El plan que delineó Warren Buffett para acelerar la entrega de su inmenso patrimonio
“La aceleración de mis donaciones no refleja ningún cambio en mi visión sobre las perspectivas de Berkshire”, aclaró el denominado “Oráculo de Omaha”.
Warren Buffett delineó un plan para acelerar la entrega de su enorme patrimonio valorado en US$ 149 mil millones a las fundaciones de sus hijos, al tiempo que busca dar espacio a los accionistas de Berkshire Hathaway para ganar confianza en el próximo CEO, Greg Abel.
En una carta de Acción de Gracias —que el inversionista anunció como una nueva tradición anual— Buffett explicó que la avanzada edad de sus tres hijos lo ha llevado a adelantar las donaciones de sus acciones.
Según el empresario, este paso “mejorará la probabilidad de que ellos dispongan de prácticamente todo mi patrimonio antes de que otros fideicomisarios los reemplacen”.
Abel, de 63 años, asumirá como CEO de Berkshire a comienzos del nuevo año, mientras Buffett, de 95, permanecerá como presidente del directorio.
“Quiero conservar una cantidad significativa de acciones clase ‘A’ hasta que los accionistas de Berkshire desarrollen la misma confianza en Greg que Charlie y yo disfrutamos durante años”, escribió Buffett en referencia a su histórico socio, Charlie Munger, fallecido hace dos años.
En tal contexto, el denominado “Oráculo de Omaha” aseguró que tanto sus hijos como el directorio de Berkshire “están 100% detrás de Greg”, según la información que recoge CNBC.
Buffett mantiene un valor aproximado de US$ 149 mil millones en acciones de la compañía, principalmente en títulos clase A, que cotizan en torno a US$751.480 cada uno.
El inversionista informó que 1.800 de esas acciones A fueron convertidas en 2,7 millones de acciones B y donadas a cuatro fundaciones familiares: la Susan Thompson Buffett Foundation, la Sherwood Foundation, la Howard G. Buffett Foundation y la NoVo Foundation. La transferencia supera los US$1.300 millones.
“La aceleración de mis donaciones no refleja ningún cambio en mi visión sobre las perspectivas de Berkshire”, aclaró Buffett en el documento, su primera comunicación relevante desde que anunció su retiro como CEO.
El empresario indicó además que Abel, hoy vicepresidente a cargo de las operaciones no aseguradoras, tomará la posta en la redacción de la tradicional carta anual a los accionistas —iniciada por Buffett en 1965—, mientras él continuará publicando una carta especial cada Día de Acción de Gracias.
En un tono personal poco habitual, Buffett se refirió también a su estado de salud: “Para mi sorpresa, generalmente me siento bien. Aunque me muevo lento y leo con más dificultad, estoy en la oficina cinco días a la semana trabajando con gente maravillosa”, escribió.
Desde que tomó el control de Berkshire en 1965, Buffett transformó una textil en dificultades en un conglomerado de un billón de dólares que abarca seguros, ferrocarriles, energía y consumo masivo. En su carta reafirmó la fortaleza de la empresa, señalando que “Berkshire tiene menos posibilidades de un desastre devastador que cualquier otro negocio que conozca”.
La gigantesca “caja” de Berkshire Hathaway
La compañía cerró septiembre con un récord de US$381.600 millones en efectivo, reflejo de su prudencia financiera y de una política de ventas continuas de acciones durante 12 trimestres consecutivos. Su beneficio operativo creció 34% en el tercer trimestre.
Aun así, Buffett reconoció los límites de tamaño del grupo: “En conjunto, las empresas de Berkshire tienen perspectivas algo mejores que el promedio, pero dentro de una o dos décadas habrá muchas compañías que lo hayan hecho mejor; nuestro tamaño pasa la cuenta”.
El papel de Berkshire sube alrededor de 10% en 2025, superando a varias acciones defensivas, aunque por debajo del S&P 500 impulsado por el sector tecnológico.
“El precio de nuestra acción se moverá caprichosamente, cayendo 50% en ocasiones, como ha ocurrido tres veces en 60 años. No desesperen: América volverá, y también las acciones de Berkshire”, concluyó Buffett.
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