Nueva Convención, comisión de expertos y textos anteriores: las primeras propuestas de la histórica reunión transversal para un nuevo proceso constituyente

Este miércoles se realizó, en el Senado en Valparaíso, la primera cita formal entre los partidos políticos -desde los republicanos al PC, los que no se congregaban en un mismo encuentro desde 2019- para iniciar las negociaciones que deriven en la fórmula para redactar una nueva Constitución.


“Nadie está excluido, nadie está obligado a firmar y nadie tiene poder de veto”, fue la frase del presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), en medio de la reunión realizada este miércoles en el Congreso, ante los reparos expresados por los representantes del Partido Republicano frente a la continuidad del proceso constituyente.

El comentario, a juicio de algunos asistentes, marcó la cita en la que por primera vez se sentaban a una misma mesa todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, incluyendo a sectores tan distantes como el PC y los republicanos.

Al encuentro convocado para explorar la posibilidad de habilitar una nueva etapa constituyente, luego de que la propuesta de la Convención Constitucional fuera rechazada en el plebiscito del domingo pasado, llegaron cerca de 50 dirigentes políticos, entre timoneles partidarios, jefes de bancadas y autoridades del Congreso como Elizalde y el presidente de la Cámara, Raúl Soto (PPD).

Ni siquiera el acuerdo del 15 de noviembre de 2019 (15N), que habilitó el anterior y fallido proceso para elaborar una nueva Carta Fundamental, había tenido tan heterogénea participación. Los últimos en sumarse, sin embargo, fueron los republicanos, que hasta el mediodía no estaban dispuestos a validar una nueva negociación como la de hace casi tres años atrás.

Aunque fue una primera reunión para “tantear intenciones”, entre los partidos oficialistas solo el PS y el PPD cuentan con un itinerario más o menos definido, el que fue mencionado en la reunión. El documento -publicado por La Tercera- propone una nueva Convención 100% electa con voto obligatorio, fijación de quórums (4/7 o 3/5), 100 convencionales y un plazo de seis meses. Esas ideas fueron socializadas por los senadores Jaime Quintana (PPD) y Ricardo Lagos-Weber (PPD) en representación de la timonel Natalia Piergentili, quien permaneció en Santiago para acudir a La Moneda a una visita protocolar de la directiva del partido a la nueva ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD).

“La idea es que de aquí al lunes cada partido, así como lo hizo el Socialismo Democrático, formulen sus propuestas (...). Hemos planteado que hacia septiembre del próximo año, cuando se cumplen hitos relevantes en Chile como los 50 años del golpe (militar), el país pueda cerrar un ciclo con una nueva Constitución construida y redactada”, recalcó Quintana a la salida.

En lo que hay consenso, tanto en Apruebo Dignidad como en el Socialismo Democrático, es la idea de una nueva Convención y voces como las del jefe de bancada PS, Marcos Ilabaca -quien puso en duda el ánimo de la ciudadanía para respaldar un nuevo órgano constituyente- serían minoritarias y a título personal, afirman en su partido.

De hecho, en el sector recalcan que la idea de una nueva Convención electa fue la propuesta que bajó el propio Presidente Gabriel Boric a sus dos coaliciones de gobierno.

Según presentes, el timonel PC habría planteado utilizar el texto rechazado como “base” para el nuevo proceso, argumentando que la gente si bien rechazó esa propuesta, no lo hizo contra las “ideas centrales” del documento. A la salida aclaró que “lo que yo dije es que este proceso no empezó ahora, sino que con el proceso de la Presidenta Bachelet (...). Cuatro millones aprobaron, 7 millones rechazaron, pero aquellos que rechazaron no lo rechazaron en su totalidad, sino que hay matices y eso permite conversar”.

La propuesta de Teillier no concitó apoyo y la mayoría en ese sector estaría porque esos documentos sean insumos. De hecho, el senador y timonel RD Juan Ignacio Latorre ya ha defendido la idea de una “hoja en blanco”. En todo caso, en el Frente Amplio en particular, aún no cuentan con una propuesta consolidada. “Tenemos un programa, un cronograma, reuniones para los próximos días al interior del Frente Amplio”, recalcó el senador.

Comité técnico-político

En la derecha se dedicaron a escuchar las propuestas de mecanismos y no plantearon ninguna en concreto. La idea era transmitir que están abiertos a cualquier mecanismo. “Nosotros no nos hemos cerrado en esta conversación”, dijo el presidente de la UDI, Javier Macaya.

En el sector no hay consenso de que sea una nueva Convención el mecanismo, pese a que en un comienzo esta alternativa es la que más tomaba fuerza. Sin embargo, tras el contundente triunfo del Rechazo algunos han comenzado a dudar. Así, por ejemplo, están abiertos a la conformación de una comisión de expertos o una mezcla de Convención con expertos. Lo que sí tienen claro en Chile Vamos es que cualquier propuesta de nueva Constitución debe pasar nuevamente por un plebiscito de salida con voto obligatorio.

