Cómo son los misiles Tomahawk que EEUU evalúa suministrar a Ucrania y cómo podrían cambiar el curso de la invasión rusa
Si la administración Trump decide suministrarlos a Ucrania, serían los misiles de mayor alcance que Washington haya enviado a Kiev. Estos proyectiles pueden alcanzar objetivos hasta a unos 2.400 kilómetros de distancia, lo que aumentaría la capacidad de Ucrania para responder a la ofensiva de Rusia.
Funcionarios estadounidenses afirmaron que Estados Unidos proporcionará a Ucrania inteligencia para que sus fuerzas puedan realizar ataques con misiles de largo alcance contra la infraestructura energética de Rusia.
Así lo aseguraron en conversación con el Wall Street Journal.
De acuerdo a las fuentes consultadas por el citado periódico, el presidente Donald Trump autorizó recientemente que las agencias de inteligencia y el Pentágono ayuden en potenciales ataques de estas características.
Junto con ello, dijeron, funcionarios estadounidenses están solicitando a los aliados de la OTAN que brinden un apoyo similar.
Estas nuevas informaciones se posicionan a más de tres años desde que las tropas rusas iniciaron su invasión a gran escala en el territorio ucraniano, el 24 de febrero de 2022.
Durante los primeros meses de su gobierno, que inició el pasado 20 de enero, Trump adoptó una posición más bien conciliatoria hacia el Kremlin e incluso llegó a sugerir que la postura del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había contribuido a que continuara la guerra.
De la misma manera, sugirió que Ucrania tendría que ceder parte de su territorio para conseguir un acuerdo de paz con Rusia.
Pese a que durante la campaña presidencial de 2024 prometió que podría acabar con la guerra de manera inmediata, aquello no ocurrió. Y los esfuerzos de su administración para conseguir un alto al fuego se han quedado estancados.
El martes 23 de septiembre, Trump afirmó por primera vez que Ucrania podría recuperar la totalidad del territorio que ha perdido durante la guerra.
En una publicación de su red social, Truth Social, declaró: “Tras conocer y comprender plenamente la situación militar y económica entre Ucrania y Rusia, y tras observar los problemas económicos que le está causando, creo que Ucrania, con el apoyo de la Unión Europea, está en condiciones de luchar y recuperar toda su forma original”.
Y agregó: “Con tiempo, paciencia y el apoyo financiero de Europa, y en particular de la OTAN, las fronteras originales desde donde comenzó esta guerra son una opción viable. ¿Por qué no? Rusia lleva tres años y medio luchando sin rumbo en una guerra que una auténtica potencia militar debería haber ganado en menos de una semana".
“Esto no distingue a Rusia. De hecho, la hace parecer un tigre de papel”, escribió Trump en el post, en el que también aseguró que Estados Unidos seguirá “suministrando armas a la OTAN para que esta haga lo que quiera con ellas”.
Las declaraciones del mandatario reflejaron un giro en sus esfuerzos para poner fin al conflicto, según han planteado distintos analistas internacionales.
Según afirmaron los funcionarios estadounidenses al Journal a principios de octubre, el intercambio de inteligencia significará que Ucrania tendrá mayor capacidad para atacar refinerías, oleoductos, centrales eléctricas y otras infraestructuras alejadas de sus fronteras.
Antes de que se publicará dicho reporte, el enviado especial de la administración Trump para Ucrania y Rusia, el teniente general retirado Keith Kellogg, dijo en una entrevista con Fox News a finales de septiembre que Washington está considerando acceder a la solicitud de Zelenski de que suministren misiles de crucero Tomahawk a sus fuerzas, para que así puedan realizar ataques con proyectiles de largo alcance dentro del territorio ruso.
Sin embargo, el vicepresidente JD Vance precisó al mismo medio que Trump no ha tomado una decisión definitiva sobre la venta de misiles Tomahawk a países europeos, que posteriormente los enviarían a Ucrania.
Los funcionarios estadounidenses que hablaron con el Journal en el reporte de principios de octubre afirmaron que Washington está considerando el envío de misiles Tomahawk y Barracuda, así como otros de fabricación estadounidense.
No obstante, también precisaron que la administración Trump todavía no ha tomado una decisión definitiva sobre si se enviará armamento o sobre qué armamento podría enviarse, en caso de que se siga esa dirección.
Asimismo, una de las fuentes familiarizadas con la situación en Washington declaró que los funcionarios estadounidenses esperan directrices escritas de la Casa Blanca, antes de compartir la inteligencia necesaria.
Un portavoz de la Agencia de Inteligencia de Defensa declaró al citado periódico no poder hacer comentarios sobre las operaciones de inteligencia en curso o activas, mientras que un vocero de la Agencia Central de Inteligencia prefirió no dar declaraciones.
Luego de que se reportara que Estados Unidos podría enviar nuevas piezas de armamento a Ucrania, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que Moscú está analizando cuidadosamente las declaraciones de Washington sobre el envío de misiles Tomahawk a Kiev.
