Casi todos los niños pequeños tuvieron coronavirus durante la pandemia

Imagen referencial. Crédito : Sarah Silbiger/UPI/Shutterstock

Según un estudio de anticuerpos realizado en Estados Unidos, y publicado por la revista científica Nature, dos de cada tres niños de entre uno y cuatro años, tuvieron la enfermedad, incluso se duplicaron con la variante Ómicron.


Aproximadamente dos de cada tres niños de entre uno y cuatro años han sido infectados con SARS-CoV-2, según un reciente estudio publicado en la revista científica Nature. Las infecciones en ese grupo de edad aumentaron más que en cualquier otro durante la ola de Ómicron, lo que, según los investigadores, demuestra la alta transmisibilidad de la variante.

Los científicos buscaron anticuerpos contra el Covid-19 en muestras de sangre de más de 86.000 niños menores de 18 años en Estados Unidos, incluidos unos 6.100 niños de entre uno y cuatro años. En los más pequeños, el número de contagios se duplicó con creces, de 33% a 68 %, según análisis realizado entre diciembre de 2021 y febrero de 2022.

Aunque el análisis involucró a un pequeño número de niños muy pequeños, los resultados son consistentes con el rápido aumento de infecciones documentadas en ese grupo de edad, señala Pamela Davis, médico e investigadora de la Universidad Case Western Reserve en Cleveland, Ohio.

En general, los investigadores encontraron que la mayoría de los niños de 1 a 17 años probablemente se habían infectado. Y justamente las infecciones en niños de 5 a 11 años alcanzaron el nivel más alto, un 77%. Se puede concluir que las tasas de infección en niños superan las observadas en adultos.

La gráfica muestra el número de casos de la variante según grupo etario.

Estos hallazgos son importantes, “especialmente para los países de ingresos bajos y medianos donde las tasas de vacunación son bajas en las poblaciones adultas, y donde los niños probablemente no serán vacunados por algún tiempo”, dice Fiona Russell, pediatra y epidemióloga de enfermedades infecciosas de la Universidad de Melbourne en Australia.

La inmunidad generada por una infección podría ayudar a prevenir futuras infecciones y enfermedades graves en los niños, pero “la pandemia no terminará hasta que a los niños de todo el mundo también se les ofrezca la vacunación”, añade.

Infecciones perdidas

Los casos informados de Covid-19 (en Estados Unidos) sugieren que alrededor del 17% de los niños menores de 18 años han sido infectados. “Eso es solo la punta del iceberg”, establece Kristie Clarke, epidemióloga médica de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. en Atlanta, Georgia, quien dirigió el estudio.

Los casos informados, basados en PCR y pruebas de antígenos, representan muy por debajo de la verdadera tasa de infección, especialmente en niños porque muchas infecciones asintomáticas y leves probablemente no se hicieron la prueba, relata la investigación.

Para evaluar la escala de infecciones no registradas, Clarke y sus colegas buscaron la presencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en muestras de sangre sobrantes tomadas durante las visitas al médico entre septiembre de 2021 y febrero de 2022. Los anticuerpos que buscaron se dirigen a una proteína específica en el SARS-CoV-2 que no está presente en las vacunas contra el Covid-19 y que se usan para saber si los niños ganaron inmunidad a partir de la infección, en lugar de la vacunación.

Las altas tasas de infección en niños se reflejan en los datos de hospitalización. El número de niños menores de cinco años ingresados a hospitales con Covid-19 durante el peak de la ola Ómicron fue cinco veces mayor que en el punto más alto de la ola Delta, y las admisiones a cuidados intensivos fueron 3,5 veces más altas.

El virus modificó muchos de nuestros hábitos. REUTERS/Carlos Osorio/File Photo

Muchos factores podrían explicar el aumento de infecciones en niños pequeños y preescolares, dice Clarke, incluido que los niños menores de cinco años no son elegibles para la vacunación y es menos probable que usen mascarillas o practiquen distanciamiento social que los niños mayores y los adultos.

Los números son sorprendentes pero no sorprendentes a la vez, y “bien podrían haber subestimado la fuerza de la infección durante la ola de Ómicron”, añade Shabir Mahdi, vacunólogo de la Universidad de Witwatersrand, Sudáfrica.

Las pruebas de anticuerpos no pueden determinar si alguien se ha infectado varias veces y podrían haber pasado por alto algunas infecciones debido a la disminución de la cantidad de anticuerpos con el tiempo. “La prueba de anticuerpos utilizada en el estudio capturó solo alrededor del 80% de las infecciones que podrían detectarse con una prueba de anticuerpos diferente”, dice Madhi.

El riesgo de enfermedad grave es menor en los niños infectados con Ómicron que con Delta. Un estudio realizado por Davis y Rong Xu, un científico de datos que también trabaja en la Universidad Case Western Reserve, analizó a más de 650.000 niños menores de cinco años y descubrió que su riesgo de contraer una enfermedad grave durante la ola de Ómicron era aproximadamente un tercio de ese durante la ola Delta, medida por las visitas de emergencia a hospitales.

Xu dice que será importante observar los efectos a largo plazo del aumento en los niños.

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