Tropiezo de U. de Oxford retrasaría ensayo en Chile; hay 10 formas de prevenir un contagio en la micro y el metro y China prepara vacuna en spray: tres cosas que aprendimos del coronavirus esta semana

Era hasta esta semana, la vacuna que más expectativas había generado en la comunidad médica y entre la población general. El antídoto que está desarrollando la U. de Oxford junto al laboratorio AstraZeneca había sido erigido como la vacuna más prometedora del mundo.

Había logrado sortear exitosamente las primeras pruebas en animales, y más auspiciosamente, luego sorteó con gran éxito las pruebas en humanos ya en fase 1 y fase 2, éxitos avalados por un estudio en la revista The Lancet.

Pero la vacuna, bautizada AZD1222 tuvo este martes un inesperado traspié. Durante el desarrollo de la fase 3 de las pruebas, que involucra a miles de personas, uno de los voluntarios presentó un peligroso efecto adverso: mielitis transversa, una grave afección que produce una inflamación de la médula espinal, y que puede causar debilidad muscular, parálisis, dolor y problemas de vejiga.

La reacción, tal como dictan los protocolos en estos casos, generó la inmediata suspensión de las pruebas.

Pese al traspié, médicos pidieron calma. Lo que estas pruebas buscan es precisamente en un amplio grupo de voluntarios, es determinar alguna reacción adversa.

El caso involucró a una mujer, que ya está mejorando y probablemente será dada de alta en las próximas horas, lo que producirá, probablemente, la reactivación de los ensayos.

A la espera de las evaluaciones finales, habrá que ver también que pasará con el anunciado ensayo que se haría de la vacuna en Chile, y que se realizaría en la Clínica Las Condes, que empezarían este lunes. Hasta ahora, aún no se sabe cuándo podrían partir.

Pese a eso, el ministro de Salud, Enrique Paris, se mostró tranquilo con la situación, señalando que "no significa que no podamos contar con otras vacunas. Hay muchas otras empresas desarrollando una. Los estudios siguen en Chile y el resto del mundo”, dijo.

En pleno proceso de desconfinamiento, existe mucho temor de utilizar medios de transporte público, un potencial foco de contagio.

De los medios de transportes más habituales para trasladarse, el que resulta menos seguro es el metro. Y no tiene que ver con las medidas sanitarias que allí se tomen, sino por efecto de la física: el tren subterráneo es el que tiene menos ventilación. Y este es un aspecto clave en el contagio.

Científicos han concluido que el Sars-CoV-2 se contagia no solo por gotículas que se expulsan al hablar, reír, toser o estornudar, sino también por aerosoles, que son más grandes y quedan suspendidos en el aire por varias horas, especialmente en lugares confinados, cerrados y con mala ventilación, como puede ser el metro.

Además, según explicó en una nota en Qué Pasa Francisca Guzmán, directora de la carrera de Data Science U. Mayor, en el metro hay varios espacios de interacción posible, no solo en el carro, sino también entre las personas dentro de las estaciones, en donde la movilidad aumenta, por lo tanto, también el número de posibles encuentros entre ellas lo que favorece a las infecciones por contacto cercano y por los radios de contagios en espacios cerrados y con poca ventilación, a diferencia de espacios abiertos y bien ventilados.

Para prevenir contagios en el transporte público, puede seguir estos 10 consejos:

1. Por las razones recién expuestas de ventilación e interacción, prefiera medios de transporte de superficie, donde la ventilación es mayor.

2. En sus traslados, evite acercarse a personas que hablan animadamente y ríen distendidamente. La voz puede funcionar como un proyectil: se calcula que un minuto de conversación genera mil gotas cargadas de virus, que pueden permanecer suspendidas hasta 14 minutos en espacios cerrados.

3. Si tiene la posibilidad de elegir, prefiera viajar en un asiento junto a la ventana.

4. Analice bien la distribución en el carro o bus. Una recomendación puede ser ubicarse cerca de la puerta, que podría tener mejor ventilación, pero suele ser también el lugar donde se abarrota más gente, en su afán de salir primero. Por eso, por sobre la ventilación, es preferible evitar las aglomeraciones.

5. Evite tomar pasamanos, por el riesgo de tocar superficies que pueden estar contaminadas y trate de viajar con guantes desechables. Otro dato: estudios muestran que los hombres se lavan menos las manos que las mujeres.

6. Muchos pasajeros del tren subterráneo, prefieren viajar en vagones que dan directamente a las puertas de salida, para evitar el tumulto al desembarcar. Sin embargo, esa costumbre puede ser contraproducente, porque son habitualmente, los carros más congestionados.

7. Otra recomendación que entregan los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC, su sigla en inglés), es tratar de respetar el distanciamiento de dos metros entre pasajeros. Aunque en horas peak eso puede resultar imposible, si logra hacerlo en horas de menor congestión, marcas en el suelo pueden ayudar a determinar la distancia mínima recomendable.

8. Evite comer durante el viaje. Hacerlo lo obliga a llevarse las manos a la boca, con las que antes hemos tocado superficies de la cabina o del vagón que pudieran estar contaminadas. Además, implica sacarse la mascarilla.

9. Puede ser difícil y por sobre todo aburrido, pero dejar el celular guardado y no manipularlo durante el viaje también es un buen consejo, porque se trata de uno de los dispositivos más contaminados que uno pueda manipular.

10. Evite también las horas punta. Según Leonardo Basso, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) de la U. Chile, las horas críticas, en Santiago son entre las 7 y las 9 de la mañana y entre las cinco y media y las siete y media de la tarde.

Un último consejo, difícil de seguir para muchos por la distancia a sus trabajos, pero que para algunos más privilegiados es posible, es usar medios alternativos, como la bicicleta, scooters o caminar.

Existen más de 179 vacunas en desarrollo, según el registro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero China sorprendió a todos cuando este miércoles anunció que aprobó el desarrollo de las pruebas de fase I en humanos para la vacuna en aerosol nasal, desarrollada conjuntamente por investigadores de la Universidad de Xiamen y la Universidad de Hong Kong, así como por el fabricante de vacunas Beijing Wantai Biological Pharmacy Enterprise.

Según sus creadores, la vacuna no solo no es dolorosa, como las inyectables, sino que además, al administrarse a través del tracto nasal, imita la infección natural de los virus respiratorios para estimular la respuesta inmunitaria del cuerpo contra el patógeno que causa el Covid-19, lo que la haría más efectiva que los modelos inyectables.