Longevos, pero obesos: OCDE posiciona a Chile como un país con alta esperanza de vida y alarmantes cifras sobre el peso
Un nuevo informe del organismo posiciona a Chile dentro del grupo de países que con menor gasto en salud ha logrado aumentar la expectativa de vida. Eso sí, hay otras categorías en que se ubica dentro de los primeros puestos, como, por ejemplo, los con más diabetes.
Chile aparece con luces y sombras en el nuevo balance de la Organización para la Cooperación de Desarrollo Económico (OCDE). El informe Health at a Glance de dicha organización analizó algunos indicadores de los sistemas de salud de las naciones que la integran, como, por ejemplo, el acceso y la calidad de los sistemas, así como factores de riesgo y carga de enfermedades. En el caso nacional algunas de estas mediaciones son buenas y otras, malas.
De acuerdo al análisis, el promedio de expectativa de vida general de la OCDE es de 81,1 años, y Chile tiene 81,6, lo que para los especialistas es muy bueno, pues habla de la capacidad de la red asistencial para tratar patologías. Por otro lado, eso sí, la obesidad es la que registra uno de los peores indicadores, pues Chile es el quinto país con el porcentaje más alto: de acuerdo a la media, el 19% de la población general de la OCDE padece esta patología, y en el país esta cifra asciende a 30,7%. Es decir, más de 10 puntos porcentuales por encima.
Pero ¿cómo Chile pasó a ser uno de los países más obesos? Samuel Durán, director del Magíster de Nutrición en Salud Pública de la Universidad San Sebastián, explica que se debe a los cambios de estilo de vida que experimentó la población.
“Los países latinoamericanos que tuvieron un desarrollo importante en los años 90 experimentaron una velocidad de desarrollo de la obesidad muy alta en menos tiempo si se comparan con países europeos, por ejemplo. Y esto se debe, básicamente, a un cambio en los estilos de vida”, ahonda el especialista.
En ese contexto, explica que algunos de estos cambios son que la alimentación “pasó de ser tradicional a una más de tipo occidental, con mucha comida chatarra y bebidas azucaradas. También cambió la actividad física: la gente antes era más activa, pero con la automatización, el uso del auto y los extensos horarios laborales, dejó de moverse. Además, el largo tiempo de transporte hace que las personas duerman menos, y dormir poco también es un factor de riesgo para la obesidad”.
La razón por la que la OCDE pone tanto énfasis en este indicador -y que preocupa a los expertos que Chile ocupe un lugar tan alto- es que la obesidad es un factor de riesgo -y causante- de numerosas enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, la hipertensión, algunos tipos de cáncer y la diabetes.
De hecho, la organización también tiene bajo la lupa a Chile por esta última enfermedad. En el informe se destaca que la prevalencia de diabetes en 2022 fue una de las más altas del bloque, junto con Costa Rica, Turquía y México. Mientras el promedio de los países de la OCDE alcanza un 8,8% de la población, en Chile la cifra asciende al 14%.
Javier Vega, diabetólogo de la Clínica UC Christus, afirma que una explicación es precisamente la obesidad: “Hay factores ambientales que nos juegan en contra, como la raza. De hecho, la población latinoamericana tiene, por desgracia, un mayor riesgo que la población norteamericana o europea. También influye la alta prevalencia de obesidad en la población en general y los estilos de vida occidentalizados que hemos adoptado de mala forma. Todo eso se va sumando”.
Entre otras cifras que destaca la organización, Chile presenta una tasa de incidencia de cáncer de 189 casos por cada 100 mil habitantes, una cifra muy inferior al promedio de los países de la OCDE, que alcanza los 291 casos por cada 100 mil habitantes. Incluso hay países donde esta tasa asciende, como 375 en Dinamarca o 463 en Australia.
Eso sí, José Miguel Reyes, oncólogo médico de Clínica MEDS, advierte que no hay que cantar victoria: “Estamos entre las incidencias más bajas, pero hemos ido subiendo con el tiempo, y vamos a seguir aumentando en la medida en que tengamos más factores de riesgo. La prevención que deberíamos hacer en Chile prácticamente no existe, y en los países desarrollados, tampoco mucho“.
En ese contexto, agrega que “podríamos evitar cerca del 40% de los cánceres cambiando los estilos de vida, haciendo ejercicio y evitando la obesidad. Hay que recordar que alrededor del 4% de la población en Chile es obesa mórbida y más del 30% tiene sobrepeso. Tenemos mucho que cambiar, y hacia eso tenemos que apuntar si queremos bajar la incidencia y no seguir aumentando“.
Hay más indicadores donde la organización destaca a Chile.
Antes del Covid-19 la esperanza de vida había aumentado en todos los países miembros y asociados de la OCDE entre 2010 y 2019, con un incremento promedio de 1,7 años. Aunque estos avances se perdieron durante la pandemia en muchos países -con una disminución promedio de 0,7 años en la esperanza de vida entre 2019 y 2021-, los datos más recientes muestran señales de una posterior recuperación. La esperanza de vida aumentó entre 2019 y 2023 en 23 países de la OCDE, y en Lituania, Chile e India creció en un año o más.
Chile también forma parte del grupo de países que, pese a destinar una menor proporción de recursos a salud en comparación con el promedio de la OCDE, logra buenos resultados sanitarios, como, justamente, el aumento sostenido de la esperanza de vida.
Lo último
Lo más leído
1.
2.
4.
6.