“Larraín fue clave”: ¿Por qué Marcel respaldó el rol del exsubsecretario en la reforma previsional en medio de las denuncias por acoso?

Solo horas después de que la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), defendiera públicamente las razones de la salida del ahora exsubsecretario de Previsión Social Christian Larraín -quien fue acusado de acoso sexual por funcionarias de esa cartera-, su par de Hacienda, Mario Marcel, salió a valorar el aporte del ingeniero comercial en la reforma a las pensiones.

Si bien Jara reconoció que hubo diferencias políticas con Larraín, descartó que eso sea motivo de su salida e insistió en que se debió a las denuncias en su contra. Eso sí, en entrevista con el matinal de Mega, dijo el martes que “un problema de la política es que hay que personas que creen que son imprescindibles y que las cosas pasan en atención a ellas. Yo creo que son trabajos en equipo”.

Sin embargo, Marcel -en Radio Concierto- marcó un contraste. “Christian Larraín fue clave en la arquitectura del proyecto que presentó el gobierno. Hizo un gran trabajo, liderando un equipo técnico y trabajando con los técnicos del equipo de Hacienda. Creo que ese es su gran aporte en materia previsional. El proceso de discusión del proyecto ha sido muy complejo. El gobierno busca acuerdos amplios. Ha mencionado que no tiene líneas rojas y que tiene disposición a negociar, pero la contraparte no se sienta en la mesa. Hemos tenido numerosos episodios en lo que nos encontramos es lo que se trata de demorar la discusión de la reforma previsional”, dijo el titular de Hacienda.

Sobre si hubo diferencias políticas entre Jara y Larraín en la reforma de pensiones -como lo habían expresado ambos-, el secretario de Estado agregó: “Desconozco lo que ocurre al interior de otro ministerio. El gran problema que hemos tenido es la ausencia de un interlocutor en un proceso de búsqueda de acuerdo que requiere una contraparte... No me corresponde estar comentando sobre la relación de otras autoridades. Lo fundamental es cómo sacamos una buena reforma previsional para el país. Quien entra y quien sale es un dato de la causa”.

El gesto era un claro contraste con el tono que la ministra Jara había delineado el mismo lunes. Después de que Larraín asegurara por la prensa que su salida implicaba una cultura de la cancelación, la secretaria de Estado fue dura: “Todo lo que ha dicho después me hace confirmarme que fue una buena decisión haberle pedido su salida”.

Y agregó: “Al subsecretario se le pide la salida porque hay gente que la estaba pasando muy mal en la subsecretaría, creo que hay una parte que no se ha visto, pero aquí las víctimas son las que estuvieron sometidas a estas conductas y son las que precisamente hicieron llegar estos antecedentes. Entonces, a mí como ministra, me corresponde preocuparme de que la organización tenga un trato acorde”, comentó Jara.

Por lo mismo, las palabras de Marcel llamaron la atención de algunos dirigentes oficialistas. Desde Hacienda, sin embargo, aclararon a este medio que sus declaraciones no implicaban en ningún caso una “quitada de piso” a Jara ni tampoco tenían como objetivo establecer un matiz respecto de la decisión o del tono utilizado por la ministra. La intención, principalmente, era respaldar lo realizado en la propuesta de reforma previsional y que no pierda apoyo por la renuncia.

Uno de los antecedentes que generaron ruido sobre el rol que habría tenido el ministro Marcel en la salida de Larraín es que no estuvo en el comité político del jueves pasado, en el que se abordó la decisión. Sin embargo, dicen en La Moneda, estaba al tanto de que la definición del Presidente Gabriel Boric era remover a la autoridad porque había perdido su confianza ante las acusaciones que pesaban en su contra.

Asimismo, aseguran que no existen dos almas respecto de la reforma previsional en el gobierno, y como ha dicho el ministro, no se trata de un enfrentamiento entre duros y blandos.

En el gobierno, de hecho, algunos advierten que las interpretaciones de pugnas entre Larraín o Marcel contra Jara se debe a una idea de “anticomunismo” -por la militancia política de la ministra- que algunos sectores quieren instalar y que aquello estaría alejado de la realidad.

En todo caso, fuentes oficialistas aseguran que Marcel y Larraín tenían una buena relación, pero que no eran “muy cercanos” (coincidieron en la Universidad de Chile cuando estudiaban Ingeniería Comercial). Lo mismo con el asesor Marco Morales -la mano derecha del exsubsecretario en la reforma previsional-, quien renunció apenas se definió su salida y que también contaba con todo el respaldo profesional de Marcel, por lo que en sus conversaciones privadas lo consideró como una baja sensible para el futuro de la reforma.