corriente, al guitarrista Izzy Stradlin le encantó. Pensó que debía transformarse en una canción, así que conectó su guitarra y logró descifrar una progresión de acordes que va en los muy comunes Re, Do y Sol. Así, poco a poco, empezaron a armarla.

Guns N' Roses

El bajista Duff McKagan le sumó un toque personal; un breve pero ágil riff de cuatro compases, que parece fluir por las notas altas de su bajo eléctrico Fender. No sabe cómo construyó ese riff. Pareciera que vino desde algún lugar.

“Simplemente sucedió”, le dijo al portal Guitar World. “En realidad, todo es producto de lo que escuchas y de lo que te influenció, y luego de lo que oyes y de lo que crees que es adecuado para el papel; o te sale o no. Nunca he intentado forzar ninguna línea de bajo; o me sale o no”.

Aún así, Slash no estaba convencido con la canción. “Sabes, Guns N’ Roses siempre fue una banda de hardcore puro, al estilo de AC/DC, con mucha actitud”, le dijo al locutor de radio Kidd Chris en 2014. “Si hacíamos baladas, eran blues. Esta era una balada con ritmo rápido. Es una de las cosas más alegres que puedes escribir. Pero al mismo tiempo, es una gran canción —no la critico—, pero al mismo tiempo, simplemente no encajaba con el resto de nuestra, por así decirlo, rutina. Y, por supuesto, sería el mayor éxito de nuestra vida”.

Slash

A pesar de las dudas de Slash, el grupo trabajó y pronto lograron dar con una estructura. Fue el momento en que apareció el cantante Axl Rose, quien había escuchado todo en una habitación posterior. Se dio cuenta de que había una buena canción en ciernes.

A pesar de que Guns N’ Roses se presentaba como una banda de rock sudoroso y duro, Rose optó por la tangente y escribió una letra sobre el amor y los recuerdos. En particular, sobre su entonces pareja Erin Everly, hija de Don Everly, de los Everly Brothers. Pero también sumó algunas imágenes de la niñez. “El verso ‘blue sky’ fue, de hecho, uno de mis primeros recuerdos de infancia: mirar el cielo azul y desear poder desaparecer en él porque era tan hermoso”, contó a Los Angeles Times.

Ciertamente, Sweet Child O’Mine era distinta a otras canciones que habían escrito de cara a su primer disco, el célebre Appetite for destruction (1987). Estaba lejos de la rudeza de bar de Welcome to the jungle o el entramado épico de Paradise City. Por eso en principio no se pensó como single; el debut fue con el doble cara A, It’s So Easy y Mr. Brownstone.

Sweet Child O’Mine fue finalmente el tercer single de promoción, el todo o nada. Y la apuesta resultó. Fue el primer número 1 de la banda en Estados Unidos, puesto al que llegó el 10 de septiembre de 1988. Se mantuvo allí durante dos semanas, justo cuando la banda giraba como teloneros de Aerosmith.

Se volvió en uno de los temas clásicos de Guns N’ Roses y le abrió otro público. Hasta hoy es reproducida y versionada. En 2008, la revista Uncut le preguntó a Slash cuál era el lugar más raro en que la escuchó. “Lo más raro es escuchar versiones de Sweet Child O’ Mine con música ambiental en ascensores y centros comerciales. Incluso he escuchado un arreglo para arpa. Hace poco estuve en un hotel y el pianista del salón la estaba tocando. Siento una mezcla de emociones cuando eso sucede. En parte es “¡Guau, esa es nuestra canción!”, en parte es vergüenza de siquiera notarla, en parte es desconcierto de que alguien más toque tu música, alguien que no te conoce, que nunca te ha conocido, que simplemente toca tu música como parte de un sinfín de piezas que tiene que tocar. Imagina cómo se debe sentir, por ejemplo, Paul McCartney, al escuchar su música en todas partes".

Escucha Sweet Child O’ Mine a continuación

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