“Enésima agresión racista”: ataque contra el futbolista Vinicius Jr. abre crisis diplomática entre España y Brasil

Vinicius Jr., jugador del Real Madrid, reacciona cuando Javi Guerra, del Valencia, intenta hablar con él durante el partido del domingo, en el estadio de Mestalla. Foto: Reuters

El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva llamó a España a adoptar “medidas serias” para que el racismo “no se apodere de los estadios de fútbol”. Ello, luego de que el jugador brasileño del Real Madrid fuera llamado “mono” durante un encuentro con el Valencia, el domingo. “Somos antirracistas", respondió la portavoz del gobierno de Pedro Sánchez.


La “enésima agresión racista” sufrida este domingo por el delantero del Real Madrid, Vinicius Jr., en Mestalla, el estadio del Valencia, como la catalogó el diario El País, pasó de la polémica deportiva a una verdadera crisis diplomática entre España y Brasil. Una tensión que llevó al gobierno del Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a exigir medidas duras a su par español Pedro Sánchez, ante un caso, según coincidieron ambos países, que no parece ser aislado.

El mismo domingo Lula manifestó su solidaridad con el futbolista brasileño, luego de que el partido entre el Valencia y el Real Madrid –que este último terminara perdiendo 0-1- fuera interrumpido en el segundo tiempo después de que parte del público llamara “mono” a Vinicius Jr. “La FIFA, la Liga española, tiene que tomar medidas serias, no podemos permitir que el fascismo y el racismo se apoderen de los estadios de fútbol”, dijo el mandatario antes del inicio de una conferencia de prensa al término de la cumbre del G7, en Hiroshima, Japón.

“No es justo que el pobre chico que le ganó a la vida, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores del mundo, sea ofendido en cada estadio al que asiste”, insistió Lula, manifestando su rechazo frente al hecho de que, “casi a mediados del siglo XXI, tengamos prejuicios raciales cobrando fuerza en varios estadios de Europa”.

Un día después de las declaraciones de Lula, la posta fue tomada por su ministro de Justicia, Flávio Dino, quien dijo que estaba considerando recurrir al principio de “extraterritorialidad”, que, según él, permite activar una disposición de la ley brasileña para casos “excepcionales” de delitos cometidos contra ciudadanos del país en el exterior.

“Este es un remedio extremo, por supuesto, pero puede funcionar, puede ser necesario”, señaló Dino. La ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, repudió el incidente y también se hizo eco del discurso de su par en el gabinete de Lula al defender el “combate de raíz” del problema. “Mientras tenga sangre corriendo por mis venas, mientras esté al frente de esta cartera de Igualdad Racial, que el gobierno federal, del Presidente Lula, estaremos cuidando del pueblo brasileño negro, sea aquí o en el exterior, porque hay una cosa que aqueja a nuestra comunidad negra que es el racismo. Y este mal es un caso que tenemos que combatir de raíz”, dijo Anielle, citada por Folha de Sao Paulo, medio para el cual el caso de Vinicius Jr. “tomó el aire de un incidente diplomático”.

Según el periódico paulista, la secretaria de Itamaraty para Europa y Estados Unidos, Maria Luísa Escorel, habló por teléfono este lunes con la embajadora de España, Mar Fernández-Palacio, para trasladarle el mensaje de descontento del gobierno brasileño por la reincidencia de episodios de racismo.

En un intento por aplacar la polémica, el Ministerio de Igualdad Racial, de Brasil, y el Ministerio de Igualdad, de España, publicaron una nota conjunta este martes y afirmaron que el caso de racismo contra Vinicius Jr. no fue un caso aislado. “El mencionado acuerdo se basa en el hecho de que el racismo es estructural en nuestras sociedades y que eventos como el ocurrido en Valencia no son hechos aislados, sino que están profundamente arraigados en la sociedad”, dice el texto conjunto de las carteras. El comunicado recuerda que los dos países firmaron un memorando para promover la igualdad racial, en el que la preocupación por el deporte es uno de los puntos mencionados.

“(Existe) la obligación de que todas las instituciones competentes respondan con la mayor diligencia para actuar frente a este y todos los casos que se presenten en el ámbito deportivo y que no puedan quedar impunes, garantizando el seguimiento, protección y reparación de las víctimas de estos delitos”, añade la nota de los dos ministerios.

Pero, según informa el diario español Vozpópuli, La Moncloa, sede del Ejecutivo español, negó este martes que los cánticos racistas que soportó el jugador del Real Madrid en Mestalla el pasado fin de semana abrieran una “crisis diplomática” entre Madrid y Brasilia, pese a que Lula se pronunciara a favor de que se tomen medidas para “evitar que el racismo se apodere del fútbol”.

