Daniel Sauer: “La gente ocupó el audio como si fuéramos los más delincuentes de Chile”
El ingeniero de 47 años, socio de Factop y la corredora STF, relata su paso por Capitán Yáber y el efecto de la difusión de su conversación con Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos. "Hay muchos errores y malas prácticas, pero no hay delitos", afirma, antes de predecir que su caso penal se derrumbará en tribunales. "Si llegamos a un juicio oral, tengo la firme convicción de que seremos absueltos todos". Y compara con el caso del momento: "Terminaremos, probablemente, con un SQM 2".
Daniel Sauer Adlerstein (47 años) se hizo nacionalmente conocido en noviembre de 2023, cuando Ciper divulgó la grabación subrepticia de una conversación privada realizada el 22 junio en las oficinas del abogado Luis Hermosilla y donde participó Leonarda Villalobos, quien registró la cita sin el conocimiento del resto.
En ese entonces, a mediados de 2023, Sauer estaba en problemas: la corredora STF, en la que participaba, había sido suspendida por la Comisión para el Mercado Financiero, y los acreedores de su factoring Factop empezaban a retirar los dineros de la compañía. Sauer entró al anexo Capitán Yáber en abril de 2024 y salió en julio pasado. Estuvo 479 días y en todo ese tiempo convivió en la misma pieza, en tiempos distintos, con su hermano Ariel, su socio Rodrigo Topelberg, el exalcalde Daniel Jadue, el juez Juan Antonio Poblete, su exsocio Álvaro Jalaff y el exgerente general de Primus, Francisco Coeymans.
“Tuve una gran suerte, pero como todo en la vida, las cosas tienen matices. Dentro estuve rodeado de buena gente. Con Daniel Jadue me hice muy amigo, y también con Manuel”, dice en referencia a Monsalve, el exsubsecretario del Interior acusado de violación de una subalterna. “Uno se va haciendo cercano, porque, aunque todos digan que la Yáber es buena y que puedes hacer lo que quieras, la realidad es otra: es una mierda. Estás preso e incomunicado. Te encierran en una pieza y luego te ponen un candado afuera. Para la familia, es muy complicado”, cuenta en esta, su primera entrevista, en su casa en un exclusivo condominio de San Damián, en Las Condes, rodeado de siete perros chihuahua y pomerania.
Sauer está con arresto domiciliario total y todos los días se presentan en su casa carabineros para verificar que cumpla con la medida cautelar dictada por el 4° Juzgado de Garantía de Santiago. Casado con la modelo Titi Ahubert, con quien tiene cinco hijos, Sauer está imputado por los presuntos delitos de cohecho, lavado de activos, estafa, administración desleal y delitos tributarios.
¿Hace una autocrítica por todo lo que pasó?
Por supuesto que hago una autocrítica. Si no la hiciera, significaría que no aprendí nada en los 16 meses que estuve preso. Reconozco mis errores, pero no cometí delitos. Estoy convencido de que la Fiscalía toma los casos, los exagera, les pone de todo y eso lo viví en carne propia. Lo viví, por ejemplo, con Jadue. Jadue no se llevó un peso para él, y sin embargo, está en las cuerdas. Después lo viví con los Primus. La Fiscalía investigó una cobranza de un factoring en la que fueron estafados (...) Todos cometemos errores, no estoy diciendo que seamos santas palomas ni mucho menos, pero después la Fiscalía te acusa de hasta ocho delitos.
Yo sé que hicimos un audio pasado de madre con Lucho en el que se dijeron cosas. Yo tengo mucha confianza con Lucho y el 90% de lo que se hablaba ahí estábamos hueveando. Hablamos de unas ucranianas y polacas. ¿Éramos proxenetas? No. Hablamos de una piedra colombiana. ¿Éramos traficantes? No. Entonces, agarraron el audio como si fuera un testamento y el 90% de lo que se dice no es cierto. Por ejemplo, Lucho dice: ‘Hay que quemar el Servicio (de Impuestos Internos)’, no está diciendo que va a ir a quemar el servicio realmente, sino que es un ejemplo de que quiere pedir más cosas. La gente ocupó el audio como si fuéramos los más delincuentes de Chile, donde la única corrupción que se probó es que María Leonarda Villalobos le pasó 1.300.000 pesos a una persona que estaba en SII para saltarse el mesón. Es todo lo que pudieron concluir, después de dos años de investigación. Este es un caso que se infló de una manera impresionante, diciendo que estaba (Andrés) Chadwick y que iba a caer gente de izquierda y de derecha.
