“Gallito” entre Senado y la Cámara marca inicio de negociaciones para nuevo proceso constituyente

Platos con galletas, vasos servidos con agua y sillas vacías quedaron en el salón principal de la Biblioteca del Congreso Nacional, ubicada en el tercer piso de la sede legislativa de Valparaíso mientras, a pasos de distancia, en la sala “Jaime Guzmán” de la Comisión de Constitución del Senado -ubicada en el mismo tercer piso-, pasadas las 15 horas comenzaba a conformarse un tumulto ante la llegada dirigentes políticos convocados para dar inicio oficial a las tratativas para habilitar un nuevo proceso constituyente tras el rechazo a la propuesta de la Convención Constitucional el pasado domingo.

Debido a un tironeo entre las mesas del Senado y la Cámara de Diputados, ambos lugares habían sido fijados como sede de las negociaciones. Si bien el hecho daba cuenta de una aparente descoordinación, en realidad dejaba expuesta la tensión soterrada que existía entre ambas corporaciones desde comenzaron las conversaciones informales para un “Plan B”, en caso de que fracasara el texto de la Convención Constitucional.

Así, tras la reunión realizada ayer en La Moneda entre el Presidente Gabriel Boric con los jefes de partidos y los titulares del Senado, Álvaro Elizalde (PS) y Raúl Soto (PPD), donde se acordó alojar en el Congreso las conversaciones, inmediatamente se desató una carrera para albergar el posible acuerdo.

Inicialmente, Elizalde se contactó con el presidente de la Comisión de Constitución del Senado, Matías Walker (DC), para que fuera anfitrión y cursara la convocatoria a representantes de partidos y de bancadas.

Sin embargo, la mesa de la Cámara apostó por una sede neutral, la Biblioteca del Congreso y, paralelamente, envió invitaciones para una reunión en esta otra dependencia. “Estimado/a: Nos vemos mañana a las 15:00 horas en la Biblioteca del Congreso Nacional en Valparaíso. Un abrazo grande. Raúl Soto”, decía el mensaje del presidente de los diputados.

El hecho derivó en que los convocados comenzaran a llegar a ambas salas, pero finalmente, ante la negativa de los senadores de moverse desde la Comisión de Constitución, los dirigentes optaron por dejar vacía la Biblioteca.

“Un gallito pequeño”, lo definió el subjefe de la bancada PPD-Independiente, Cristián Tapia, al ser consultado por el incidente.

“Lo importante es que la reunión se realice”, dijo, a su turno, Patricio Morales, presidente del Partido Liberal, mientras se cambiaba de dependencia.

En tanto, el jefe de bancada de diputados UDI, Jorge Alessandri, explicó que desde la Cámara se buscaba un espacio neutral entre ambas ramas del Congreso, ya que ello tenía una dimensión “simbólica”.

Por ejemplo, para el acuerdo del 15 de noviembre de 2019, fue el entonces presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD) y su vicepresidente, Alfonso de Urresti (PS), quienes abrieron las negociaciones con el gobierno de Sebastián Piñera, con el fin de dar una salida a la crisis política derivada del estallido social de octubre de ese año.

Por su parte, el presidente de la Cámara de aquella época, Iván Flores (DC), optó por restarse, al igual que un grupo de bancadas de diputados como el PC, el Partido Humanista y Convergencia Social, colectividad del actual Presidente Gabriel Boric. Ello derivó en que mayoritariamente los senadores asumieran el peso de la negociación y se convirtieran en los artífices del acuerdo del 15-N.