Claudio Bravo se pone la soga al cuello con Berizzo: el técnico de la Roja se irrita porque el capitán privilegió las vacaciones

Claudio Bravo, en la Roja, en la era Berizzo. (Foto: Comunicaciones FFCH).

El guardameta del Betis no apareció en la lista para los encuentros ante Cuba, República Dominicana y Bolivia, en los que el Toto afinará la fórmula para el debut en las Eliminatorias. La decisión disgustó al estratega, quien no lo había considerado en el comienzo de su ciclo en la Roja. Un futuro llamado ahora queda en la nebulosa.



El viernes, Eduardo Berizzo entregó la lista de jugadores que enfrentará a Cuba, República Dominicana y Bolivia. En esos partidos, el entrenador espera terminar de afinar la fórmula con la que afrontará el inicio de las Eliminatorias y, principalmente, darle el shock de confianza a su proceso. El nivel de los rivales sugiere que la Selección debería superarlos y brindarle al entrenador las alegrías que la mayoría de los encuentros anteriores le han negado. De hecho, solo pudo celebrar en el último encuentro, ante Paraguay, cuando entró con la soga al cuello. No es exagerado decir que la rutilante actuación de Alexis Sánchez le salvó el puesto. En Quilín ya se respiraba la incomodidad por la falta de resultados y goles, incluso, en el entretiempo de ese partido, hasta ese momento empatado a cero.

En la nómina aparecieron dos arqueros: Gabriel Arias y Cristóbal Campos; luego se sumó Brayan Cortés. Horas antes de que la lista se conociera oficialmente, El Deportivo había dado a conocer que Claudio Bravo no sería parte de la convocatoria: el capitán optó por privilegiar las vacaciones junto a su familia, después de su temporada en el fútbol europeo, en la que logró demostrar su vigencia, al punto de que Manuel Pellegrini les exigió a los dirigentes del club español que extendieran el contrato del golero por una temporada más.

La excusa perfecta

La negativa le dolió profundamente a Berizzo. En alguna medida, el técnico había transado en su planificación original para incluir a Bravo y respetarle el espacio que se había ganado por sus históricas actuaciones, atendiendo, por supuesto, a su también objetable actualidad en la primera línea del fútbol mundial. Dejando de lado sus 40 años de edad, el técnico recién sumó al golero al proceso en noviembre del año pasado. “No sería premio tampoco el hecho de venir aquí sin tener competencia. No quiero venir aquí por el nombre, por lo que he hecho hacia atrás, eso ya quedó en el pasado y eso vale para todos. No solo para mí. Es la mejor manera para levantar el nivel de nuestra Selección”, enfatizó el portero en esa oportunidad.

Ahora, al técnico no le calza que Bravo esté en Dubai, junto a su familia, mientras un grupo de futbolistas se prepara en Pinto Durán para medirse con Cuba y el resto del contingente, incluyendo Arturo Vidal, Gary Medel y Alexis Sánchez, se sumará la próxima semana, cuando opere la obligatoriedad de la fecha FIFA. Su esposa, Carla Pardo, ha mostrado imágenes familiares en las que se ve al portero incluso ataviado con la ropa característica del lugar, en pleno desierto y practicando diversas actividades junto a los suyos, mientras sus compañeros entrenan con el Toto.

Berizzo y el plantel nacional en Juan Pinto Durán. (Foto: LaRoja.cl)

Quienes están más cerca del técnico argentino sostienen, incluso, que la automarginación del portero puede ser clave para su futuro en el combinado nacional. Que si Berizzo no estaba convencido para seguir considerándole, primero en el marco de la renovación del combinado nacional, ahora tiene a la mano un argumento suficiente como para cuestionarse nuevos llamados. Este viernes o, a más tardar el sábado, en conferencia de prensa, el DT se referirá por primera vez a si la ausencia del portero tuvo o no su beneplácito.

No es que para el Toto fuera fundamental la presencia de Bravo en la cancha ante Cuba, República Dominicana y Bolivia. No, porque el argentino ya sabe el peso específico del arquero del Betis. Lo que decepcionó al exayudante de Marcelo Bielsa es que su intención era consolidar al grupo humano en todo estos días de concentración, que los más jóvenes se impregnaran de la experiencia de los más veteranos. Y en esa tarea el rol del meta era fundamental, porque es el capitán, uno de los principales líderes del combinado, pero prefirió irse de vacaciones.

Al margen de que Bravo se haya restado de una serie que podría devolverle definitivamente la estabilidad al entrenador, hay otro elemento importante: el puesto está bien cubierto. En la lista aparecieron Arias y Campos, pero hay más candidatos. Los colocolinos Brayan Cortés, por más que haya cedido terreno con su desaparición en el Cacique por problemas disciplinarios, y Fernando de Paul, además de otras opciones como Sebastián Pérez y Gabriel Castellón, le brindan tranquilidad. Si bien el vilucano sigue estando un peldaño por encima de todos, opciones para reemplazarle tiene. Y, como pocas veces, bastantes.

Responder ataques

Bravo, en tanto, ha ocupado Twitter para responder comentarios y encarar a sus detractores. Formalmente, no se ha referido a su decisión de declinar de la convocatoria, una decisión que ya había tomado en otra oportunidad, aunque en un contexto distinto. En marzo de 2018, poco antes de que Reinaldo Rueda diera a conocer la nómina para enfrentar a Suecia y Dinamarca, el 24 y 27 del mismo mes, el golero, quien entonces militaba en el Manchester City, se autoexcluyó de la gira europea. “Amigos no seré parte de la delegación de la selección chilena que jugará los amistosos en Europa”, explicó a través de su cuenta en Twitter. En ese momento, mantenía abiertas discrepancias con el método de trabajo del cuerpo técnico que encabezaba el colombiano. La paz se produjo casi un año después. En Manchester, el caleño le aseguró al guardameta que lo tendría en cuenta.

Ahora, esas variables están resueltas, lo que profundiza los cuestionamientos hacia la negativa de Bravo. De hecho, al staff de la Selección ya no sigue ligado el español Roberto Navajas, uno de sus hombres de confianza, quien lo había preparado en la Real Sociedad y que llegó a Chile con el afán de implementar una profunda transformación en el estilo de trabajo de los guardametas, justamente, en la línea que pretendía el exarquero del Barcelona y el Manchester City. En Juan Pinto Durán duele mucho más que Bravo no venga cuando se ha hecho todo a su medida para que se sienta feliz.

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