Se armó todo un bombo con un caso de factoring. La deuda partió en $ 61 mil millones y terminó en $ 31 mil millones y si se hubiera hecho bien la cobranza, teníamos $ 6 mil millones en hipotecas de clientes. Teníamos las acciones de Patio por $ 5 mil millones más. Teníamos las acciones de Youtopia. Teníamos la fuerza de comercio de Factop. Ahí había unos $ 13 mil millones para que todos hubieran recibido un 30% adicional de lo que se había pagado. Aquí nunca el tema fue estafar a la gente. Acá se mete la CMF a la corredora de bolsa y luego vino la gente que quiso hacer sus retiros y la empresa cae, pero nunca hubo una intención de estafar. Nadie se quedó con la plata del otro.
Había deudas de personas naturales, que entre ellos suman más de $ 12.000 millones, los que aprovechándose del audio llegaron incluso a interponer querellas en contra nuestra, con un descaro impresionante. Es gente que debía a Factop más de $ 5.000 millones y aparecen como querellantes en esta causa. Nunca fui formalizado por sus querellas.
¿Usted de qué es culpable?
Yo soy culpable de haber tomado malas decisiones. Tomé malas decisiones. Con mi hermano y Rodrigo tomamos malas decisiones. Administramos mal, en la corredora de bolsa no tomamos las precauciones de un mercado superformal. Actuamos de forma informal. Entonces, cuando llegó la CMF, vio que había cosas, a mi gusto, que eran de compadrazgo. Nunca he sido un experto en regulación. Yo me dedicaba al factoring, nunca he estado en el mercado financiero. Yo mantenía un pedazo, pero no sabía de la regulación. Una vez que las conocí y después de todo el tiempo, claro que nosotros actuamos de manera informal y pagamos el costo del cierre. Una vez que la corredora cayó, cayó todo el grupo.
¿Reconoce la emisión de facturas falsas?
Claro, exacto. Reconozco la emisión de facturas, pero están todas con notas de créditos. Todas estas facturas se emitieron con fines de financiamiento en el mercado, nunca para que estas fueran registradas en la contabilidad, y eso mismo ha dicho la Fiscalía en las audiencias, que en los whatsapp yo decía ‘no registrar en la contabilidad, son solo de financiamiento’. La mayoría de la gente hace las facturas para descontar IVA y rentas, pero nosotros nunca lo hicimos. Nosotros nunca cometimos un dolo al Servicio de Impuestos Internos. Lo clave está en que, en dos años, nunca nos ha aplicado un giro, a diferencia de lo que ocurrió con el resto de los imputados.
Topelberg y los Jalaff
¿Cómo conoció a Rodrigo Topelberg y los hermanos Jalaff?
A Topelberg lo conocí cuando tenía cinco años. Éramos compañeros del Colegio Hebreo y éramos vecinos en Concón. Nos veíamos mucho. Éramos muy amigos y compañeros de vida. Cuando tenía 17 años, por amigos en común conocí a Álvaro primero. Éramos amigos cercanos. Todo se afianza cuando me caso con mi señora, Titi Ahubert, porque ellos son primos hermanos. Siempre tuvimos una superbuena relación, hicimos millones de negocios desde que nos conocimos. En 2006 le financié la Ciudad Azul a él, que después fue un megaproyecto. Lo que pasa es que cuando las cosas explotan se olvidan que hubo 20 años de negocios.
Factop partió en 2003 y murió en 2023. El fiscal, cuando dice que esto es un esquema Ponzi, es no entender el negocio. ¿Cuándo has visto un esquema Ponzi 20 años? No existe. Es como hacer la estafa más grande del mundo en 20 años. Sólo a inversionistas Factop pagó $ 56 mil millones a lo largo de los 20 años (...)
Aquí hubo tres hitos que fueron importantísimos para que esto terminara. El primero es la CMF. El segundo: la grabación de la Leo, porque sin esa grabación, Topelberg nunca se habría dado vuelta. Y la querella de Topelberg.
Pero yo lo que más veo en esta causa es que, en un problema de plata, los fiscales tratan de armar algo en el que todos tienen ocho delitos. Yo tengo cuatro a seis delitos y te ponen una cantidad de delitos que nadie tiene. Eso lo vi con Jadue y con los Primus. Los Primus armaron una cuestión para joderse al Paila. Pero de ahí a que hayan cometido delitos de asociación ilícita o administración desleal...
¿Hoy cómo es su relación con Rodrigo Topelberg?
