Cuento de Baldomero Lillo se convierte en ópera digital: La Compuerta N°12 se estrena online en el Teatro Municipal

El barítono Patricio Sabaté, en una de las escenas de La Compuerta N° 12, del compositor Miguel Farías. La dirección de escena es de Christine Hucke y la dirección de arte, de Diego Urzúa. Foto: Diego Urzúa.

“No me salí de la tradición de la ópera”, dice el compositor chileno Miguel Farías, quien se inspiró en un relato de Subterra para su nueva ópera digital. Se estrena este viernes, la protagoniza el barítono Patricio Sabaté y la dirección escénica y de cine es de Christine Hucke.


Se estrena este viernes, en Municipal.cl. Pero hay decenas de jóvenes chilenos que fueron testigos del proceso creativo mismo de la ópera digital La Compuerta N° 12, que el compositor chileno Miguel Farías (1983) creó tomando como punto de partida el cuento homónimo de Baldomero Lillo.

Todo nació con un proyecto de acompañamiento a estudiantes en la creación, que un equipo de profesionales desarrolló a lo largo del año pasado y que fue financiado por un fondo semilla para la innovación educativa de Fundación Mustakis. El proyecto, OperaLab, fue desarrollado por la asociación Ópera Latinoamérica (OLA), que preside Alejandra Martí y coordina Paulina Ricciardi, en conjunto con compositores como Miguel Farías y Martín Bauer, de la Fundación Centro de Estudios Avanzados en Música Contemporánea, de Argentina.

Miguel Farías, quien enseña Composición en el Instituto de Música UC, recuerda el proceso con los jóvenes: “Trabajamos con varios colegios, entre ellos el Instituto Nacional y otros establecimientos de Maipú, en el acompañamiento del proceso de creación para estudiantes. Fue todo online, y varias veces por semana. Entonces yo iba componiendo La Compuerta N°12, Christine Hucke iba desarrollando la dirección de escena, y los estudiantes también iban creando sus propias obras a partir del mismo cuento”.

Este proyecto educativo, indica el compositor, “fue creciendo y se transformó en algo más grande; conseguimos apoyo para grabar la ópera digital con la Corporación Cultural Universidad de Concepción (Corcudec), y después se sumó también la Facultad de Artes de la Universidad Católica, el Teatro Municipal de Santiago, el MAVI y la Fundación Reimagina”.

Así nació el Centro para la Innovación y Experimentación Artística (CEIA), que ahora estrena su primera producción a través de Municipal.cl. Las funciones son a las 20.00 h, diarias y hasta el 31 de enero, con entradas por $ 5.000. El estreno, este viernes, sumará un conversatorio con varios participantes del proyecto y cuesta $7.000.

Miguel Farías (1983) es profesor del Instituto de Música UC y recibió el premio de la crítica y el Altazor por su primera ópera, Renca, París y Liendres (2012) y el premio Domingo Santa Cruz de la Academia Chilena de Bellas Artes, por la segunda, El Cristo de Elqui (2018).

“Volví a leer Subterra y pensé, ‘¡acá hay una ópera!’ y se me cruzó inmediatamente con la pandemia. El encierro que estamos viviendo nos hace ver de otra manera lo que Baldomero Lillo relata del Chiflón del Diablo, una mina que está a más de 500 metros bajo el agua”, cuenta Miguel Farías. “Yo mismo hice el libreto sobre un cuento de Baldomero Lillo. La ópera narra la historia de un niño que es condenado por la realidad social de la época, a trabajar en la mina”, agrega.

La dirección escénica y de cine es de Christine Hucke, y la de arte, de Diego Urzúa. “No es una obra que se pensó acústicamente y se ajustó al formato digital, sino que fue pensada desde el inicio como una ópera digital. De hecho, si la hiciéramos presencialmente habría que repensarla”, asegura el compositor.

La Compuerta N° 12 es un monodrama en dos actos, e incluye elementos como arias. “Musicalmente, fue escrita dentro de la tradición de la ópera, pero a través de medios no tradicionales”, asegura Farías. “No me salí de la tradición de la ópera”, remarca.

Cuenta, además, que trabajó desde el primer momento considerando que la ópera sería escuchada a través de una pantalla de televisión, un computador o audífonos, sin la espacialidad ni la acústica de un teatro. Él mismo está a cargo de los sintetizadores y la electrónica, y se suman dos solistas; Kathya Galleguillos en clarinete bajo y Pablo Salinas en viola.

“Todo el material musical está escrito desde lo electrónico. Más que recrear una orquesta me planteé centrarme en la sonoridad misma del relato de Baldomero Lillo, en los sonidos que recuerdan a la mina, las texturas de la humedad y de los minerales. Y de esas necesidades expresivas nació la elección de los dos instrumentos acústicos que incorporé, tenían que ser graves, oscuros y apagados”, detalla Miguel Farías.

"Patricio Sabaté es uno de los mejores cantantes de Sudamérica. Se adapta a cualquier estilo y maneja el lenguaje contemporáneo muy bien. Además, su capacidad dramática es impresionante", destaca Miguel Farías. Foto: Diego Urzúa.

El elenco se completa con el barítono Patricio Sabaté, quien está a cargo de dos roles, el niño que trabaja hasta la vejez en la mina, y su padre, quien lo llevó a trabajar bajo tierra. “Como he tenido el tremendo privilegio de colaborar artísticamente con Patricio Sabaté través del tiempo, he ido conociendo su voz y sus capacidades expresivas, y tengo que decir que es uno de los mejores cantantes de Sudamérica. Se adapta a cualquier estilo y maneja el lenguaje contemporáneo muy bien. Además, su capacidad dramática es impresionante. Todo lo que uno le diga, por ejemplo, que el personaje siente nostalgia, o miedo, lo sabe llevar al sonido”, destaca Farías.

Juntos trabajaron no sólo en la ópera de Miguel Farías El Cristo de Elqui, que le comisionó el Teatro Municipal de Santiago y que se estrenó en 2018, sino también en abundantes proyectos musicales. Por ejemplo, el compositor eligió también a este barítono y profesor del Instituto de Música UC como protagonista de su última ópera de bolsillo, un encargo que le hizo la Radio France y que se estrenó en 2018: Il s’est Trumpé (Él se equivocó), comedia política en torno a Donald Trump.

Dibujo de Diego Urzúa, director de arte de la producción de La Compuerta N°12, ópera que se estrena este viernes. En Chile, los niños trabajaban desde los 8 años de edad en las minas de Lota y Coronel. Imagen: Diego Urzúa.

En paralelo al estreno de La Compuerta N° 12, Miguel Farías, cuya primera ópera, Renca, París y Liendres, se estrenó en 2012 en el Teatro de Carabineros, tiene un sinnúmero de proyectos.

El 29 de enero, su obra El color del tiempo, será interpretada por la Orquesta Sinfónica de Houston, con la dirección de Paolo Bortolameolli, y en un programa que incluye la Octava Sinfonía de Beethoven y también el Concierto para violonchelo de Haydn. “Serán tres funciones, online y con aforo reducido”, cuenta Farías.

En el ámbito internacional, en marzo el influyente Ensemble 2e2m estrenará en París una nueva obra que le comisionaron al compositor chileno. Después será el turno de un Concierto para oboe, encargado por la Orquesta Nacional de Cuba, y un Concierto para violín, comisionado por el centro UC Davis de California.

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