Política

Jacqueline van Rysselberghe: “Kast no puede llegar a pasar la máquina. Va a tener que ceder de alguna manera”

La expresidenta de la UDI cuestiona el liderazgo de José Antonio Kast. Dice que su problema es la rigidez para lograr acuerdos y la derrota del segundo proceso constitucional. “Se farreó la oportunidad”, afirma. Aquí se muestra confiada en que Evelyn Matthei va a remontar. “Le ayuda estar subiendo en las encuestas, porque eso despercude a su infantería”.

14 Octubre 2021 Entrevista a Jacqueline van Rysselberghe, Senadora. Foto: Andres Perez14 Octubre 2021 Entrevista a Jacqueline van Rysselberghe, Senadora. Foto: Andres Perez Andres Perez

Tiene cero nostalgia de estar en la primera línea de la política. Eso es lo que dice Jacqueline van Rysselberghe a través de Zoom desde su casa en Concepción. Allá se instaló luego de su derrota senatorial del 2021.

Médica psiquiatra de profesión y política por vocación, “la Coca”, como la llamaban todos en la derecha, hizo el recorrido completo. Partió como concejala, luego fue alcaldesa, parlamentaria y presidenta de la UDI. En su rol a cargo de uno de los partidos más grandes de la derecha, marcó varios puntos de inflexión y su rostro desencajado de esa noche de noviembre del 2019 -cuando se firmó el acuerdo para la paz en pleno estallido social- quedará en las fotografías emblemáticas de uno de los momentos más complejos que atravesó el país.

Hoy, en calidad de vicepresidenta a la distancia, Van Rysselberghe observa atenta la carrera presidencial. Señala que la derecha de José Antonio Kast tiene una rigidez que complica los acuerdos. Confía en que su candidata -Evelyn Matthei- dará vuelta el tablero y comenzará a subir en las encuestas. ¿Por qué? Ella dice que hay sectores de centroizquierda que van a votar por Matthei para impedir que gane el republicano y porque, a su juicio, Jeannette Jara se estaría desinflando.

Sobre la figura de Franco Parisi también tiene una opinión: “Lo encuentro tremendamente peligroso. Es demagogo. Sin mucho pudor, dice exactamente lo que la gente quiere escuchar. Por lo tanto, él concentra el voto antipolítico. Y hoy, que la política está tan desprestigiada, es fácil sembrar en esa tierra”, afirma.

No sólo está en juego cuál será el candidato de derecha que pasará en segunda vuelta. También quién tendrá la hegemonía del sector. En ese gallito de fuerzas, ¿no teme que la UDI quedé eclipsada por republicanos?

No. No creo en esas declaraciones catastróficas que dicen que si gana José Antonio Kast, la UDI y Chile Vamos van a desaparecer. Nosotros vamos a sacar más parlamentarios que la lista del Partido Republicano a todo evento. Probablemente, la UDI va a sacar un poco menos que Renovación Nacional, porque lleva menos incumbentes. Pero en general, nuestra lista lleva mejores candidatos, salvo honrosas excepciones de los republicanos, como Rodolfo Carter y Arturo Squella.

Pero cuando el diputado de la UDI Eduardo Cretton advierte que si Matthei no pasa la segunda vuelta se acaba Chile Vamos, ¿algo anda dando vueltas por ahí?

Es que eso no va a pasar. Para que se termine un sector, tienen que acabarse los parlamentarios, perder su representación. Y aquí sigue habiendo gente que representa a una derecha clara, firme, sin complejos, pero que es capaz de llegar a acuerdos. Por otro lado, creo que Evelyn Matthei va a remontar y el escenario va a cambiar.

También podría no pasar…

Bueno, pero si así fuera y Evelyn no logra ganar, Kast tampoco puede gobernar solo. Va a necesitar a Chile Vamos. Kast no puede llegar a pasar la máquina. Va a tener que ceder de alguna manera. Si no, le va a pasar lo que ya le sucedió en el segundo proceso constituyente. O sea, algo hicieron muy mal para que haya sido la izquierda la que terminó haciendo campaña por la Constitución de Pinochet. ¡Realmente impensado!

Kast se ha constituido impugnando a la UDI, a Chile Vamos y diciendo que son una derechita cobarde. Para unirse a ustedes, ¿tendría que desdecirse?

Bueno, por eso se le generan problemas… Kast tiene una rigidez que le impide poder llegar a acuerdos. O sea, con más de un 60% de constituyentes, ¿cómo no pudieron asegurar un triunfo? No entiendo. Yo miraba con bastante admiración a republicanos hasta el proceso constituyente. ¡Es que nadie puede! Ellos tenían mayoría. Tenían el control y perdieron. No nos olvidemos.