No existe. Dentro de la cárcel sí, en los ocho meses que vivimos juntos.
¿Le preguntó por qué filtró el audio?
Rodrigo durante los primeros seis meses me negó que hubiera entregado el audio. Le pregunté 20 veces: ¿Tú lo filtraste? Y me decía: “No lo filtré”. Y a finales de agosto, para salir de Yáber, dio una declaración en la que reconoció la filtración del audio. Ahí él sale y vuelve en tres meses más. Al principio no nos hablábamos, pero después empezó a jugar carioca con el grupo y al final nos terminamos hablando y en el último tiempo tuvimos un par de conversaciones que fueron algo más sanadoras. Pero el tema estaba tan roto que ya no daba para más. Estás en 200 metros cuadrados y convives encerrado 23 horas. Ya era tanta la mierda por todos lados que te preguntas: ¿qué voy a sacar si lo encaraba? ¿Va a echar pie atrás?
¿Y su relación con Álvaro Jalaff, cómo está?
No puedo hablar con él por el tema de la causa. No he sabido nada de él. Adentro fue una relación, la mayor parte del tiempo, tranquila. Evidentemente que cuando uno va declarando, vas conociendo más detalles y la relación se pone más áspera. En términos generales no te diría que estamos unidos, pero es una relación tranquila.
No es la misma relación que tuve con Marcelo Rivadeneira, Antonio Guzmán y Francisco Coeymans. Creo que cuando estas cosas explotan y estás en un mismo grupo después cuesta reactivar las confianzas o hacer cosas juntos, como decir: “no sé, primo, hagamos negocios mañana”, después de tanta caca para todos lados.
¿Usted se considera un empresario?
Soy cien por ciento un empresario. Factop y la corredora es creación nuestra. Tuvimos un buen tiempo, pero después por malas decisiones o malas inversiones muchas veces, o haberle prestado plata a gente incorrecta, esto se complicó. Si nosotros terminábamos con un incobrable de $ 15 mil a $ 16 mil millones y un no pago de $ 31 mil millones, en la cartera teníamos la mitad. Si hubiéramos tenido una cartera más sana y los $ 25 mil hubieran estado pagándose, habría sido distinta la historia. En los años se fue acumulando lo malo y te queda una cartera de $ 16 mil millones impagos. Hubo muchos amigos que no nos pagaron.
Rodrigo Topelberg dice que fue engañado. ¿Usted lo engañó?
Jamás engañé a Rodrigo Topelberg, siempre lo hablamos todo, creo que por un tema de capacidades o por andar en otra parada en la vida, él dijo que entendía algunas cosas y otras no. Hay un whatsapp en el que le digo: “Rodrigo faltan 200 palos para la corredora para mejorar índices que era a las 4 o 5 de la tarde”. Para mí eso no era delito, pero para la Fiscalía sí lo era. Yo di la prueba para corredor y la reboté dos veces. No soy un experto en el mercado, pero si tú necesitas a las 2 tener una cobertura y la plata está y tienes permiso y la plata vuelve a estar, para mí no hay un delito, pero para ellos sí lo hay. Vemos las cosas de manera distinta. Lo mismo lo digo en las facturas: hicimos algo que está mal hecho, en mala lid, pero no veo el delito.
¿Pero emitir facturas falsas es un delito tributario?
Es un delito tributario, pero con la nueva ley nosotros emitimos facturas solo como financiamiento, no para registrar en las contabilidades y eso no estaba sancionado cuando las emitimos. Por eso mismo están los whatsapp en los que le digo a Marcelo Medina, contador de Patio: “No registres estas facturas en la contabilidad, son solo para financiamiento”.
Es similar al caso de La Polar, que al tener más colocaciones ellos pagaban más IVA. Nosotros al facturar y al hacer la nota de crédito, se neteaba y pagábamos el PPM adicional. Entonces, creo que hay muchos errores y malas prácticas, pero no hay delitos.
A mí, por ejemplo, me imputan de lavado de activos. Mi primera casa la compré con un crédito con Itaú. La segunda casa la compré con un crédito BCI. Todos los autos los compré con Forus. Nunca puse un peso en efectivo, y la Fiscalía me tiene como si todo esto fuera parte de lavado de activos. Hay malas prácticas, pero no hay delitos. El cohecho tampoco está. Yo tengo una deuda con la gente, pero si me hubieran dejado salir antes para poder trabajar, habría podido comenzar a pagar antes. Te dejan sin trabajar y te matan la familia. Tengo niños chicos, que tienen 13 y 16 años. Yo era el papito, mi hija grande tenía 18 años, ahora tiene 20. Tienes a tres cabros que los marqué de por vida. Perdí esta casa, porque está rematada. Perdí mi departamento. Todas mis sociedades están rematadas.
