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Pobreza, sexo y escándalos: el nuevo documental de Madonna que retrata el ascenso de una estrella

Becoming Madonna, ya disponible en la plataforma Universal+, detalla la historia de ascenso de la Reina del pop, desde su infancia en Michigan a sus días en Nueva York. Repasa algunos proyectos previos a la fama, su cercanía con el mundo homosexual, los escándalos mediáticos y subraya la determinación que tuvo para consolidarse en la cultura popular.

Pobreza, sexo y escándalos: el nuevo documental de Madonna que retrata el ascenso de una estrella Matt Green

“Quiero gobernar el mundo”, fue la tajante respuesta de Madonna cuando le preguntaron qué es lo que quería. Eran los primeros años 80, y en medio de los días de conservadurismo de Reagan, la cantante era una estrella en ascenso. Una figura que frecuentaba discotecas y cualquier lugar que le permitiera generar redes.

Una noche, tras mucho insistir, el DJ y productor Mark Kamins se animó a probar en la pista de la discoteca Dancetaria una maqueta de su primera canción, Everybody. La gente comenzó a bailar. Fue el momento en que todo comenzó.

El ascenso de Madonna fue fulgurante, pero se debió sobre todo a su tenacidad y una irreductible confianza en sí misma. Ese es el retrato que presenta Becoming Madonna, un nuevo documental que recorre el camino hacia la fama de la “Reina del Pop”, ya disponible desde este 23 de agosto en la plataforma Universal+.

Madonna

Dirigido por el realizador Michael Ogden (George Michael: Outed, The Nielsen Files), se trata de un trabajo construido íntegramente sobre material de archivo. Horas de entrevistas a Madonna y de sus cercanos, incluyendo a su hermano Christopher Ciccone (fallecido en 2024), además de fotografías e imágenes inéditas hasta ahora, que retratan los vertiginosos primeros años.

Sin muchos rodeos, el filme entra de lleno en la historia; desde la infancia en Michigan, en el seno de una familia de profunda creencia católica, con padre italiano. La artista recuerda a su madre, a quien perdió cuando tenía cinco años de edad, a causa de un cáncer. Luego, la muestran en sus años como estudiante de danza. El documental acierta con fotos de la época e incluso algunos fragmentos de video, aunque de baja calidad. Allí pasa un testimonio clave, el de su maestro Christopher Flynn, quien reconoce que vio potencial en ella y la animó a lanzarse a la vida artística, aunque no se detalla de dónde se tomó ese audio.

Así, con 19 años y 35 dólares en el bolsillo, Madonna llegó a Nueva York en 1978. El documental hace un paneo de la fragilidad de la ciudad en ese entonces, y cómo la vanguardia artística vivía en la pobreza y con empleos precarios. Acierta con algunos archivos de la época, que permiten adentrarse en la vida de los clubes, aunque todo pasa demasiado rápido. Pero no pierde el hilo. En la Gran manzana, la artista tomó clases de ballet, pero pronto se desencantó y no hizo muchas amistades. “Eran todos aburridos”, recuerda. Así se fue decantando poco a poco hacia la música.

Madonna, en sus días de juventud en Nueva York.

Allí retratan su relación con el músico Dan Gilroy, con quien formó su primera banda, Breakfast Club, donde ella partió tocando la batería (incluso hay un par de clips en que se la puede escuchar tocando, y era bastante competente). Vivieron en una sinagoga abandonada, que a la vez les servía de sala de ensayo. Poco a poco, y aprovechando su bagaje como bailarina, Madonna pasó al frente y se animó a cantar. El documental aporta interesantes imágenes del grupo en vivo, con ella al frente luciendo pelo corto y oscuro, tocando un sonido muy cercano al new wave, muy de la época. Pero es inevitable compararlos con Blondie, probablemente ese fue el mayor problema.

