Carlo Rovelli, físico italiano: “Lo que necesitamos es inteligencia natural, no inteligencia artificial”
Fundador de la teoría de la gravedad cuántica de bucles y escritor superventas, en esta entrevista con La Tercera plantea que "lo que nos falta es sabiduría humana, no computadoras potentes". Además, opina que "el problema de hoy no son los jóvenes; son los adultos en el poder, que son beligerantes".
Carlo Rovelli no solo es un físico teórico deslumbrante, sino que además es filósofo de la ciencia y un extraordinario divulgador científico. Sus libros -en parte ensayo, ciencia, historia, relato- han sido éxitos de ventas en el mundo, despertando gran interés por su área de conocimiento y por su persona.
Este bestseller italiano es uno de los fundadores de la teoría de la gravedad cuántica de bucles. Miembro del Instituto Universitario de Francia y de la Academia Internacional de Filosofía de la Ciencia, es responsable del equipo de gravedad cuántica del Centro de Física Teórica de la Universidad de Aix-Marsella.
Uno de los 100 “Global Thinkers” según la revista estadounidense Foreign Policy, es autor de gran cantidad de trabajos científicos publicados en las revistas más importantes de su ámbito y de dos monografías sobre la gravedad cuántica de bucles, así como de múltiples libros de divulgación. En Anagrama se han editado Siete breves lecciones de física, El orden del tiempo, Helgoland y Agujeros blancos.
Considerado un “físico rockstar”, una de sus mayores capacidades es su claridad y la cercanía para explicar lo difícil y complejo -como la física cuántica-, y además, su talento para relacionarlo con otros conceptos o ideas sobre la existencia y la sociedad. “La determinación de Rovelli por hacer accesible la física cuántica y sus prodigiosas ventas de libros, lo han llevado a ser calificado como ‘el nuevo Stephen Hawking’”, dijo George Eaton en New Statesman.
“Todos los grandes científicos del pasado fueron ávidos lectores de filosofía. No hay razón por la cual las cosas sean diferentes hoy. En mi opinión, lo contrario también es cierto: los filósofos que ignoran lo que hemos aprendido sobre el mundo con la ciencia terminan siendo superficiales”, dijo a BBC.
Después de muchos meses acepta esta entrevista por escrito con La Tercera. Contesta en dos tandas, más rápido de lo previsto, desde su nuevo domicilio en España.
Frente a la pregunta sobre cuál es el mayor desafío científico de este siglo, dice que él ya contestó esta pregunta, cuando decidió seguir su vocación por la física cuántica. “¡Yo ya elegí el mayor desafío científico de este siglo! Lo hice cuando comencé mi aventura en la investigación teórica. Creo que el gran desafío científico actual es comprender los aspectos cuánticos del espacio-tiempo. Quizás estemos progresando. No estoy seguro”, asegura a La Tercera.
¿Por qué la física cuántica es su pasión?
Porque la física cuántica es sorprendentemente extraña y misteriosa. Es como observar un mundo diferente. Darnos cuenta de que la realidad es profundamente distinta de la idea ingenua que tenemos de ella.
¿Cómo lo cambió a usted el hecho de dedicar su vida a la física cuántica?
Es difícil decirlo, porque no sé cómo sería si no hubiera estudiado física cuántica. Pero creo que la radicalidad de la física cuántica afectó mi visión del mundo y mi vida y contribuyó a empujarme a resistir y a no aceptar la normalidad como algo obvio.
“Lo único que nos enseña nuestro asombro es no confiar demasiado en las ideas intuitivas: el mundo es más extraño y diverso de lo que imaginamos”, escribe en Agujeros Blancos. ¿Cuántas de sus intuiciones sobre la existencia humana han sido superadas?
Esto es lo que hace que estudiar física sea tan emocionante. La forma en que pasa el tiempo es definitivamente diferente de nuestra intuición. Y esto no es una declaración mística vaga: es ciencia dura, muy bien probada empíricamente. La ciencia moderna ha cambiado completamente nuestra visión del mundo. Creo que la enseñanza más general es que todas las divisiones que pensábamos que eran diferencias importantes han resultado no serlo: entre cielo y tierra, humanos y animales, lo vivo y lo no vivo, mente y materia, espíritu y naturaleza, sujeto de conocimiento y las palabras conocidas... todo es parte de una realidad común... pero extraña.
Vivimos en una época de cierto terraplanismo post-COVID: las vacunas salvaron a muchos millones, pero después de eso, hay un secretario (ministro) antivacunas en Estados Unidos. ¿En qué lugar está la ciencia ahora? ¿Cómo se puede defender?
No creo que debamos dedicar tanta energía a defender la ciencia. Al final, la gente no es tan tonta y se dará cuenta de que las respuestas científicas, cuando estén disponibles, son mejores que las respuestas del charlatán. Creo que cometimos el error de encubrir las decisiones políticas bajo la frase “la ciencia lo dice”. Ese fue un error que hizo que a mucha gente le disgustara la ciencia.
¿Por qué cree usted que nos dirigimos directamente hacia una catástrofe nuclear, como dijo en una entrevista reciente?
Porque muchos países del mundo, especialmente en Occidente, demonizan a quienes tienen diferentes políticas e ideas. Esto conduce a la guerra. Además, muchos países del mundo, especialmente en Occidente, construyen cada vez más armas. Esto conduce a la guerra.
¿Qué le gustaría decirles a los líderes mundiales sobre este asunto si le escucharan?
