¿Por qué algunas personas contraen Covid-19 grave?: La respuesta puede estar en la nariz

Una mujer se realiza un PCR en Katmandú, Nepal. Foto: Reuters.

Se ha demostrado que la puerta de entrada para el virus Sars-CoV-2 es a través de nuestra nariz y garganta. Ahora, un estudio publicado por la Revista Cell indica que los primeros síntomas en el área nasofaríngea podrían ayudar a determinar quién desarrollaría una enfermedad asintomática, leve y grave.


Un equipo compuesto por expertos del Hospital de Niños de Boston, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y el Centro Médico de la Universidad de Mississippi en Estados Unidos mapearon exhaustivamente la infección por Sars-CoV-2 en la nasofaringe, mediante las muestras de los hisopos nasales obtenidas de adultos que presentaban distintos grados de infección por Covid-19.

José Ordovás – Montañés, doctor del Hospital de Niños de Boston y coinvestigador del estudio publicado en la Revista Cell indicó que una de las incertidumbres más grandes que ha tenido la comunidad médica al tratar con este virus es lo azaroso de la infección dependiendo del organismo de los pacientes, teniendo personas dentro de los grupos de riesgo con Covid asintomático, y jóvenes deportistas que han muerto por la enfermedad.Ha sido uno de los aspectos más desconcertantes de este virus desde el principio. Muchos estudios que buscan predictores de riesgo han buscado firmas en la sangre, pero es posible que la sangre no sea realmente el lugar adecuado para buscar, sostuvo el especialista.

Nasofaringe: La “puerta de entrada” del virus

Para comprender detalladamente qué sucedía en la nasofaringe cuando llega el virus, los investigadores secuenciaron el ARN en cada célula, una célula a la vez. El meticuloso trabajo, entendiendo que cada hisopado de paciente arrojó un promedio de 562 células, permitió al equipo identificar qué células estaban presentes, cuáles contenían ARN que se originaba del virus, una clara indicación de infección y qué genes activaron y desactivaron las células de respuesta.

Estos mapas representan la expresión génetica en células recuperadas de hisopos de prueba Covid-19, basados en la secuenciación de ARN de una sola célula de más de 32.000 células de 58 personas. Cada punto de los mapas representa una celda individual. A la izquierda, los tipos de células de la nasofaringe están codificados por colores y dispuestos de manera que aquellos con patrones similares de expresión génica estén más próximos. A la derecha, los colores rojo y azul indican tipos de células enriquecidas en Covid-19 (mostrado en rojo) y en controles saludables (azul). Foto: BioRxiv.

Los resultados mostraron que las células epiteliales que recubren la nariz y garganta sufren cambios importantes en presencia del Sars-CoV-2. Hubo un aumento en las células secretoras y caliciformes productoras de mucosa. Al mismo tiempo, hubo una sorprendente pérdida de células ciliadas maduras, que barren las vías respiratorias, junto con un aumento de células ciliadas inmaduras que quizás estaban tratando de compensar la ausencia de maduras.

El equipo encontró ARN del Sars-CoV-2 en una amplia gama de tipos de células, incluidas células ciliadas inmaduras y subtipos específicos de células secretoras, células caliciformes y células escamosas. Las células infectadas, en comparación con las células “espectadoras” no infectadas, tenían más genes activados que están involucrados en una respuesta productiva a la infección.

Respuesta inmune fallida

Un hallazgo clave se produjo cuando el equipo comparó hisopos nasofaríngeos de personas con diferente gravedad de la enfermedad por Covid-19.

En personas con una sintomatología leve a moderada, las células epiteliales mostraron una mayor activación de genes involucrados con respuestas antivirales, especialmente genes estimulados por interferón tipo I, una alarma muy temprana que recupera el sistema inmunológico en general.

En cambio, las personas que desarrollaron cuadros de coronavirus grave y que requirieron ventilación mecánica, su respuesta antiviral se redujo notablemente. En particular, las células epiteliales tuvieron una respuesta atenuada al interferón, a pesar de albergar grandes cantidades de virus. Al mismo tiempo, sus hisopos tenían un mayor número de macrófagos y otras células inmunes que estimulan las respuestas inflamatorias.

Un trabajador de Salud atiende a un paciente con Covid-19 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital El Tunal de Bogotá. Foto: Raúl Arboleda / AFP.

“Todas las personas con Covid-19 grave tuvieron al principio una ausencia temporal de la reacción a estímulos de respuesta del interferón en sus células epiteliales y nunca pudieron aumentar una defensa”, agregó Ordovás-Montañés. El médico mencionó que tener la cantidad adecuada de interferón en el momento adecuado podría ser la clave para lidiar con el Sars-CoV-2 y otros virus.

Con los resultados de este estudio, los investigadores planean investigar qué está causando la respuesta de interferón silenciado en la nasofaringe, que podría ser un factor común a la susceptibilidad ante nuevas infecciones, y que la evidencia sugiere que también puede ocurrir con las nuevas variantes del Sars-CoV-2. También explorarán la posibilidad de aumentar la respuesta al interferón en personas con infecciones tempranas por coronavirus, con aerosoles nasales o gotas.

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