“Este tipo es complejo y trágico”: las definiciones de Paddy Considine, el rey de House of the Dragon

Fotos: HBO

El spin-off de Game of Thrones gira en torno a la problemática sucesión de Viserys Targaryen, el dubitativo monarca interpretado por el actor inglés. Conocido por películas como 24 Hour Party People (2002) y The World's End (2013), asegura que su papel en la serie de HBO no se entiende sin su participación en la celebrada obra de teatro The Ferryman (2017), otro drama cruzado por la política y la familia.


Se anotó en una de las incursiones teatrales de Sam Mendes. Bajo la dirección del reputado cineasta de Belleza americana y 1917, y con la escritura de Jez Butterworth, Paddy Considine desempeñó un rol central en The ferryman (2017), una alabada obra ambientada en una granja en Irlanda del Norte en 1981.

En esa pieza de más de tres horas de duración, el actor inglés se transformó en Quinn Carney, un exmiembro del IRA cuyo hermano lleva diez años desaparecido y vive con una enorme parentela bajo el mismo techo. Drama familiar y político de resonancias colosales, el montaje le reportó elogios (The New York Times lo llamó “soberbio” y “magnético”) y nominaciones al Premio Olivier y a los Tony.

Foto: REUTERS/Maja Smiejkowska/File Photo

Quizás lo más importante de todo es que le hizo ganar una experiencia crucial para afrontar su mayor rol en la pantalla a la fecha: el rey Viserys Targaryen, principal eje de House of the dragon (La casa del dragón). En el primer spin-off de Game of thrones (cada domingo a las 21:00 por HBO y HBO Max) Considine encarna los impulsos, dudas y miedos del monarca que rige los destinos de Westeros casi 200 años antes del inicio de la ficción principal.

“Nunca fui a la escuela para aprender actuación ni nada por el estilo –ni la técnica–, y me sentía un poco impostor en muchos sentidos. Diría que tengo cualidades muy naturalistas en algunos aspectos como actor, pero pensé que algo estaba incompleto”, dice el intérprete de 48 años en una entrevista genérica cedida a este medio.

En ese sentido, protagonizar The ferryman “me dio disciplina, me enseñó un poco más sobre cómo ser actor, porque no tenía aprendizaje y tenía miedo de ciertos papeles, el texto y cosas así. Así que me ayudó a lidiar con eso. Cuando llegó House of the dragon, estaba realmente listo para interpretar un papel como este”.

Considine primero se desempeñó como músico (acaba de presentarse en Glastonbury con Riding the Low, la banda que formó en 2006) y estudió fotografía. Entre sus películas más reconocidas están 24 Hour party people (2002), de Michael Winterbottom, y The world’s end (2013), de Edgar Wright, donde se encargó de roles importantes pero de acompañamiento. Sin ser necesariamente una estrella, fue escogido para encarnar una figura central de House of the dragon, nada menos que al patriarca de una familia en problemas y el monarca de los Siete Reinos.

Escogido por el Gran Consejo como sucesor del rey Jaehaerys, Viserys encara los desafíos de su noveno año como gobernante. Frente a las interrogantes que surgen por aún no tener un varón como descendiente, deposita sus esperanzas en que el embarazo de la reina Aemma (Sian Brooke) le dé un niño. Pero la fatalidad se instala cuando, luego de una desgarradora escena de parto, ambos mueren.

Según han ilustrado los dos primeros episodios de la producción basada en Fuego y sangre, de George R. R. Martin (el tercero, el domingo 4 de septiembre), el rey no se destaca ni por su sensatez ni por su olfato político. En respuesta a lo que considera una afrenta, decide desterrar a su impredecible hermano, Daemon (Matt Smith), y designar como sucesora a su primogénita, la princesa Rhaenyra (Milly Alcock), encendiendo las alarmas en una tierra que nunca ha sido gobernada por una mujer y abriendo el apetito de sus rivales.

“El rey que lo precedió, Jaehaerys, fue un rey pacífico. Viserys siente que es su deber mantener la paz en los reinos y no crear guerra ni nada por el estilo. Así que esa es su misión. Pero le pasa factura: intentar ser rey en ese reino no es un trabajo fácil”, resume Considine.

El actor dice que advirtió el potencial de su personaje la primera vez que leyó los guiones. “Me sentí un poco halagado de que vinieran a mí y me tuvieran fe para darle vida a este tipo”, señala al hablar de un papel que tilda como “complejo y trágico”. “Pude embellecerlo con muchas cualidades que no estaban realmente allí en la página”, asegura.

Realizada con un presupuesto millonario, un gran despliegue de efectos visuales y la construcción en tamaño real de sus principales locaciones, la ficción podría haberse extraviado en la grandilocuencia. Pero no es lo que sugieren los capítulos iniciales ni lo que percibió Considine mientras estaba en las grabaciones.

“En última instancia, es un drama muy humano sobre una familia”, afirma. “Todo lo que puedes hacer es ser fiel a la historia. Incluso con toda esa escala, todo se reduce a los personajes del drama”.

Renovada para una segunda temporada y con un estreno que batió marcas de audiencia, el inicio de House of the dragon parece haber vencido cualquier escepticismo.

“La manera en la gente la percibe depende totalmente de ellos; nosotros hemos hecho nuestro mejor trabajo. Creo que es muy fiel a la serie original: no es un spin-off y eso es importante decirlo. Ciertamente para mí no se sentía así. Es el mismo mundo y lo verás desde los primeros episodios. Las cosas que están pasando, la falta de escrúpulos, la violencia y el drama”.

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