Barcelona y Real Madrid se jugaron el todo por el todo. En un diluvio de goles, el equipo catalán se impuso con remontada por 4-3 a los merengues, que comenzaron en ventaja de 2-0, pero no pudieron sostener el partido con el triplete del galo. Triunfo de lis culé que los deja a dos puntos del título.

El máximo clásico del fútbol hispano no estaba para especulaciones. Con ambos equipos eliminados de la Champions League, el partido tenía otro cariz, la lucha no acabada por el título de la Liga.

En ese contexto, el partido estuvo pletórico desde el comienzo. A los 4 minutos, una desinteligencia de la zaga culé dejó a Kylian Mbappé solo frente al portero polaco Wojciech Szczesny, quien no pudo más que derribar al francés.

Tras instantes de análisis por una supuesta posición de adelanto, el árbitro Alejandro Hernández confirmó el cobro y el mismo delantero francés se encargó de convertir el 1-0.

Barcelona no renunció a su libreto y siguió adelantando sus líneas con una férrea presión en la salida de los blancos. Dani Olmo estuvo cerca de igualar, pero los dirigidos de Carlo Ancelotti supieron explotar los espacios que quedaban en el fondo culé.

Antes del cuarto de hora, los merengues volvieron a golpear. Robaron la pelota en la salida y el pase de Vinicius Junior dejó solo a Mbappé, con todo el campo a su favor, para derrotar a Szczesny y colocar el 2-0.

Un gol importante para la estadística que, de paso, permitió al galo pasar la marca de Iván Zamorano como más goles en una temporada de estreno, después de que el chileno anotara 37 goles en 1992-93.

Reacción vertiginosa

Pero la ventaja de los visitantes no fue suficiente. El equipo blanco volvió a mostrar las dos caras que ha tenido en este final de temporada y el Barça desnudó sus enormes complejos en defensa.

A los 19 minutos, la escuadra catalana descontó con un cabezazo de Eric García, quien le ganó en la marca a Asencio después de un tiro de esquina que tocó Ferrán Torres.

El vértigo de los dirigidos de Hansi Flick no cesó. La presión se hizo más insalvable para los capitalinos y un ajustado remate de Lamine Yamal, al segundo palo de Thibaut Courtois, dejó el marcador 2-2, a los 32 minutos.

El final de la primera parte fue una pesadilla para el Madrid. La agobiante presión de los catalanes dejó en evidencia sus carencias en la zona posterior.

Un par de minutos más tarde, la presencia de Pedri obligó al error entre Mbappé y Ceballos en la salida. El volante del Barcelona habilitó a Raphinha para que pusiera el 3-2 con impecable remate cruzado.

La media hora fatal de los blancos se consumó rápidamente en un verdadero desastre. El equipo culé llegaba por todos lados y su volumen ofensivo era una verdadera avalancha para su rival.

Ahora, fue Lucas Vásquez quien cometió un grave error en la endeble salida del equipo merengue. Raphinha lo apuró y fabricó una pared con Pedri para marcar el 4-2 que, prácticamente, definía el título en LaLiga.

En la segunda parte, Barcelona bajó un cambio, a sabiendas de que esta goleada los dejaba en las puertas de una nueva corona. Pero esa ambivalencia en defensa y ataque del Madrid quedó otra vez retratada.

A los 70 minutos, Vinicius Junior volvió a explotar el contragolpe con su velocidad. Abrió la pelota a un costado para Mbappé para que hiciera un poco más decorosa la derrota 4-3 del equipo de Carletto, quien al parecer se irá del equipo.

En el final, se sucedieron las polémicas, pero el marcador no se movió más para que la escuadra del técnico germano quede a las puertas de su segundo título de la temporada tras ganar la Copa del Rey ante este mismo rival.

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