“La pregunta sigue siendo: ¿Quién puede lanzar estos misiles, incluso si caen en territorio del régimen de Kiev?”, dijo este lunes 29 de septiembre.
“¿Solo los ucranianos pueden lanzarlos, o lo hará el ejército estadounidense? ¿Quién asigna el objetivo a estos misiles? Esto requiere un análisis muy exhaustivo”, agregó el representante del gobierno de Vladimir Putin.
Cómo son los misiles Tomahawk que EEUU evalúa suministrar a Ucrania y cómo podrían cambiar el curso de la guerra
Distintos analistas han planteado que el eventual uso de misiles Tomahawk por parte de las fuerzas ucranianas podría marcar un cambio en el curso de la invasión a gran escala que han desarrollado las tropas rusas.
Previamente, durante la administración del ahora expresidente Joe Biden, Estados Unidos permitió con cierta reticencia que Kiev pudiera utilizar el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) para atacar objetivos dentro de Rusia.
Tales misiles balísticos, dependiendo del modelo, pueden alcanzar objetivos a 300 kilómetros de distancia, con una ojiva que contiene alrededor de 170 kilos de explosivos.
Sin embargo, el potencial uso de misiles Tomahawk representaría una amenaza mayor para el esfuerzo bélico del Kremlin.
Estos proyectiles pueden alcanzar objetivos hasta a unos 2.400 kilómetros de distancia, según datos rescatados por el Washington Post, lo que aumentaría la capacidad de Ucrania para realizar ataques al interior de Rusia.
Como referencia, para hacerse una idea, la distancia entre Kiev y Moscú en línea recta es de aproximadamente unos 750 kilómetros.
Los Tomahawk son misiles de crucero fabricados en Estados Unidos, los cuales generalmente son lanzados desde buques o submarinos. Poseen más de cinco veces el alcance de los ATACMS.
Si la administración Trump aprueba suministrarlos a Ucrania, serían los misiles de mayor alcance que Washington haya enviado a Kiev.
Se trata de piezas militares de precisión con una velocidad de 885 km/h, según rescata la BBC, mientras que sus dimensiones son de 6,1 metros de largo, 2,6 metros de envergadura y su peso de alrededor de 1.510 kg.
El doctor en Estudios Internacionales y oficial en retiro del Ejército de Chile, Hugo Harvey, dice a La Tercera que el potencial uso de misiles Tomahawk por parte de las fuerzas ucranianas les permitiría atacar objetivos críticos dentro de Rusia.
En este escenario, el tener más alcance les facilitaría atacar posiciones de mando y control, instalaciones logísticas y piezas de artillería que estén dentro del rango de estos proyectiles.
A esto se le suma que las tropas rusas enfrentarían mayores dificultades para avanzar.
El también académico de la Universidad de Las Américas (UDLA) comenta que el solo hecho de anunciar la posible entrega de Tomahawks a Ucrania ya podría llevar a que Rusia cambie su estrategia defensiva y las posiciones de sus depósitos de munición y combustible, así como fortalecer sus centros de distribución de energía y otras infraestructuras críticas.
Sin embargo, afirma que las labores de inteligencia y de localización de objetivos también son elementos fundamentales para que se pueda ver un cambio significativo en el campo de batalla y el curso del conflicto.
“Ahora bien, lo que está haciendo Rusia es desgastar la voluntad de lucha de Ucrania. Se ha preparado para seguir resistiendo la guerra, porque se viene alistando desde antes de 2014 —año de la anexión de Crimea— , en cambio Ucrania empezó a prepararse en 2014 y no le alcanzó el tiempo para definir una disuasión que detuviera las incursiones rusas sobre el territorio ucraniano”.
En este sentido, Harvey dice que, de suministrarse los Tomahawk a Ucrania para que pueda realizar ataques dentro de Rusia, no solo bastaría con el uso en sí de uno o una decena de estos misiles.
“Los cambios significativos se producen con oleadas repetidas de lanzamientos. Y estas también tienen que ir reaccionando a los movimientos (de las tropas enemigas)”.
Por lo tanto, no solo bastaría con atacar infraestructura crítica, sistemas de mando y control e instalaciones logísticas, sino que también se requeriría de una estrategia más amplia.
“Si se produce esta entrega de misiles, Rusia va a empezar a elevar su discurso en contra de Estados Unidos y de la OTAN. Y seguramente va a intensificar las incursiones peligrosas que está haciendo en el espacio aéreo de los países miembros de la OTAN”, plantea Harvey.
Asimismo, agrega, se podría esperar en ese posible escenario que aliados de Rusia como Corea del Norte, China e Irán refuercen su apoyo hacia Moscú.
Hasta el momento, la administración Trump no ha confirmado públicamente si Estados Unidos suministrará o no misiles Tomahawk a Ucrania.
Lo último
Lo más leído
1.
3.
4.
5.
⚡ Cyber LT: participa por un viaje a Buenos Aires ✈️
Plan digital +LT Beneficios$1.200/mes SUSCRÍBETE