No fue de azul el retorno de Eduardo Vargas al fútbol chileno. El protagonista de la semana en el balompié nacional tuvo su reestreno en la competencia local, pero no defendiendo a Universidad de Chile, sino que a Audax Italiano. El cuadro de colonia dio el golpe del mercado invernal y consiguió la carta de Turboman. Se integró el viernes a las prácticas con los audinos y este domingo tuvo sus primeros minutos, en la derrota 1-0 con Iquique.

El exjugador de Nacional de Uruguay fue al banco e ingresó en los 52 minutos por Lautaro Palacios, después de que los Dragones Celestes abrieran la cuenta con el tanto de César González. Se mostró activo en su estreno con la tienda itálica. Ocupando la demarcación del centrodelantero, salía de esa zona para participar del circuito de juego de su equipo, que no logró alcanzar la igualdad.

El partido de Vargas, en números, fue de la siguiente manera (según los datos de Sofascore): cero tiros a portería, un remate fuera, 24 toques, un 85% de pases precisos (11/13), tres duelos ganados de seis totales, cinco posesiones perdidas, una falta y un fuera de juego.

Tras el encuentro, el bicampeón de América habló sobre su regreso a Chile. “Muy contento de volver, estar en este gran club, que me abrió las puertas. (Iquique) Es un rival difícil, independiente del lugar de la tabla donde esté. Hay que seguir adelante, entrenando cada día para dar lo mejor”, manifestó. “Quiero agarrar ritmo lo más rápido posible. Hablamos con el Coto (Ribera) y le dije que estaba a disposición”, añadió, en diálogo con TNT Sports.

Sobre su arribo al club de La Florida, destacó que “el grupo es muy bueno, muy sano, me trataron desde el primer minuto como uno más, independiente de lo que soy y he hecho en mi carrera, estoy muy feliz de estar con ellos”. Tras la derrota, agregó que “estamos peleando para eso (la parte alta de la tabla), hay que trabajar en la semana para corregir errores”.

Finalmente, consultado si quería decir algo respecto a su frustrado fichaje en la U, optó por la mesura y no profundizó. “No, no. Todo bien”, emitió Eduardo Vargas.