Y pese a que no hubo propuestas de mecanismos, en Chile Vamos plantearon una idea formalmente: la creación de un comité técnico político que pueda definir los bordes de cómo será el nuevo proceso constituyente, por ejemplo, los plazos de trabajo. La propuesta nació de la molestia que existió en la derecha debido a que en la reunión, a su juicio, participó demasiada gente, incluyendo partidos que tienen muy poca representación parlamentaria.

“La necesidad de tener un comité técnico político fue una propuesta nuestra que logró acuerdo en todos los presidentes de partido. Nos va a permitir buscar representantes que no sean los presidentes de partido. Tal como ocurrió con aquellos que ayudaron a delinear los bordes de la Convención anterior. Pero ahora no cometiendo esos errores y que nos permitirían una mejor representación”, dijo el presidente de RN, Francisco Chahuán.

En Chile Vamos, además, comenzó también a circular otra idea: que sea un consejo constitucional el encargado de redactar la nueva Carta Magna, el que tenga una conformación mixta, donde una parte de sus integrantes sean escogidos por sorteo. Un diseño similar a lo que hizo Islandia. La propuesta, de hecho, la han socializado entre algunos personeros del sector, pero todos están de acuerdo.

En el Partido Republicano, en tanto, transmitieron que no son partidarios de una nueva Convención y que los cambios constitucionales pueden ser a partir de reformas desde el Parlamento. “Los cambios tienen que radicarse en el Congreso”, sostuvo el secretario general del Partido Republicano, Arturo Squella. Mientras que el Partido De la Gente, en tanto, no llegaron con una postura común, pero se inclinan por la comisión de expertos.

En la próxima cita del lunes, que fue la nueva fecha acordada para continuar trabajando, se definió decidir ahí la posibilidad -propuesta por la derecha- de tener un equipo de expertos, independiente de las conversaciones políticas como la manera formal de intercambiar propuestas.

“Gallito” y mea culpa

El inicio de la reunión realizada en el tercer piso del Congreso estuvo marcada por tironeo entre las mesas del Senado y la Cámara que fijaron dos lugares distintos para el que fuera sede de la reunión.

Inicialmente, Elizalde cursó la invitación a los representantes de los partidos y de bancadas, y también se contactó con el presidente de la Comisión de Constitución del Senado, Matías Walker (DC), para que facilitara las dependencias de esa comisión.

Sin embargo, la mesa de la Cámara apostó por una sede neutral, la Biblioteca del Congreso y, paralelamente, envió invitaciones para una reunión en esta otra dependencia.

El hecho derivó en que los convocados comenzaran a llegar a ambas salas, pero finalmente, ante la negativa de los senadores de moverse desde la Comisión de Constitución, los dirigentes optaron por dejar vacía la Biblioteca.

Para el Senado, ser sede de ese diálogo transversal tenía un valor simbólico. Hasta hace una semana, la nueva Constitución, que fue rechazada en el plebiscito, declaraba el fin de la institución y su reemplazo por una Cámara de Regiones. Una vez que definieron realizar la cita en el Senado, la ministra Segpres, Ana Lya Uriarte, fue recibida con aplausos por quienes acudieron a la primera reunión.

Tras la cita, el expresidente del Senado y jefe de bancada del PPD, Jaime Quintana, señaló que esta tercera etapa (tras los cabildos iniciados por Michelle Bachelet y el acuerdo del 15-N) debía ser “la vencida”.

Casi al final de la cita, arribó la presidenta de la comisión de Constitución de la Cámara, Karol Cariola (PC), quien señaló no haber sido invitada personalmente, pese a que en la convocatoria que trascendió se mencionaba que debían acudir los presidentes de dicha comisión de ambas cámaras.

Por su parte, el diputado Diego Ibáñez, dirigente de Convergencia Social (colectividad donde milita el Presidente Gabriel Boric), remarcó que todos los presentes tenían un deber de firmar, a raíz de la frase de Elizalde de que nadie estaba obligado ni excluido. Sin embargo, tuvo como respuesta un reproche mayoritario de los presentes, que le recordaron que en 2019, Convergencia Social le quitó el piso a Boric, quien terminó firmando a título personal el pacto del 15N. Ibáñez replicó que, en ese momento, no era el timonel de la tienda.

En tanto, el presidente comunista, Guillermo Teillier, recogió el guante por este tema y, en una suerte de mea culpa ante todas las fuerzas políticas, dijo que “asumo que el PC no firmó (el 15-N)”, pero que luego apoyaron decididamente todo el proceso siguiente.

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