Que las personas del mundo desean colaborar y ser amigables entre sí. No queremos ver a los demás como enemigos. No queremos dominar el mundo. Queremos vivir en paz y permitir que otros se desarrollen.
Existe un modelo extraordinario de colaboración internacional en los grandes observatorios astronómicos de Chile. No hay nacionalismo ni competencia, sino un objetivo común de conocimiento. ¿Cómo podría lograrse esto en otras áreas, en un mundo tan polarizado?
¡Ojalá todos hicieran esta misma pregunta! La humanidad tiene intereses y problemas comunes. Pero somos estúpidos y luchamos y entramos en conflictos unos con otros. Cubrimos esto con grandes ideas y hermosas palabras, pero en realidad siempre es solo avaricia y poder. Y el resultado es el horror para todos. Cada dos generaciones nos masacramos unos a otros. ¿Se volverá la humanidad más razonable y dejará de ser tan miope? Ojalá que sí, y a menudo sueño con que esto pueda llegar, pero no lo sé. Deberíamos aprender a vivir juntos. Ojalá los países estuvieran dispuestos a renunciar a la soberanía, por el bien común, como lo hacen los ciudadanos dentro de los países.
¿Cree que la inteligencia artificial puede ayudar a resolver los graves problemas del mundo, como el cambio climático?
No. La inteligencia artificial es una herramienta útil. Como lo son las lavadoras. Pero lo que necesitamos es inteligencia natural, no inteligencia artificial. Lo que necesitamos es una política inteligente, y no la estamos permitiendo. La mayoría de los políticos piensan en su ventaja inmediata, como ganar las próximas elecciones o ganar una lucha de poder en su partido. No piensan en resolver nuestros graves problemas comunes a largo plazo, como la catástrofe climática que se avecina. Lo que nos falta es sabiduría humana, no computadoras potentes.
¿Aún tiene esperanza (sobre el futuro), incluso en este momento complejo (política polarizada, reacción ante las políticas de cambio climático, etc.)?
Tengo grandes esperanzas cada lunes y me desilusiono cada viernes. Pero luego es lunes otra vez...
El joven que fue
Nació en Verona en 1956, un lindo lugar para crecer, pero provincial, según él. Su padre tenía una empresa, su madre era “inteligente y aburrida, una combinación fatal”, dijo en una entrevista. Lo impulsaron a ser independiente desde niño, y a los 14 años se fue de la casa: partió a Francia, buscando un grupo más cercano a sus ideas y a su edad. Fue un joven libre, explorador y radical.
“La curiosidad me llevó al estudio de la física. A la gente le gusta distinguir entre las artes y la ciencia, pero mi trabajo es infinitamente creativo”, dijo. ¿Cómo podemos darle esta posibilidad a la educación de los jóvenes, cuando las artes y la ciencia están divididas en silos?
Me parece absurdo mantener la ciencia, las artes, la historia, la filosofía y la literatura tan separadas como lo están en nuestra educación. Nuestra civilización es una única y vasta conversación, en la que todo afecta a todo lo demás. Creo que, desde este punto de vista, la educación italiana y alemana tiene una ventaja: muchas cosas se enseñan desde una perspectiva histórica, es decir, narrando su desarrollo. Esto nos ayuda a ver cuánto están entrelazados todos los aspectos de nuestra civilización y cómo nuestra visión del mundo está moldeada por todos ellos.
El tiempo, escribe en El orden del tiempo, “transcurre más de prisa en la montaña y más despacio en el llano”. ¿Qué cree que deberíamos hacer los humanos con este conocimiento? ¿Qué hemos olvidado sobre la naturaleza del tiempo?
Este conocimiento no cambia nada en nuestra vida cotidiana. Es como saber que la Tierra gira. Es bueno saberlo, pero no cambia la forma en que caminamos. Pero en términos de ideas generales, estas cosas terminan afectando nuestra espiritualidad (que creo que no es distinta de nuestra vida animal): por ejemplo, saber que la Tierra no es el centro del universo nos hizo (o debería habernos hecho) más humildes...
Leyendo sus libros queda claro que solo hay presente, ¿cómo vivir en él?
Bueno... ¡En nuestra vida existe el pasado y el futuro! Y más nos vale recordar el pasado y planificar el futuro (al menos un poco). El hecho de que sean relativos a nosotros y no de naturaleza general no cambia esto...
¿Qué le hubiera gustado saber sobre la vida cuando era joven?
No más de lo que hice. Estoy contento con las decisiones que tomé.
¿Cómo ve a la juventud de hoy?
Es mucho mejor que mi generación: más educada, más informada, más inteligente, con menos prejuicios. El problema de hoy no son los jóvenes. Son los adultos en el poder, que son beligerantes. Ojalá estuvieran más comprometidos con la construcción de un mundo mejor para todos. Más involucrados en la política. Algunos lo están, pero ojalá hubiera más.
¿Qué le gustaría que no olvidaran sobre lo que significa ser joven hoy?
Me gustaría ver a los jóvenes del mundo repensar que un mundo mejor es posible y que juntos podemos construirlo. Y para ello, debemos luchar por el bien común, no por nuestro éxito personal.
Por último: ¿cuáles son los nuevos hitos en su campo de estudio, que usted quiere ver materializados a lo largo de su vida?
Tengo muchas esperanzas de que alguna medición pueda respaldar la teoría cuántica de la gravedad que he desarrollado con mis colegas: la gravedad cuántica de bucles. Mi mayor esperanza es que demostrar que la materia oscura puede explicarse con la gravedad cuántica pueda resolver el problema.
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