Crítica gastronómica de Don Tinto: Rishtedar, para seguir probando



Hace ya varios años que la Avenida Príncipe de Gales, en sus cuadras más hacia el poniente, alberga a una buena cantidad de restaurantes de diversos estilos. Por lo mismo durante la semana no me sorprendió toparme con una sucursal del restaurante indio Rishtedar, a estas alturas un clásico de Avenida Holanda en Providencia, y decidí almorzar ahí.

Instalado en una espaciosa terraza exterior pedí un agua sin gas ($2.900) mientras revisaba la carta. Para comenzar ordené un Goa Chilly Bengan ($5.600), el que llegó rápidamente. Consistía en una pequeña sartén de fierro -muy caliente- con tiras de berenjenas y pimientos más algo de cebolla y una ligera salsa atomatada. La verdad es que la cebolla y los pimientos estaban al dente, lo que los dejaba muy agradables al paladar, mientras que la berenjena simplemente se había pasado de cocción en la sartén y lucía quemada por el lado de la cáscara (quedando muy dura) y prácticamente desecha por el lado de su carne. Además, el aliño atomatado era demasiado suave, casi imperceptible. Pero como dicen por ahí, seguimos.

Entonces pedí un clásico de los restaurantes indios: Butter Chicken ($12.100), más una porción Arroz Basmati ($4.500) y otra de Naan ($2.300). ¿Por qué hay que pagar el pan indio aparte? Siempre he tenido la duda. Por otra parte, afortunadamente me preguntaron sobre el nivel de picante con que quería mi Butter Chicken y elegí el número tres de un máximo de cuatro. Para acompañar todo esto: una cerveza Royal Guard ($3.900). Afortunadamente el Butter Chicken no se quedó corto en sabor, textura ni aroma. Es que se trataba de pequeños trozos de pollo muy blandos y nada secos, bien integrados a una salsa que no se quedaba corta de tomates ni masala. No era tanto pollo pero sí mucha salsa, por lo que venía más que bien ir mezclándola con el arroz y ayudándose con el Naan. Y lo mejor, el plato picaba, como debe ser. En resumen, un plato clásico que respondió a las expectativas.

Luego vino un detalle poco visto por estas latitudes: servicio de lavado de manos a la mesa, muy útil por lo demás. Para cerrar pedí Kulfi ($5.900), una trilogía de helados indios de almendra, mango y pistacho. Muy ricos, pero habría sido bueno saber que se trata de un postre más bien para compartir, porque es más que contundente.

Raya para la suma: un primer plato para el olvido, un segundo perfecto y un postre que te deja lona. Excelente atención. Para volver y pedir más platos, ojalá todos al nivel del Butter Chicken.

CONSUMO TOTAL:

$37.200

DIRECCIÓN:

Príncipe de Gales 6500, teléfono 232359977, La Reina.

HORARIO:

Lunes 13 a 16 y 18 a 22:30 hrs. Martes a jueves 12:30 a 16 y 18 a 22:30 hrs. Viernes y sábado 13 a 23 hrs. Domingo 12:30 a 16 hrs.

ESTACIONAMIENTO:

Propio.

PÚBLICO:

Todo público.

EVALUACIÓN:

✮✮✮

Calificaciones:

✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver

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