Rosanna Costa: “Es más probable que tengamos tasas de interés más elevadas que en el pasado reciente”

La presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, expuso ante la comisión de Hacienda del Senado, el Informe de Estabilidad Financiera (IEF). Al finalizar su presentación, puso énfasis en “construir capacidades de mitigación de los shocks” que puedan afectar al país. “Somos una economía pequeña y abierta al mundo. No podemos aislarnos de lo que ocurre en los mercados globales. Pero sí podemos generar condiciones para mitigar el impacto que eventuales shocks externos pudieran tener en nuestro país y en el bienestar de nuestra sociedad”, afirmó Costa.

Por lo mismo, dijo que se debe recuperar la profundidad del mercado financiero. “Es importante notar que los indicadores asociados no se han recuperado y se mantienen por debajo de los observados previo a la pandemia. Un mercado de capitales de menor tamaño incide en las condiciones de financiamiento de mediano y largo plazo y tiene menos capacidad de mitigar los shocks externos que pueda enfrentar la economía”, enfatizó.

En su exposición resaltó que “se debe considerar que el aumento de las tasas de interés de largo plazo locales se ha traspasado al costo de financiamiento: en el segmento corporativo, los bonos muestran un costo de financiamiento en niveles altos en perspectiva histórica, en un contexto de spreads mayores y bajo dinamismo de este tipo de emisiones”.

Asimismo, en el bancario, dijo que “las emisiones de deuda locales se han realizado a plazos más cortos y con spreads mayores. Además, los altos vencimientos previstos para la deuda pública y privada local pueden ejercer mayor presión al alza sobre las tasas y los spreads de financiamiento dada la menor demanda por activos financieros locales”.

Otro aspecto que resaltó es que la banca debe seguir adecuándose a la plena entrada en vigor del Basilea III, lo que ocurrirá a fines de 2025. “Este es un proceso que ha ido dándose progresivamente desde la aprobación de una nueva Ley General de Bancos en 2019. De hecho, su calendario de adopción tuvo ajustes durante la pandemia, precisamente para permitir que la banca pudiera adaptarse de la mejor forma posible”.

Mencionó que la adopción de los estándares de Basilea III implica un fortalecimiento de la banca, a través de exigencias más estrictas en varias dimensiones. Entre ellas, indicó Costa, incluye nuevos requerimientos de capital, en términos de niveles y de calidad. “Esto les permitirá absorber potenciales pérdidas, de modo que la banca pueda estar preparada ante la materialización de riesgos o shocks y pueda seguir cumpliendo su rol esencial de intermediación financiera”.

Ya hacia el final de su intervención, la presidenta del Central argumentó que “siguen presentes los riesgos del entorno geopolítico, lo mismo que la posibilidad de un deterioro abrupto de las condiciones financieras globales. Incluso si esto último no ocurriera, hoy parece más probable que nos enfrentemos a un escenario donde las tasas de interés sean más elevadas que en el pasado reciente”.

Costa explicó que “tras la crisis financiera global, la economía mundial vivió un período de tasas de interés bajas, particularmente de largo plazo, que tenía varios determinantes que suponíamos no persistirían por largo tiempo. A ello se suma factores que están aumentado la demanda por recursos de largo plazo, como la inversión que se requiere para mitigar y adaptarnos al cambio climático y el aumento del gasto dados los conflictos geopolítico”.

Todo esto, dijo Costa “pondrá mayor presión sobre el costo de financiamiento para las economías, elevando los riesgos de que nos enfrentemos a períodos de turbulencia. En este contexto, es necesario que sigamos trabajando en nuestras capacidades para hacer frente a estos escenarios y mitigar sus eventuales impactos en nuestra economía”.