Cómo China planea impedir que el Ejército de EEUU obtenga sus imanes de tierras raras, según reportes
Fuentes familiarizadas con el plan de Pekín afirmaron al Wall Street Journal que el gigante asiático espera cumplir su promesa a Washington de facilitar la exportación de estos materiales, mientras garantiza que no lleguen a proveedores militares estadounidenses.
Tras el acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y China a finales de octubre, el gigante asiático planea facilitar el flujo de tierras raras y otros materiales restringidos al país norteamericano, mediante un sistema que excluirá a las empresas vinculadas al ejército estadounidense y agilizará las aprobaciones de exportación a otras compañías.
Así lo aseguraron al Wall Street Journal personas familiarizadas con el plan de Pekín.
De acuerdo a las fuentes, el sistema de “usuario final validado” (VEU, por sus siglas en inglés) permitirá al mandatario Xi Jinping cumplir su promesa al presidente Donald Trump de facilitar la exportación de dichos materiales, mientras garantiza que no lleguen a proveedores militares estadounidenses.
Según el análisis del citado periódico, si el sistema se implementa estrictamente, podría dificultar la importación de ciertos materiales chinos por parte de empresas automotrices y aeroespaciales estadounidenses que tienen clientes tanto civiles como de defensa.
Sin embargo, fuentes cercanas dijeron que el plan podría podría cambiar, mientras que el sistema de implementación no estará definido hasta que sea implementado.
Por qué los imanes de tierras raras son importantes en el acuerdo entre EEUU y China
Los imanes de tierras raras y otros materiales restringidos son utilizados ampliamente en la producción de elementos como vehículos eléctricos y aviones de pasajeros, los cuales son de uso civil.
No obstante, también son necesarios para fabricar aviones de combate, submarinos y drones de ataque, entre otros elementos de uso militar.
Según rescata el Journal, el VEU que China está considerando se basa en las leyes y procedimientos estadounidenses.
La versión estadounidense, que está en vigor desde 2007, establece que ciertas empresas del gigante asiático pueden comprar bienes sensibles a través de una autorización general, en vez de necesitar licencias individuales para cada adquisición.
Aquello facilita la importación de bienes controlados, tales como productos químicos o equipos para la fabricación de chips.
Pero junto con ello, exige que las compañías se sometan a medidas como inspecciones del gobierno estadounidense en sus instalaciones, para así verificar que se cumplan las condiciones y requerimientos.
Tras meses de guerra comercial entre Estados Unidos y China, Trump y Xi llegaron a un acuerdo sobre tierras raras el pasado 30 de octubre, durante una cumbre realizada en Corea del Sur en la que tanto Washington como Pekín hicieron concesiones.
La tregua consideró la reducción de ciertos aranceles por parte de Estados Unidos, mientras que China se comprometió a emitir licencias generales para facilitar el flujo de materiales controlados.
Sin embargo, de acuerdo al Journal, hasta el momento Pekín no ha detallado qué empresas podrán optar a las licencias generales ni qué beneficios específicos obtendrían.
Cuando el Ministerio de Comercio de China fue consultado por el citado periódico sobre esta situación y las afirmaciones de las fuentes, no recibió respuesta a su solicitud de declaraciones.
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