Hernán Galíndez desata conflicto internacional entre el Sifup y el gremio de futbolistas ecuatoriano

Hernán Galíndez, en el arco de la U (Foto: Agenciauno)

La AFE, la entidad que aglutina a los jugadores en el país del Guayas, le exigió a la entidad que preside Gamadiel García que respalde al arquero de Universidad de Chile. La respuesta de sus pares nacionales es contundente.



Hernán Galíndez quiere dejar Universidad de Chile. El guardameta esgrime que su seguridad está en riesgo por la controversia en torno al caso Byron Castillo. Ha acusado amenazas que ponen en riesgo su integridad y la de su familia. Su representante, Rodrigo Abadie, intenta sacarlo del país, pero se encuentra con una decisiva traba para ese propósito: la entidad estudiantil exige el pago de US$ 300 mil para liberarlo. En La Cisterna saben que el arquero ecuatoriano es un jugador cotizado e incluso que una buena actuación en el Mundial, si se ratifica la participación del combinado que dirige Gustavo Alfaro, elevaría aún más su cotización. Dejarlo partir sin costo es, a todas luces, un pésimo negocio, más todavía considerando que no faltaran los interesados en ficharlo. Sin ir más lejos, en Ecuador ya se habla del interés del Aucas. Y en otros mercados, como el estadounidense, también lo tienen apuntado.

El enredo sumó, ayer, un nuevo actor. La Asociación de Futbolistas del Ecuador aludió a una gestión clave que habría realizado. “El presidente de la AFE, Carlos Tenorio, se comunicó con el presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales de Chile, Gamadiel García Sánchez, solicitando que se dé las garantías y el apoyo necesario al jugador para que pueda retornar de forma segura a Ecuador, siendo su país de origen”.

La respuesta no se dejó esperar. “Por transparencia, debemos comunicar que esta información es completamente falsa. Nunca se han comunicado con nosotros”, replicó el Sifup, citando la mencionada publicación. La guerra estaba declarada.

“El apoyo está”

García profundiza en el desmentido a sus pares ecuatorianos. Tal condición, en todo caso es relativa, pues la AFE no está adscrita a FifPro, el ente que aglutina a los futbolistas de todo el mundo. Sin embargo, al margen de esa formalidad, la discusión es otra. “El tema es claro. En el comunicado dicen que se comunicaron conmigo y nunca lo hicieron. Ni con Galíndez tampoco. Un jugador no es asociado cuando está en otro país y está afiliado a otro sindicato. Más que la polémica, acá se pone al jugador en la palestra en un tema cerrado. Acá no ha habido ningún conflicto. Si se hubieran preocupado de su asociado, los primeros problemas de Galíndez fueron hace dos meses ¿Pedirnos qué? Yo hablé con el jugador y él sabe que nuestro sindicato está a su disposición”, establece.

El líder de los jugadores que actúan en Chile sostiene que ni siquiera fue necesario pedirle a Galíndez las eventuales evidencias en torno a las tribulaciones que habría sufrido. “Yo no pido que el jugador me cuente historias ni nada. Yo lo primero que le señalo es que le vamos a dar el respaldo. Hablamos con las instituciones. Nos comunicamos de inmediato y si lo necesita, le prestaremos la ayuda legal o haremos las denuncias. El apoyo para Galindez es irrestricto. Si necesita de nosotros, si necesita de asesoría legal, las puertas están abiertas. No nos pidió nada. Nosotros le ofrecimos. Lo primero que hicimos fue manifestar el apoyo al jugador”, detalla.

En esa línea, García sostiene que el Sifup se contactó con el club para corroborar eventuales irregularidades. Por esa razón, el timonel descartó que existieran causales que le permitieran a Galíndez poner término unilateralmente al vínculo que lo une con los laicos. “No hay un incumplimiento grave por parte de la U”, manifestó el lunes. Esa consideración echaba por tierra la posibilidad de una desvinculación unilateral.

La otra arista, la de la seguridad de Galíndez y de su núcleo más próximo, también está cubierta. “Después, hablamos con el club y nos señaló que estaban todos los resguardos para que se sintiera tranquilo. Pasaron dos meses y el apoyo ha estado tanto en el estadio como en el club. No vemos que haya un riesgo como lo señala el sindicato de futbolistas de Ecuador”, insiste García. La atención a esa variable, dice el dirigente, ni siquiera requería una notificación por parte del portero. “Si yo veo que públicamente dices que hay amenazas, sin que me llames me voy a comunicar contigo. No es necesario que sea cierto o no. Yo pongo el sindicato a disposición”, enfatiza.

En ese escenario, el exdelantero se anima a delimitar el conflicto. “Acá el problema no es Galíndez. Es una institución que sale después de dos meses a hablar. No me digan cómo tengo que actuar si ya lo hice. Ese es el punto”, concluye.

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