Matías Toledo: “La derecha, a diferencia de la izquierda, ha conectado con la inseguridad, pero sin medidas reales”
El alcalde de Puente Alto acepta que la derecha ha logrado calar en sectores populares, pero niega que por eso la presidencial esté perdida. Celebra que Jeannette Jara se haya desmarcado del gobierno y el PC. También hace un llamado de atención a los partidos que quieren copar espacios en la candidatura.
Está optimista. Matías Toledo, alcalde de Puente Alto, confía en el éxito de su candidata presidencial, Jeannette Jara, en la elección del 16 de noviembre. De cara a la segunda vuelta, su consejo es que destine mucho tiempo a la calle y no tanto a estudiar encuestas.
Él, quien integra el comando de Jara, acepta que la derecha -sobre todo la más extrema- ha logrado penetrar en la población. Pero lo ha hecho, acusa, en base a mentiras y miedo.
“Es fácil conectar con el sentimiento de la inseguridad y de vender que todo está mal, y desde ahí tratar de posicionar un discurso político”, plantea.
Falta una semana para la elección. ¿Ve preparado a su sector?
Lo veo bien preparado. Jeannette ha logrado convocar a este sector amplio, diverso, que tiene mucha experiencia. Vemos otros candidatos sin preparación, pero sí con este gatillo del discurso fácil y aplausos rápidos. Un ejemplo es cuando se tira al voleo una posible reducción de $ 21 mil millones.
Hasta la veda, las encuestas daban por hecho que Jara pasa a segunda vuelta, pero no gana en el balotaje. ¿Cómo lo analiza?
En Chile existe esta ambivalencia de pasar de un gobierno de un lado a otro, pero no se ha dado este fenómeno que se da a nivel internacional de apostar por la ultraderecha. Con una buena definición, es posible llegar a ganar en segunda vuelta. Va a depender de los marcos de acuerdo. El sector ha demostrado que existe uno muy grande.
¿Cómo se explica que Jara no supere el 30%?
Hay muchas encuestas que están bien manejadas... Yo creo que la batalla está abierta.
¿No tiene que ver con el 30% de aprobación que tiene Boric? Es el mismo número.
No, son cosas distintas. Si nos vamos a los números, Jara es una de las candidatas que han subido. Cualquier candidato que espere ganar necesita superar un porcentaje del 30%. Pero hoy día, y ya hace seis meses, es la candidata mejor posicionada.
¿No cree que a la candidatura le pesa el gobierno? Boric llegó a La Moneda con promesas que no ha cumplido. Eso podría generar desconfianza con Jara.
Esa pregunta es muy subjetiva. No he escuchado esos comentarios acá en nuestros vecinos y vecinas.
¿No cree, entonces, que los errores del gobierno impacten a Jara?
No, no creo. Son cosas distintas. Lo ha hecho bien Jara al momento de desmarcarse, hasta del mismo partido. Todos los candidatos cuando gobiernan tienen que ser los candidatos de las coaliciones, no de partidos.
Para que Jara supere el 30%, ¿hacia dónde debería ampliarse?
Es muy importante escuchar a la gente. La respuesta es estar en la calle más que en las encuestas.
¿Le falta calle a la candidatura?
No, para nada. Lo que digo es que cualquier candidato que quiera subir tiene que conversar más con sectores que no son tus votantes.
¿Existe algo de soberbia en los partidos al querer controlar a Jara? Le piden cambios, que renuncie al PC...
Sí, lamentablemente pasa mucho con los partidos que intentan copar todos los espacios. Yo creo que la única salida que hay es la calle. En la calle están los votos. Para ganar esta elección hay que estar en la calle.
Por su cargo pasa mucho en terreno. ¿Identifica que hoy los vecinos están más abiertos a escuchar las propuestas de la derecha?
Existe una problemática clara: la seguridad. Lo que ha intentado hacer la derecha a nivel internacional es conectar con ese sentimiento. Es fácil conectar con el sentimiento de la inseguridad y de vender que todo está mal, y desde ahí tratar de posicionar un discurso político. La gente tiene miedo, independiente que, año tras año, las estadísticas de delitos bajen. La derecha sí ha avanzado en conectar con la inseguridad, a diferencia de la izquierda, pero sin medidas reales.
Quizás ahí hubo un déficit en la izquierda, de no saber leer el momento político.
Depende de qué te interese. Si te interesa salir electo, conecta con el miedo. Pero el miedo no es una propuesta política, es una propuesta electoral. Una propuesta política es hacerse cargo de la problemática. Una propuesta electoral es generar miedo. Ahí no ha habido un déficit de los gobiernos de izquierda. Por el contrario, se ha sido responsable en no vender humo a la gente. Es una estrategia electoral de tratar de conectar con algo. A nivel nacional, el miedo mueve.
Puede que sea una estrategia, pero al parecer da frutos. Las encuestas mostraban que los candidatos de derecha suman un 60%.
Electorales sí. Pero hay que ser súper responsable con qué se le dice a la ciudadanía, yo no les puedo vender la pomada a los vecinos.
¿No cree que esa estrategia logró que para un vecino de Puente Alto sea más creíble Kast o Kaiser que Jara en materia de seguridad?
Sí, claramente el vecino va a estar abierto a recibir cualquier mensaje que conecte con alguna emoción. En este caso, la inseguridad.
¿Qué tan riesgoso es para el sector que la derecha haya penetrado en sectores populares?
No veo que sea peligroso para el sector, sino para Chile. El discurso de seguridad de la derecha es una estrategia electoral, detrás de eso no hay propuestas. Uno puede llegar al poder como lo estime conveniente, pero mintiéndole a la gente es algo bien riesgoso.
¿Jara está preparada para enfrentar ese discurso?
Yo creo que sí. Porque finalmente lo que necesita la gente son cosas concretas. Lo concreto es que (este gobierno) ha invertido hartos recursos en Carabineros.
¿Cómo evalúa a este gobierno? ¿Se siente decepcionado?
No, pero sí creo que se les podrían haber sacado más provecho a varias cosas. Hay proyectos emblemáticos, como la ley Papito Corazón, Copago Cero. El gobierno no supo sacarles provecho político a un sinfín de proyectos más.
En caso de que Kast, Matthei o Kaiser gane la elección, ¿como alcalde estaría abierto a conversar?
No nos pararíamos como oposición. Hay que trabajar con todas las instituciones. Sobre todo lo que es la Presidencia, uno en el rol de alcalde no puede decir “yo voy a ser oposición”. Sí vamos a ser sumamente críticos cuando se levanta algún proyecto que vaya en desmedro de la ciudadanía, pero plantearse de lleno como una alcaldía de oposición porque es Kast o Matthei, no.
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