¿De qué vive?
Tengo gente que me ayuda. Amigos y familiares. Me mantienen. Me lo regalan.
¿Es cierto que tiene cuentas en bancos de Israel?
Eso es superfalso. Todos buscaron. A todos los que me preguntaron les dije lo mismo: al que me encuentre un peso a fuera, le pago por diez. Nunca tuve nada en Israel. Yo actué de buena fe. Era el gerente comercial de la empresa, no era el financiero, pero por los números que vi puedo decir que Factop era rentable en los negocios.
¿Quién era el gerente de finanzas?
Mi hermano Ariel. Hace 30 años, ¿qué hacían los fiscales? Agarraban todo y preguntaban quién firmó y apuntaban al gerente general, como representante legal. Hoy ¿qué hacen los fiscales? Vengan todos los celulares y vamos a hacer el juicio a través de los celulares. Primero, los celulares y después filtramos trabajando de la manito con la prensa. Agarran todos los celulares, entonces quienes más cagamos somos los gerentes comerciales, porque el gerente de finanzas no habla con nadie. Esa es la nueva moda y es una locura, porque te arman un caso con los chats.
¿Cómo pretende rehacer su vida?
Es superdifícil, porque el nombre públicamente te lo matan. Fuera de eso, antes de ir a juicio estás en el escarnio público en la Plaza de Armas y en pelotas. He sido condenado antes de ir a juicio y después el final saldrá en una calugita que fui sobreseído o absuelto. ¿Quién te paga los miedos? ¿Quién te paga los 16 meses mirando el techo en la cárcel?
¿Cuál ha sido el impacto familiar?
El impacto ha sido gigante. Yo era el gran sostén de la familia. A mis niños le afectó esto mucho en el colegio y en sus notas. Mi hijo se llenó de tics. La Titi tuvo que ir al siquiatra y tomar pastillas. Pasamos de tener una vida tranquila a ahora que nos falta la plata. Todo esto fue muy heavy. Lo único que rescato es que estuve con gente con la que algo aprendí y es gente buena.
Larraín Vial afirma que fue engañada. ¿Usted los engañó?
No, no es cierto. En primer lugar, yo no sabía cuánto valía Patio ni qué relación tenía con Patio. Mi enfoque estaba en la opción que ofrecía Factop para poder recibir el pago, ya que me debían $ 4.300 millones.
¿Qué es lo que espera del caso?
Desde el punto de vista penal estoy esperando que cierren la causa pronto. El plazo vence en noviembre y le puede quedar una renovación de tiempo más de investigación. Espero que se me reconozca el 228 bis, la cooperación eficaz que realicé en otra investigación y la clara colaboración sustancial en Factop, que ya ha sido reconocida por el Ministerio Público.
Si llegamos a un juicio oral, tengo la firme convicción de que seremos absueltos todos. Sin embargo, este proceso se prolongará eternamente, incurriendo en un alto costo humano y económico tanto para nosotros como para el Poder Judicial y la Fiscalía. Terminaremos, probablemente, con un ‘SQM 2’, y nuestras familias sufrirán un daño irreparable. Además, la Fiscalía seguirá perdiendo juicios, ya que muchas de las causas que abren no se basan en investigaciones sólidas, sino en el impacto mediático que generan, buscando notoriedad en lugar de enfocarse en las investigaciones que realmente corresponden y donde sí existen delitos.
¿Le sorprendió que el audio se filtrara?
Sí. Jamás esperé que alguien estuviera grabando. Es una locura, estás con tu abogado. Es como si fueras al siquiatra y hablas de tu señora y él al otro día le muestra la grabación de lo que hablamos. Si esta práctica de grabar conversaciones se diera más en Chile, se acaba la profesión. Es una locura que tu abogado te grabara.
Usted dijo en el audio: “Quiero una piedra de droga”. ¿Coimearon a algún funcionario público?
Nunca.
¿Y a través de Leonarda Villalobos, sabía de pago a funcionarios?
Nunca. No conocía a ningún funcionario, ni a Renato Robles ni a Patricio Mejías. Leonarda Villalobos lo único que hizo fue pagar poco más de un millón de pesos para saltarse la fila. Aquí hablan del megacaso de corrupción y lo único que probaron fue ese pago. Si ella se saltaba la fila, ¿para qué me iba a decir? En el famoso audio, yo en algún minuto le pregunto a la Leo si tiene la mano en el Servicio para hacer lo que Lucho quiere hacer, se lo pregunto. Y si yo hubiese sabido, ¿para qué le iba a preguntar?
