Jeannette von Wolfersdorff:“El problema de Chile no se soluciona solo con cambios a la Constitución”

25/01/2021 FOTOGRAFIAS A JEANNETTE VON WOLFERSDORFF Mario Tellez / La Tercera

La economista sostiene que para que el país avance se necesitan también dos modificaciones fuera de la Constitución: una agenda procrecimiento, con crecimiento inclusivo, y un Estado moderno. Afirma que el foco debe estar puesto en las medianas empresas.


Jeannette von Wolfersdorff, economista y fundadora del Observatorio Fiscal, entrega su visión sobre el proceso constitucional y el resultado del plebiscito de este domingo, con el amplio triunfo del Rechazo. Dice que en ningún caso este resultado se debe interpretar como el hecho de que el país no quiere cambios, sino que, todo lo contrario. No obstante ello, enfatiza que el solo hecho de iniciar un nuevo proceso no soluciona los problemas del país y por ello recomienda avanzar, en paralelo, en una agenda de crecimiento inclusivo y de modernización del Estado.

¿Cuál es la primera lectura que hace del triunfo del Rechazo? ¿Cómo se debe seguir este proceso?

Como país podemos dar el segundo paso y que de alguna manera implica tomar grandes acuerdos para poder avanzar. Veo de manera positiva que hemos dado democráticamente este paso y también creo que es el momento de ver con mucho cuidado el resultado y de cuidar el lenguaje. Es el momento de la moderación.

¿Cómo interpreta la alta votación del Rechazo?

Este resultado no refleja que Chile no quiere cambios.Tanto el estallido social, el voto por una nueva Constitución y también el Rechazo son parte de la historia de Chile. Y, tal como lo mostró la encuesta de Ipsos y de Espacio Público de julio de 2022, un 86% de chilenos piensa que la actual Constitución no es la solución tampoco. A la vez, la encuesta CEP de abril- mayo de este año mostró que una amplia mayoría de los chilenos, después de casi tres años en este proceso que nos busca unir, considera que una nueva Constitución tampoco solucionaría los grandes problemas del país.

¿Se debe avanzar con otros cambios en paralelo al nuevo proceso que se iniciaría para hacer otra la carta magna?

Significa, en resumen, que se necesita hacer un cambio de la Constitución, seguir el proceso, porque eso es positivo. Pero también se necesitan reformas en un nivel más concreto, fuera de la Constitución. No pueden agotarse en una reforma a las pensiones o de salud, que si bien son importantes, requieren algo en paralelo: una agenda procrecimiento basado en crecimiento inclusivo, y una agenda de modernización del Estado. Ninguna reforma sectorial tendrá éxito y podrá cumplir las expectativas de la sociedad sin estas dos agendas principales, más allá de la Constitución. A la vez, quiero destacar que esa agenda necesita conducción política para impulsar cambios de verdad, medibles, y en ese sentido, hay que tener cuidado con dos aspectos: cuidar mucho el lenguaje a nivel político donde hemos visto polarización, aun cuando eso no se ve en la sociedad, que se ha mostrado mucho más moderada. Chile tiene más personas que se identifican con el centro.

¿Cómo se avanza en esa dirección?

El sector más conservador, que se siente reflejado con el Rechazo, no debe caer en un corporativismo y defensa del statuo quo, porque eso es justo lo que nos llevó al estallido social. Negar las reformas será dañino incluso para quienes son los ganadores del statu quo, y por ello, el llamado es para que los empresarios se pongan a disposición y cooperen en una agenda de reformas para renovar el mercado. Sin crecimiento económico y sin un mercado más dinámico, innovador y moderno, será muy difícil sostener la agenda social que Chile necesita en el futuro.

¿Qué rol tiene que jugar el gobierno ahora en liderar la agenda de crecimiento económico?

Se debe apuntar al crecimiento de las medianas empresas que deberían ser la base de un crecimiento más innovador y no pensar que el crecimiento económico por sí solo soluciona los desafíos, porque el crecimiento de los últimos 15 años en Chile ha estado principalmente en 100 empresas: las más grandes, mientras la gran mayoría son microempresas. No tenemos en Chile un segmento de empresas medianas, entonces si hablamos de una agenda de crecimiento, deberíamos preguntarnos si queremos que 100 empresas sigan creciendo, porque eso no es suficiente, sobre todo en épocas de automatización del empleo, porque esas son las primeras empresas que automatizarán. Por ello, se debe apuntar al crecimiento de las medianas empresas, con políticas procrecimiento.

¿El avanzar en esta agenda que plantea, mientras se desarrolla el nuevo proceso constituyente, permitiría reducir la incertidumbre?

La incerteza o incertidumbre se produce porque nadie sabía o sabe hoy en día qué país será Chile en 1, 2, 3, 4, 5 años o más. Entonces, si se avanza en una agenda como la que se plantea, con un rol en el crecimiento de las medianas empresas, y medidas pro-competencia – y una segunda agenda para un Estado más moderno, esa incertidumbre se podría reducir. La incertidumbre no se reducirá con un nuevo proceso constitucional, sino con reformas más concretas que requieren de amplio consenso político Como estamos hablando de procesos de transformación, además requieren de planificación estratégica, con objetivos país medibles que orienten, alinean la acción y permiten rendición de cuentas. Esa agenda país deberá contar con apoyo internacional. Es más: ojalá la OCDE pudiera ser nuestro objetivo y visión país: qué tanto el Mercado como el Estado en Chile tenga en 10 años características principales como -al menos- el promedio de la OCDE hoy día lo tiene. Si hay objetivos claros, según ello, se diseña después una hoja de ruta. Eso sería ideal para reducir la incertidumbre país y avanzar con sinergias entre los distintos actores.

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