Luego, retrata su vínculo son Stephen Bray con quien vivió en un complejo de departamentos en Manhattan. Aunque comenzaron a trabajar juntos, fue el momento en que Madonna decidió comenzar a probar suerte como solista. Muy rápido, el documental la muestra desarrollando su primer single, Everybody, luchando por una oportunidad en las discotecas y de pronto, la vemos llegando al corral del poderoso Seymour Stein. Con el éxito de Holiday, ocurrió la explosión de fama.

El documental también retrata el vínculo temprano entre Madonna y el mundo de las fiestas y discotecas homosexuales. Las frecuentaba con regularidad y allí comenzó a presentarse con un grupo de bailarines de apoyo, entre los que estaba uno de sus mejores amigos, Martin Burgoyne, quien fue su roomate, confidente y un apoyo clave en esos años iniciales de su carrera.

Y así, la chica menuda de Michigan comienza a volverse una estrella. Un buen punto es que el ascenso de Madonna se explica, en parte, gracias a que aprovechó bien la vitrina de MTV. Su talento para el baile, la sensualidad que le brotaba por los poros y su alegre desvergüenza la hicieron la figura del momento. Ahí se dedican unos minutos a su explosiva presentación en los MTV Awards de 1984, cuando interpretó Like a Virgin luciendo un vestido de novia, con el consiguiente escándalo; el guiño a Marilyn Monroe en el clip de Material Girl, y las apariciones de la cantante en los medios, haciendo gala de su personalidad disruptiva.

Todo el embrollo solo aumentaba su alcance. En el documental vemos como cientos de chicas llegaban a sus conciertos luciendo vestuarios que imitaban el de su ídola (mucho antes que las swifties emularan los trajes de las eras de Taylor Swift) e incluso su maquillaje y su corte de cabello. Es un testimonio muy vivido de lo que podría llamarse una “madonnamanía”.

El documental se concentra exclusivamente en el ascenso musical de Madonna. “No se mencionan las apariciones de Madonna en películas como Buscando desesperadamente a Susan y Dick Tracy, ni su participación en Speed-the-Plow de David Mamet en Broadway, quizás porque no encajan en el formato “legendario””, detalla la reseña de The Guardian.

Madonna

El ascenso de la Reina del Pop también muestra uno de sus momentos de mayor exposición, en su romance y matrimonio con el actor Sean Penn. Pasan algunas imágenes de la época, incluyendo algunas tomas aéreas logradas durante su matrimonio en Malibu. Harta de la persecución de los medios Madonna no duda en levantarles el dedo del medio. Luego se aborda la ruptura, y como el torrente de emociones lo desplegó en Like a prayer (1989), su disco más confesional.

Asimismo, su vida pública tuvo otras extensiones. En la medianía de los 80 con la irrupción del SIDA como una nueva y mortal epidemia (que en esos años se asoció con la homosexualidad), la cantante fue una de las personas claves en posicionarse a favor de las investigaciones sobre la enfermedad. Más porque vivió el complejo proceso en que su íntimo amigo Martin Burgoyne fue diagnosticado con la enfermedad. A pesar de las reticencias de Penn, Madonna lo acompañó, le pagó su tratamiento médico y le alquiló un departamento.

(Photo by Duncan Raban/Popperfoto via Getty Images) Duncan Raban/Popperfoto

El filme termina con el lanzamiento del libro Sex, un compilado de fotografías sugerentes de la cantante, que acompañó al álbum Erotica (1992). Se muestra el revuelo que provocó en los medios, a los hombres devorando con fervor sus páginas y el debate en torno a la manera en que la cantante proyectaba su imagen cargada de sensualidad, tal como ha sucedido en la actualidad con otras figuras. De alguna forma, el documental subraya el papel de Madonna como pionera de la estrella de pop moderna. Presenta una interesante selección de material de archivo y aunque el tramo que muestra su historia antes de la fama se hace breve, permite entender el continuo de cómo la “Reina del pop” fue moldeando su propuesta de acuerdo a los tiempos y a su ambición. Logró, efectivamente, gobernar el mundo.

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