¿Quizá decidieron perder con convicciones?

Sí, creo que genuinamente decidieron perder con convicciones, pero eso los hace estar donde están.

¿Y están tan mal…?

No. Pero ellos pensaron que para las municipales iban a arrasar y no fue así. Ese mismo dogmatismo les impidió llegar a un acuerdo. También pensaron que iban a sacar un montón de gobernadores y no fue así. También les fue mal.

Pero en una perspectiva más larga, ¿le ha ido mal a Kast? Logró armar su propio partido, ser un candidato competitivo…

Sí, pero él tuvo la posibilidad de demostrar su capacidad de gobernar para el segundo proceso constituyente, y se la farreó. ¿Qué más importante para un país que una Constitución consensuada y aprobada por una gran mayoría de la gente? Kast podría haberlo hecho y hoy sería un candidato imparable. Pero se farreó la oportunidad y eso le pesa de alguna manera…

¿No será que también hay sectores de la derecha que están esperando ese tipo de política más dura que el estilo de Chile Vamos?

Sin duda. Así como hay una izquierda dura, también existe la derecha dura. Pero para gobernar eso no basta.

¿Y cómo ve a esa derecha que recoge el Partido Republicano?

A mí lo que no me gusta de la derecha de Kast es la rigidez. Yo soy súper dura en mis convicciones. Soy capaz de plantear con claridad lo que pienso, pero hay momentos en que uno tiene que consensuar.

Entonces, lo que me asusta un poco de ellos es lo que ya vimos en el proceso constituyente: se enredan en cosas que consideran de principios, pero que no necesariamente lo son. O sea, yo soy pro-vida. Soy católica practicante. Pero la discusión que se generó en torno al aborto era una tontería. No cambiaba el tema de fondo. Y en virtud de eso no se pudo llegar a ningún otro acuerdo, cuando lo realmente importante era el sistema político.

¿Por qué insiste tanto en la rigidez? ¿Le parece un peligro?

Me preocupa la rigidez, porque eso puede enrarecer el ambiente y, por lo tanto, entorpecer el poder sacar a este país adelante.

¿Tiene que ver con quién asegura la paz social, como ha dicho Jorge Desormeaux?

Claro que tiene que ver. Porque cuando tú no logras acuerdos, el ambiente se polariza. Y la mayoría del país no quiere eso. Su aspiración es vivir en un país tranquilo, sin delincuencia, con una economía que funcione, con mejores pensiones… No quiere peleas, sino que le resuelvan sus problemas. Al final, esa es la función de la política.

¿Reconfiguración de la derecha?

¿Kast está representando una nueva derecha?

Kast tuvo la habilidad -hay que reconocerlo- para crecer y mantenerse, pero no creo que esté generando una nueva derecha. Si así fuera, habrían arrasado en la elección municipal. Venían de un triunfo muy grande…

¿Y qué explica, entonces, que sea el candidato mejor aspectado?

Tiene esta cosa como que navega por encima de las olas y no se le mueve un pelo, lo cual también es bueno. Pero no basta. No se puede ser sólo una persona calma. También se necesita ser un líder que sepa flexionarse, negociar, que sepa mover la cintura. No saca nada con ser calmo y rígido. En ese sentido, a él le falta flexibilidad, ductilidad.

Pero entró a la campaña bien por debajo de Evelyn Matthei. Ella era el caballo ganador y logró pasarla. ¿A qué atribuye ese avance?

A que cambió el escenario electoral. Nadie esperaba la irrupción de Jeannette Jara con la mayoría abrumadora que sacó. Frente a eso, el escenario se polarizó y favoreció el discurso Kast. Segunda cosa: hasta hace poco, Kast no había cometido errores. Y tercero, es que Evelyn sí cometió algunos errores que la hicieron bajar en las encuestas. Pero el escenario ha ido cambiando.

¿En qué?

Por lo pronto, Jara se ha ido desplomando. Ha mostrado contradicciones profundas, poca capacidad y desconocimiento en algunos temas. Y, por otro lado, las características de los republicanos también se han ido mostrando. Uno dice: ¿Pero por qué se metieron en el tema de las pensiones si no estaba en la agenda? Salieron con la propuesta de “Chao Préstamo” y no han logrado explicar cómo lo van a hacer. ¿Cómo lee eso la gente común y corriente? Dicen: “Ojo, te pueden quitar la pensión”. Generaron una alerta, provocaron ruido.

