Hasta antes de hoy, sólo dos personas habían bajado de los 31 segundos en los 300 metros. Puede que porque sea una distancia poco corrida, pues son muy pocos los torneos que realmente organizan la prueba. También porque no es reconocida como una prueba oficial: la IAAF ni siquiera reconoce la plusmarca de la prueba como un récord mundial.

La gira de despedida de Usain Bolt comenzó hoy en Ostrava, República Checa y allí, su sucesor natural como astro del atletismo, el sudafricano Wayde van Niekerk, se transformó en el mejor tiempo en la distancia. Lo hizo de forma cómoda y, de paso, le arrebató al norteamericano Michael Johnson, dejándolo ya sin ningún récords (en Río batió el que le pertenecía en los 400 metros, fijándolo en 43"03). Bajó cuatro centésimas los 300, dejándolo ahora en 30"81.

Usain Bolt también corrió los 100 metros. Lo hizo con el freno de mano activado, pues sólo espera poder coronarse en el Mundial de Londres. Corrió en 10"06 y aún no baja los 10 segundos este año, aunque no es preocupación, pues el año pasado, sólo semanas antes de los Juegos de Río, consiguió batirlos.

Van Niekerk es pura potencia. Ha reconocido en repetidas ocasiones que su prueba más odiada son los 400 y que su sueño era competirle a Bolt. Pero un día, una abuela de 75 años llamada Anna Botha –que desde ese momento comenzó a entrenarlo- le explicó que si quería comenzar a ganar cosas grandes, su camino era el que hoy recorre.

Los tiempos del sudafricano son impresionantes, de hecho, en Sudamérica sería campeón absoluto (si acaso eso sirve como parámetro): los 100 metros los corre en 9"94 y los 200" 19"84; es el único atleta en todo el mundo que ha bajado las barreras de los 10", los 20" y los 44" en los 100, 200 y 400, algo que sólo logran los mejores, pero dedicados sólo una de ellas.

Wayde van Niekerk toma el relevo de Bolt. No lo quiere opacar, sus marcas completan las que él jamaicano no quiso batir. Ahora  logró la de los 31" en los 300 metros. Un fuera de serie, tal como su antecesor.