La reivindicación del DT nacional: la larga sequía de los técnicos chilenos que se acabó con Esteban González en Coquimbo
El título de los piratas quiebra una tendencia que se estaba arraigando en el fútbol criollo: el éxito "exclusivo" de los estrategas foráneos. Después de nueve años, un entrenador local es campeón de Primera División. Hasta antes del 'Chino', el último había sido Mario Salas con el bicampeonato de la UC.
Esteban González tiene 42 años y sus raíces están en tierras penquistas. Le dicen el Chino y como futbolista tuvo una carrera poco mediática pero extensa, pasando por 11 clubes diferentes: Deportes Concepción, Cobreloa, Palestino, Puerto Montt, Rangers, Ñublense, Unión Española, Universidad de Concepción, Antofagasta, Huachipato y O’Higgins. En su breve historia como entrenador, y en su primera experiencia como jefe técnico titular en la división de honor, tocó el cielo con las manos. Es el artífice del mayor éxito en los 67 años de historia que tiene Coquimbo Unido. Bajo su mando, el cuadro pirata salió campeón de la Primera División de manera inédita.
Más allá de la algarabía que se sentía en las tribunas del estadio Francisco Sánchez Rumoroso y, posteriormente, en las calles de la ciudad (teñidas de amarillo y negro), el entrenador mantuvo una templanza admirable. El Chino González no es un técnico que haga aspavientos ni que se caracterice por declaraciones polémicas o grandes gesticulaciones a ras de campo. Lo suyo es la calma, con el mensaje justo y claro.
Consumado el título para los coquimbanos, se vio emocionado. “Cuando uno trabaja desde la honradez, desde la humildad, que puede mirar a todos en la cara, me parece que todo resulta”, manifestó tras la victoria sobre La Calera. También enfatizó en la disposición de sus futbolistas. “Este grupo de jugadores siempre estuvo dispuesto a entrenar, se brindó a todo lo que nosotros propusimos y ellos tomaron siempre la mejor decisión. Este equipo es justo campeón”, añadió.
González es “de la casa”, toda vez que llegó al club como asistente técnico de Fernando Díaz. Cuando el Nano dejó la institución, el año pasado, el otrora lateral diestro tomó el interinato y terminó quedándose, gracias a su trabajo y a sus notables resultados. Hoy, con Miguel Pinto como su escudero (el exportero se retiró en 2024 y se integró al cuerpo técnico para esta temporada), el reservado estratega coquimbano está construyendo una campaña histórica y de números sobresalientes.
Este Coquimbo Unido campeón no es un equipo que abrace el lirismo ni es una escuadra altamente protagonista. De hecho, registra un 41,1% de posesión durante el Torneo Nacional. En el partido que le dio el título, ante Unión La Calera, tuvo menos tenencia que el rival (47% versus 53%). Sin embargo, es un elenco altamente eficiente, con veloces transiciones y con una seguridad defensiva que se la quisiera cualquier elenco. Ser la valla menos batida de la Liga no es obra del azar.
Un DT chileno campeón
El hito conseguido por Coquimbo Unido ocasiona, por añadidura, que haya un entrenador chileno campeón de Primera División después de nueve años. El éxito de Esteban González significa la reivindicación del técnico nacional, luego de un largo periodo alejado de la vanguardia, si de trofeos se trata. El último DT local en ser campeón había sido Mario Salas, con el bicampeonato de Universidad Católica en 2016.
Luego, vino el dominio de los estrategas extranjeros. En 2017, la última vez en la que se jugaron dos torneos en un año, levantaron la copa Ángel Guillermo Hoyos, con la U, y Pablo Guede, con Colo Colo. En la era de los campeonatos largos, la hegemonía de los foráneos fue patente. A saber: Beñat San José en 2018 (UC), Gustavo Quinteros en 2019 (UC), Ariel Holan en 2020 (UC), Cristian Paulucci en 2021 (UC), nuevamente Gustavo Quinteros en 2022 (Colo Colo), Gustavo Álvarez en 2023 (Huachipato) y Jorge Almirón en 2024 (Colo Colo).
Remitiéndose netamente en campeonatos largos de dos ruedas, hay que retroceder a los inicios del siglo XXI. El último técnico nacional en ganar el trofeo había sido Jorge Garcés, con Santiago Wanderers en 2001. Vaya curiosidad: también se trata de un cuadro de provincia (y del puerto).
En las tres categorías del fútbol profesional chileno, pueden ser entrenadores locales quienes obtengan la copa. En la Liga de Primera sucedió con González en los piratas. Un día antes, la Universidad de Concepción fue campeón de la Liga de Ascenso, de la mano de Cristián ‘La Nona’ Muñoz. Y en la Segunda División (también conocida como La Liga 2D), Jaime Vera puede concretar el título con Deportes Puerto Montt, para volver a la B.
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