Dice que el escenario ha ido cambiando. ¿Tanto como para que Matthei sea la que pase a segunda vuelta? Salvo que crea que podrían pasar ella y Kast …

Las dos cosas son posibles, pero me cuesta pensar que pasen dos de derecha. Hay un voto de izquierda demasiado duro. Pero todavía hay un voto súper volátil. Ahora, a Evelyn le ayuda mucho que esté subiendo en las encuestas, porque eso despercude a su infantería.

¿Cómo así?

Nosotros tenemos mucha más infantería que republicanos. Lo que pasa es que estaban medio acomplejados porque Evelyn iba para abajo. Pero ahora que está subiendo -y yo lo noto en los diputados, en los alcaldes- hay otro ánimo. Eso ayuda al despliegue territorial.

¿Se reactivó la campaña?

Sí, y pasan otras cosas también. Conozco gente de izquierda que jamás va a decir que va a votar por la derecha, pero que no están dispuestos a que Kast sea presidente. Por lo tanto, ante esa alternativa, Evelyn puede recoger una votación de centroizquierda que está ahí. Es decir, ante el desplome de Jara, la alternativa para ganarle a Kast es Evelyn Matthei. Lo que pasa es que hay un voto que todavía está oculto y que no necesariamente se está reflejando. Y lo otro que me ha llamado la atención es que Arturo Squella esté haciendo un llamado a los Amarillos, a los Demócratas, e incluso a los PPD y a los PS. Me pregunto si no tendrán encuestas internas que estén diciendo algo…

¿Qué imagina que puede estar pasando?

No sé, pero es raro. Quizá se han dado cuenta de que la rigidez te congela, transforma tu voto duro en una cosa pétrea, y para ganar y gobernar necesitas mucho más que eso…

¿Evelyn Matthei tendrá la flexilidad para sumar a los republicanos? Hasta ahora ni siquiera ha querido decir si apoyaría a Kast en segunda vuelta.

¿Sabes lo que pasa? Expresar su apoyo para segunda vuelta es como decir: “Tengo la posibilidad de perder”. Yo creo que ella no quiere abrir esa puerta, porque está haciendo todo para ganar. Pero conociéndola, no tengo dudas de va a ser lo correcto por el país.

¿Y la UDI?

A ver, si ellos pasan a la segunda vuelta, y quieren contar con nosotros, la UDI no se va a perder ni un segundo: los vamos a apoyar porque nuestros adversarios están al frente. Dicho eso, yo pienso que Evelyn lo haría mucho mejor.

En ese escenario, ¿cuál sería el rol de la UDI? Hay temor a que republicanos termine comiéndose al partido. Ya se ha llevado a algunos...

Somos partidos distintos. Segundo, veamos quiénes se han ido a republicanos. Algunos fueron los más rígidos y que les gusta esta cosa extremadamente dura. Está bien, es una opción. Y otros se han ido porque no tenían cupo… Pero tampoco han crecido tanto.

¿No hay de fondo una pelea por la reconfiguración en la derecha?

No me parece. Ahora, siempre ha estado en la cabeza de algunos, no en la mía, que debiéramos ser un gran partido de derecha. No lo veo viable hoy día.

La UDI y republicanos tienen una raíz común. ¿No sería plan sumarse más allá de un mero acuerdo electoral?

Ellos ya tienen un pacto electoral. Nosotros nos podríamos sumar, pero con mínimos comunes, con acuerdos sobre temas centrales. Por ejemplo, yo estaría en completo desacuerdo si quieren eliminar el Banco Central o el Ministerio de Educación, como se los escuché a algunos de ese sector.

Las convicciones

En su sector hay varias derechas. También está la de Johannes Kaiser, ¿en qué minuto florecieron tantos partidos?

Bueno, pasó cuando Kaiser se peleó con Kast. Él era del Partido Republicano. Se enojó, se fue y armó su partido. Kast se pelea con todo el mundo…

Me refiero a qué pasó en la derecha que no pudo generar una mayoría política y terminó escindida…

Ahí yo tengo un problema con Kast. Él armó su partido cuando perdió la elección interna. Esa es la verdad. Él quería presidir la UDI, y como perdió, renunció. No fue por convicciones.

¿No?

No. Porque si tus diferencias son por convicción, entonces no compites. Te vas. Pero es una decisión que tomas antes. No después de perder. Yo sé que a él le va a cargar que lo diga, pero es lo que creo. Después, él enarboló un discurso en un momento en que efectivamente era difícil ser de derecha. Kast usó esa bandera de lucha desde una minoría. Y debo recordar que cuando yo fui presidenta de la UDI también enarbolamos los principios y convicciones de la derecha, pero sabiendo que hay momentos en que tienes que negociar por el bien del país. Entonces, en la UDI no nos sentimos identificados con esa “derechita cobarde” como dicen ellos. Es una descalificación, una caricatura de mal gusto.

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