“El gobierno ya se ha pronunciado desde que ocurrieron estos hechos con absoluto rechazo y condena. Son comportamientos que en España no quedan impunes. Se persiguen y se castigan. Por eso, nuestro reconocimiento a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Este es un país donde este tipo de acontecimientos se persiguen. Que suceden es una evidencia. No solo en el deporte. Creemos que es un asunto sobre el que no cabe ser neutral. Somos antirracistas”, afirmó la ministra de Política Territorial y portavoz del gobierno de Pedro Sánchez, Isabel Rodríguez.

Junto con comentar que “en Moncloa no se dan por aludidos”, Vozpópuli aseguró que el gobierno español, además de negar contactos con Brasil por el incidente, desconocía el comunicado conjunto emitido por el Ministerio de Igualdad liderado por Irene Montero y el Ministerio de la Igualdad Racial de Brasil. “Todo un dardo al gobierno español, que este martes ha negado la necesidad de tomar medidas para frenar estos casos de racismo amparándose en que la actual legislación ya funciona”, apuntó el medio digital español.

La Policía Nacional de España detuvo este martes a tres personas de nacionalidad española con edades comprendidas entre los 18 y los 21 años por los insultos racistas que recibió el delantero Vinicius Jr. el domingo. Según el diario El País, “se trata de tres seguidores del Valencia” que “no tienen relación con grupos ultra”. Alrededor de tres horas después del arresto, la policía los dejó en libertad y acusados de presunto delito de odio. Sin embargo, el diario O Globo identificó al grupo que inició los insultos racistas contra el futbolista brasileño como los Ultra Yomus, una barra organizada, considerada ideológicamente fascista y de ideología nacionalista española, que surgió en 1983 en un contexto político marcado por el malestar y la violencia.

Pero no fueron los únicos detenidos. La Policía Nacional arrestó a cuatro personas que presuntamente colgaron un maniquí con la camiseta del delantero del Real Madrid en un puente cercano a la ciudad deportiva de Valdebebas, en Madrid. Los hechos sucedieron en la previa del partido entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid disputado a finales de enero. Según fuentes policiales, tres de los detenidos son miembros del Frente Atlético (un grupo ultra de aficionados del Atlético fundado con tal nombre en 1982) y uno, simpatizante. Los arrestados, todos españoles, tienen 19, 21, 23 y 24 años.

Según Vozpópuli, el caso de Vinicius Jr. se ha convertido en un “terremoto mundial de consecuencias diplomáticas imprevisibles para España”. Para el medio, el problema para España no es solo de imagen, ya que también puede tener consecuencias diplomáticas. Así, detalla que el racismo amenaza con colarse en la agenda de Pedro Sánchez durante la presidencia española de la Unión Europea entre junio y diciembre de este año. Brasil es un actor clave en el gran evento del semestre español, que será la cumbre Unión Europea-Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que se celebrará los próximos 17 y 18 de julio en Bruselas. Y en la que el presidente del gobierno español ha puesto todos sus esfuerzos a trabajar, ya que pretende que el acto sea “una lanzadera para su perfil global”.

“Sánchez lleva tiempo preparando este evento y, en concreto, tiene un especial interés en la asistencia de Lula, al que ha mimado en estos meses”, explican fuentes conocedoras de los preparativos del semestre español citadas por Vozpópuli. “No es imposible que el tema del racismo en el fútbol español se cuele en el debate y en la agenda. Los medios brasileños no van a perdonar lo que está pasando con su joven estrella”.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, por su parte, rebajan el impacto diplomático que pueda tener la crisis en lo que a la cumbre se refiere. Y pide no “sacar las cosas de madre”. “Una cosa es lo acontecido con los insultos en un estadio de fútbol y otra una cumbre UE-Celac con todo lo que ello conlleva”, explican.

Incluso, agrega Vozpópuli, en algunos foros especializados se especula con la posibilidad de que España pierda la sede de la Copa del Mundo del 2030. La candidatura compartida con Portugal, Marruecos y Ucrania parte como gran favorita para organizar esa Copa. Aunque no hay fecha definida, se da por hecho que la FIFA anunciará la sede en 2024.

El diario El País cree que “el racismo en España no termina en el fútbol”, apuntado que “la repercusión de la última agresión a Vinicius Jr. eleva el debate sobre la discriminación más allá de los estadios”. Al respecto, el diario O Estado de Sao Paulo recordó que España tiene alrededor de 5,5 millones de extranjeros en su territorio, la mayoría marroquíes (776.000), además de 91.000 brasileños.

“El país ibérico, que difundió el castellano especialmente en América en la época de las Grandes Navegaciones y cuenta con 2,8 millones de ciudadanos y sus descendientes residentes en otros países -muchos de ellos en Brasil (136,6 mil)-, se enfrenta en el deporte con un problema social que se ha agravado con los nuevos flujos migratorios y puede hacer emerger del fútbol una respuesta para el racismo y la xenofobia”, concluyó el periódico paulista.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.