Sebastián Ugarte: “En el mundo se está moviendo la tendencia a hacer obligatoria la vacunación”

Sebastián Ugarte, médico de la Clínica Indisa. Foto : Andrés Pérez

El jefe médico de la UCI de Clínica Indisa dice que a nivel internacional se está forzando la vacunación con distintos mecanismos, debate que estima ocurrirá en Chile una vez que el fármaco obtenga su aprobación regular. Afirma que su unidad está dominada por personas que prefirieron no inocularse. Y el arrepentimiento llega tarde, cuenta.


Hay una escena que al doctor Sebastián Ugarte, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos de la Clínica Indisa, le pesa profundamente. Ocurrió hace un par de días, cuando debió comunicarle a un paciente contagiado con coronavirus que debía ser intubado. Una escena a todas luces recurrente para el médico internista, pero que lo marcó, pues pudo ser evitada: aquel contagiado se había negado a vacunarse. “El paciente lloró mucho por eso. Fue algo muy fuerte para todos”, reconoce.

¿Estamos enfrentando una tercera ola?

Desde el punto de vista científico, esta alza de casos es considerada como un rebrote, no como una ola. Para evaluar esto, uno debe observar el pico en la cantidad de contagios y luego un descenso, lo cual aún no ocurre, aunque estimo que esta semana o la próxima podría observarse, superando los tres mil contagios, y luego comenzar a decaer.

¿Qué tanto ha servido el proceso de inmunización?

Gracias a las buenos índices de vacunación en Chile hemos visto que la cifra que sí ha disminuido mucho son los pacientes con complicaciones a causa de este virus. En la Unidad de Pacientes Críticos de esta clínica hasta ahora tenemos a 30 pacientes con Covid-19 internados, 20 de ellos intubados. Es algo muy fuerte, porque la gran mayoría es gente joven que no se ha vacunado o que presenta un esquema de inmunización incompleto. Este es un escudo para el cuadro epidémico más fuerte.

¿Porque no han querido o porque no han alcanzado a vacunarse?

Hay de todos los casos, pero muchos son pacientes que no quisieron vacunarse. Actualmente, de los 30 pacientes con el virus que hay en la UCI, diría que el 60% corresponde a personas no vacunadas y un 20% tiene el esquema de vacunación incompleto, lo que demuestra la eficacia de las vacunas para evitar los casos más graves. Está comprobado que con dos dosis el riesgo de contagiarse se reduce en un 60% y con la tercera dosis, en un 80%.

¿Por qué un vacunado podría padecer los peores síntomas del Covid-19?

Depende mucho de cada paciente. Hay que evaluar la carga viral a la que fueron expuestos, las defensas que tiene su organismo y las enfermedades previas. Las vacunas que se han creado principalmente garantizan que los infectados inmunizados no caigan en una cama UCI y eso es algo que se consiguió.

8 de junio 2020 Imágenes del personal de salud (doctores, enfermeras, técnicos) que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Indisa, gran parte de los distintos sectores del edificio fueron transformados para pacientes Covid-19 (pabellones, área pediátrica, urgencia). Foto: Andrés Pérez

¿Qué le diría a una persona que se niega a vacunarse?

Que no piense solo en ella, sino en todos los seres queridos que podrían sufrir por su causa. Hace muy pocos días tuvimos que intubar a un paciente que estaba muy complicado y que lloraba, porque no se había vacunado, fue algo muy fuerte. A los que no quieren vacunarse me gustaría invitarlos a la UCI para que vean ellos mismos lo que se está viviendo y quiénes son los más perjudicados.

Con todo, los que se han opuesto a inmunizarse son minoría...

La gran mayoría del país lo ha entendido y de forma voluntaria, lo que es destacable. Hay que tener en cuenta que en el mundo se está moviendo la tendencia a hacer obligatoria la vacunación por distintos mecanismos, por ejemplo en funcionarios públicos o de la Salud, o colocando restricciones para ingresos. Es muy posible que esta tendencia también sea el debate en los próximos años en nuestro país, en la medida en que las vacunas ya no tengan la aprobación de emergencia, sino aprobación normal de las agencias regulatorias.

Y también vienen los medicamentos para el combate a la pandemia...

Sí. Uno es el Molnupiravir, que es para atacar la enfermedad en la etapa inicial, que con evidencia científica ha demostrado que sirve para disminuir de un 14 a un siete por ciento los riesgos de un contagiado a caer hospitalizado. Si logramos tener un 80% de reducción del riesgo con la vacuna, aún nos queda un 20%, y ellos podrían tratarse con este medicamento. Hay otros fármacos a la espera de aprobación que combaten la carga viral. Y se viene una vacuna nasal, que además de evitar la aguja, generará una respuesta de anticuerpos con inmunogoblina A en las fosas nasales y en la boca.

¿El alza en los contagios podría deberse a un relajo en las medidas de protección?

Sin lugar a dudas. Ha habido una importante movilidad, que si no es la que había normalmente, se acerca mucho. Estamos sin cuarentenas, sin toque de queda, pero lo que se mantiene es el límite en los aforos y el uso de mascarilla, que son medidas muy importantes para combatir un virus que no ha sido erradicado.

¿Se erradicará alguna vez?

El escenario pospandemia no tendrá la erradicación del virus ni la eliminación en el territorio nacional. El virus seguirá existiendo en amplias regiones del mundo, y mientras tengamos las fronteras abiertas siempre podrá entrar. Entonces, por una parte tendremos una cohabitación inmunológica del virus, con gran parte de la población inmunizada, y realizando brotes más localizados y con, probablemente, un predominio en el invierno. Será como la influenza.

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