Empleo femenino: En jefas de hogar vuelve a niveles prepandemia, pero en las que tienen niños menores a 5 años caída es de 27%

Los datos más recientes -a febrero-, muestran que, aunque a las mujeres se les ha hecho más difícil recuperar los puestos de trabajo perdido que a los hombres, las que indican que tienen la jefatura de su hogar han podido recuperarse, con excepción de las que solo tienen niños más chicos a su cargo. El empleo en las mujeres que no son jefas de hogar muestra baja de 24% en un año.


Uno de los principales golpes de la pandemia lo ha recibido durante el último año el mercado laboral y, en particular, el femenino, que ha visto caer con fuerza su participación y ha demorado más en recuperar los puestos de trabajo perdidos. De hecho, a febrero -antes de las nuevas restricciones sanitarias y de movilidad- el empleo masculino mostraba aún una caída de 7,5%, mientras en las mujeres llegaba a 13,1%.

Sin embargo, un informe del Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales, muestra que la situación ha sido dispar entre mujeres jefas de hogar y las no que no lo son.

El análisis en profundidad de los datos de la Encuesta de Empleo del INE muestra que los puestos de trabajo de las mujeres jefas de hogar aumentó 5,5% en el trimestre móvil diciembre 2020-febrero 2021, en relación al mismo período del año previo (desde 1.409.085 a 1.486.917 trabajadoras), es decir, ese segmento de la población ya recuperó sus niveles previos a la pandemia. Mientras, el empleo en las mujeres que no son jefas de hogar cayó 24% en el mismo lapso de tiempo (desde 2.428.559 a 1.846.820). Respecto de los hombres, las diferencias entre ambas situaciones es menos marcada, ya que entre quienes son jefes de hogar hubo una baja de 1,4%, y entre los que no lo son el retroceso registrado es de 16,6%.

El ejercer el rol de jefatura de hogar tiene efectos en la situación laboral de las personas. “Dado que implica tener la principal responsabilidad como sostén económico del hogar, las jefaturas de hogar tienden a tener mayores tasas de participación laboral que quienes no tienen ese rol. Asimismo, debieran ser más propensos a lograr la inserción laboral efectiva, es decir, a mantenerse ocupados, incluso a costa de verse obligados a ejercer empleos poco atractivos o de mala calidad por razones de necesidad en situaciones de debilidad económica, con tal de evitar el desempleo”, señala Juan Bravo, director del Observatorio de Contexto Económico.

De hecho, los datos muestran que la tasa de participación laboral (fuerza de trabajo respecto a las personas en edad de trabajar) de mujeres que son jefas de hogar (64,5%) son permanentemente mayores que las de mujeres (38,3%) y hombres (57,3%) que no ejercen ese rol. Con todo, la participación de las jefas de hogar aún no llega al nivel prepandemia, de 66,8%, aunque tampoco lo han hecho los demás.

Asimismo, el experto indica que pueden haber otras consideraciones. Por ejemplo, que los empleadores, a la hora de despedir, se inclinen por trabajadores que no son jefes de hogar, debido a los mayores efectos que puede tener ese despido en alguien que tiene un hogar a cargo.

Menores de edad

El informe de la UDP subraya que la presencia de menores de edad en el hogar puede influir de forma decisiva en la situación laboral de las personas. Un primer ejemplo se evidencia en que el empleo entre las jefas de hogar que tienen menores de 18 años aumentó en el año 8,3%, mientras las que sin menores subió 2,3%. Asimismo, la diferencia se amplía al revisar la tasa de participación laboral entre ambos subgrupos. En las jefas de hogar con niños su partición alcanza a 78%, mientras que en las jefas de hogar sin niños llega a 53,3%.

Sin embargo, en el segmento de mujeres jefas de hogar con menores también hay diferencias, ya que, señala el informe, no es lo mismo el cuidado que requieren niños más chicos.

Así, el empleo de mujeres ha crecido a ritmos elevados en aquellos casos en que ellas son jefas de hogar donde solo hay presencia de menores entre 5 y 17 años, con un incremento de 18,3% anual. Mientras, a una tasa mucho menor crece el empleo de las jefas de hogar donde hay tanto menores de 5 años como mayores de esas edad (4,4%). Pero, en los casos en los que solo tienen menores de 5 años, el empleo se ha desplomado 27,5%. Mientras, las tasas de participación de los dos primeros grupos también se ha recuperado y llegado cerca de sus niveles anteriores a la crisis sanitaria, situación que no se ha registrado en las jefas de hogar con solo menores de 5 años, que se mantienen en el mismo nivel que en el peor momento de la pandemia (74,2%). “Esto da cuenta de que el impacto sobre la participación laboral de este segmento en específico está teniendo un carácter más duradero”, señala Bravo.

Situación conyugal y educacional

Los datos también mostraron diferencias respecto de la situación conyugal de las jefas de hogar. En las casadas el empleo en 12 meses registran una caída de 5,3%, mientras que sube en las convivientes (11,8%), separadas de hecho o divorciadas (3,8%) y entre las solteras (15,1%).

En las jefas de hogar con educación superior completa el empleo subió 16,8% en un año, contrastando con las que no habían completado ese nivel de estudios y que registraron una baja de 0,9%. “Una de las razones cruciales de estas grandes diferencias radica en la posibilidad de ejercer las ocupaciones desde el hogar, puesto que ello permite seguir desarrollando actividades económicas en un contexto de restricciones a la movilidad”, sostiene el experto.

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