Reapertura de EE.UU. lleva a Wall Street a su mejor nivel desde inicio de la crisis e impacta en Chile

Aunque sigue transitando por aguas turbulentas, tanto por la pandemia como por las protestas, Estados Unidos ya da claras muestras de su reactivación económica, lo que hasta ahora es más que suficiente para que se desate una fiesta en los mercados. Dejando en el pasado los lunes negros que se experimentaron cuando el coronavirus avanzaba sobre Occidente, este lunes Wall Street vivió una sólida jornada de avances, que le permiten acumular un incremento de 6,18% en el Dow Jones y 8,63% en el S&P 500 en los seis primeros días hábiles del mes. Este último indice pasó a terreno positivo en el acumulado de 2020 y alcanzó su máximo desde el 21 de febrero. Por su parte, el Nasdaq subió 1,1%, hasta un nuevo máximo histórico de 9.924,74 puntos.

La primera economía mundial encendió motores con más de 400 mil personas que salieron ayer a trabajar, sumándose a la reactivación experimentada primero en China y luego en Europa, como lo muestran datos de diferentes sectores. En mayo las solicitudes de hipotecas para la compra de viviendas unifamiliares aumentaron 20% y la ocupación hotelera repunta hasta un 40% desde mínimos de 20% observados en medio de la crisis sanitaria.

“Está bastante claro que EEUU experimentará un salto en el crecimiento a medida que se vuelva a abrir, al igual que otros países”, señala el economista jefe de Scotiabank Canadá, Jean-Francois Perrault, a la luz de los alentadores datos, a lo que habría que sumar los de la industria automotriz. En mayo las ventas de camionetas y SUV subieron a 12,2 millones, desde los 8,6 millones registrados en abril, su mínimo histórico desde que comenzó a realizarse esa lectura en 1976.

En ese contexto, Sam Bullard, economista senior de Wells Fargo Securities, asegura que “es alentador que comencemos a ver algunos datos económicos positivos”, destacando particularmente la caída de la tasa de desempleo a 13,1% que se informó el viernes pasado. “La recesión tocó fondo en abril y mayo es el comienzo de la nueva expansión”, afirmó.

Con Estados Unidos en marcha, sumándose a las potencias asiáticas y europeas, no es de extrañar que el optimismo se propague entre los inversionistas, quienes recuperan su apetito por el riesgo. El peso chileno es uno de los que se ha visto favorecido en ese contexto, al ver una caída de $37,8 en el valor del dólar en lo que va del mes, marcando este lunes $769, su mínimo en cinco meses.

La divisa nacional también se ha visto favorecida por el incremento del cobre, que subió 1,27% hasta acumular un alza de 6,13% en el transcurso de junio, lo que deja su cotización en $2,567 la libra, su valor más alto desde el 5 de marzo.

Considerado como uno de los termómetros de la actividad global, el metal rojo refleja con bastante claridad la mejora en las percepciones económicas mundiales.

Por su parte el Ipsa cerró con un alza de 2,25%, acumulando 13,06% en junio y llegando a su nivel más alto desde el 6 de marzo pasado.

“Los riesgos en torno a nuestro proyectado declive global del 24% (para el periodo abril-junio) ahora están sesgados al alza y estamos cada vez más seguros de un aumento anualizado de dos dígitos el próximo trimestre”, señala al respecto un informe de JPMorgan.

Aunque el golpe del coronavirus es ineludible, tal como lo reflejan las nuevas proyecciones del Banco Mundial, lo cierto para el mercado es que el panorama es bastante más alentador de lo que se pensó en la peor parte de la crisis. De esta manera, en junio se han logrado alzas de 6,7%, 6,5% y 19,3% en los índices MSCI del mundo, economías avanzadas y Latinoamérica, respectivamente.

“Los mercados están confirmando una posición de ganar o ganar, es decir, se confirma la hipótesis de que gano si hay una recuperación económica, e igualmente gano si no es así, porque los responsables políticos tendrían que tomar más medidas. Vamos a continuar viendo fuerza en los mercados”, señaló ayer en entrevista con CNBC el jefe asesor económico de Allianz, Mohamed El-Erian.

Sin embargo, hay quienes llaman a la calma. Para Perrault los positivos resultado que se observan en la economía estadounidense “no debe interpretarse como un rápido retorno a normalidad”, asegurando que “la pandemia ha generado muchos daños en la economía”.

Puntualmente, hace la diferencia entre una tasa de crecimiento, capaz de dar cuenta de una alentadora reactivación, y la recuperación del PIB. “Imagine un restaurante que tuvo ventas de US$1.000 por día antes del virus. Debido a los bloqueos, sus ventas caen a US$200 durante la crisis y a medida que las cosas se vuelven a abrir, tal vez sus ventas salten a US$600 por día durante unos meses. Pasar de US$200 a US$600 es un gran aumento, de 300%, lo que ciertamente se vería como una V en las tasas de crecimiento, pero la realidad es que las ventas de ese restaurante todavía estarían muy por debajo de los US$1.000 por día que solía hacer”, ejemplifica.

Por su parte, Bullard plantea que “las empresas y los consumidores continuarán involucrándose gradual y cautelosamente con la economía, limitando así el ritmo de crecimiento que esperamos ver en la segunda mitad del año”.