¿Con cuántas personas ha logrado cerrar acuerdos de reparación?
Tengo entre 16 a 18 acuerdos.
¿Cuántos faltan?
Unos 16 más.
¿Por qué cree que ellos no aceptan las propuestas?
Creo que, principalmente, por la postura de los abogados de la contraparte, que son bastante exigentes. Yo estuve alrededor de 20 años en los que tuve entre cinco y seis impagos al año, pero al menos siempre aceptaba lo que me ofrecían.
Soy, sin lugar a dudas, la persona que más veces ha declarado ante la Fiscalía y la PDI. He declarado 16 veces, y te diría que suman alrededor de ocho días completos, 12 horas por sesión. Creo que no hay nadie que haya declarado tantas horas para ayudar en este caso.
“En Capitán Yáber éramos un grupo de 13 o 14 ‘pequeños abogados’”
¿Cómo fue su relación con los otros internos en el penal? ¿Con Monsalve?
Mi relación con Manuel Monsalve fue muy buena. Creo que Manuel es un muy buen hombre. No me voy a referir a su caso por respeto a su familia, pero siento que le están cargando la mata de algo que no hizo. Cada uno tendrá su pensamiento distinto. Yo la verdad es que lo conocí en un lado muy humano a él y su señora y a su hija. Son una muy linda familia y él es una muy buena persona.
¿Al interior del penal qué hacían?
A las nueve había que estar en pie porque pasaban la cuenta. Después cada uno tomaba desayuno. Ya a las nueve y media y hasta las doce era la hora en que te podías reunir con tu abogado. Y en el verano salíamos de 11 a 12 al patio. Era una hora en la que todos agarrábamos nuestra sillita. Te sientas un ratito, otros caminan y conversábamos.
En el invierno hace mucho frío y en el verano hace mucho calor. Al final, tienes algunos privilegios y otras desventajas. Puede ser que el privilegio era que había una menor cantidad de gente en un espacio más grande, donde tienen agua caliente y eso sería (...) Pero la gran desventaja que tiene la Capitán Yáber es que estás absolutamente aislado. En todas las cárceles de Chile tienes teléfono público, pero no en Capitán Yáber.
Una vez al mes generalmente te hacen un allanamiento al dormitorio y al rancho. Ellos entran a las piezas. Jugábamos harto carioca. No hay mesa de pimpón ni mesa de pool. No hay ni piscina temperada. Nos turnábamos y a uno le tocaba, por ejemplo, limpiar los baños, a otro le tocaba limpiar el rancho, con las bandejas que te traen el almuerzo.
¿Cómo es su relación con Luis Hermosilla?
El tribunal nos ordenó no tener ningún tipo de comunicación. Pero dentro de Yáber, él fue un gran apoyo. Es una persona inteligente con la que se puede hablar. Además, como está involucrado en todo el tema legal, dentro de Yáber se discutía mucho sobre lo penal. Éramos un grupo de 13 o 14 ‘pequeños abogados’, porque todos, en algún momento, se creen abogados. A veces las conversaciones terminaban con alguien diciendo: “No, yo lo vi. ¡Tráete el Código Penal, el Código Civil!”. Estaban Antonio Guzmán, Luis Hermosilla y Sergio Ponce. De pronto, nos poníamos a buscar los libros y terminábamos todos hablando como abogados.
Dentro uno la pasa muy mal. Lloras, sufres, te angustias… Pero también hubo momentos bonitos, como en Navidad, Año Nuevo, o cuando celebrábamos los cumpleaños de los hijos de algunos. Algunos traían tortas y compartíamos. Yo con Manuel hablo lo mismo que con su señora y su hija. Entonces, se genera un ambiente de comunidad. Las barreras se bajan. De hecho, recuerdo que una vez, en una mesa, estaba Daniel (Jadue) y me dice: “Ven, siéntate aquí”, y había una diputada del PC que me saluda: “Hola, Daniel, soy hija de papás desaparecidos, soy pro Palestina…”. Y yo le contesté: “Hola, soy facho y judío”. Se rio mucho y me dijo: “Sabes qué, me caíste bien”.
Lo último
Lo más leído
3.
4.
5.
¡Aprovecha el Cyber! Nuestros planes a un precio imbatible por más tiempo 📰
Plan Digital$990/mes SUSCRÍBETE