El secretario de Justicia estadounidense, Jeff Sessions, amenazó este lunes a las ciudades conocidas como "santuario" –es decir, que no colaboran con las acciones federales para deportar inmigrantes– con que deberán atenerse a las leyes o sufrirán recortes de fondos.

"Hoy quiero urgir a estados y jurisdicciones locales a cumplir con las leyes federales (…) como condición para recibir fondos", comentó desde la Casa Blanca.

Sessions dijo que estas "ciudades santuario" están obligadas a respetar el estatuto número 1373, que determina que para recibir fondos federales  esas jurisdicciones no pueden adoptar normas locales que limiten la  comunicación de información sobre la situación migratoria de los individuos.

El también fiscal general apuntó que el polémico estatuto "deja claro  que la falta de acción para remediar una violación resultará en la retiradas de  fondos, finalización de los fondos o remoción de la condición para recibirlos".

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Las leyes estadounidenses de migración, remarcó el funcionario, "determinan  que Estados Unidos debe remover rápidamente del país a extranjeros que han sido  condenados o arrestados por ciertos crímenes", agregando que "lamentablemente" algunos estados y ciudades "han adoptado políticas diseñadas para frustrar" la aplicación de leyes migratorias.

Esta política de adoptar normas locales para impedir la aplicación de leyes  migratorias federales "no puede continuar", insistió Sessions.

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Este es un tema especialmente relevante para la administración del controversial presidente Donald Trump, que llegó al poder con la promesa de deportar 11 millones de  indocumentados, la mayoría hispanos.

Con esta finalidad, aumentó el poder de la agencia  migratoria ICE, que ha realizado varios arrestos en "ciudades santuarios" a  pesar de no contar con la colaboración de las autoridades locales.