Después de siete años

viviendo en París, esta familia decidió comprarse una casa lejos de la ciudad e instalarse donde pudiesen vivir de manera sustentable. Gracias a un anuncio en internet, encontraron lo que fue un  establo y talabartería, para  transformarlo en una maravillosa casa a 20 kilómetros de la capital.

“Nuestra casa conserva las puertas y baldosas de la construcción del siglo XVIII, utilizamos las puertas como revestimiento de los muros del living y las baldosas para la cocina y baños. Esto lo potenciamos con una decoración impresionista con objetos recolectados de nuestros viajes y lámparas elaboradas con elementos reciclados

”, explica Katia Medici.

EN SUS ORÍGENES fue un establo y talabartería pertenecientes al castillo Du Piple en 1750, construido por el mariscal de Sajonia, y luego habitado por Schulmeister (jefe de la policía secreta del Ejército de Napoleón III). Cuenta la historia que Jeanne-Antoinette Poisson (conocida como madame de Pompadour y amante del rey Luis XV) tenía una habitación en este castillo. Después pasó a manos del bancario suizo Jean-Conrad Hottinger, y al transcurrir el tiempo su hijo amplió el castillo, convirtiéndolo en un bello ejemplo de la arquitectura del Segundo Imperio.

Con el tiempo los descendientes de Hottinger vendieron las 45 hectáreas de esta propiedad. Uno de los compradores fue este matrimonio de artistas con sus hijas Margot y Louise, quienes acondicionaron el establo y la talabartería para convertirlos en un lugar cómodo y espacioso para vivir. Lawrence y Katia tuvieron mucho trabajo, partiendo por proyectar cómo querían que fuera su casa y tratar de explicar los requerimientos a los arquitectos. Luego vinieron la renovación total de su interior, que duró un año de trabajos incesantes, y finalmente la planificación del jardín, destacando una simple separación para tener  privacidad con los vecinos del recinto.

Declarado monumento histórico, los propietarios solo pudieron reformar el interior de su casa de 300 m² y no tocar nada de la fachada. Dentro de los cambios internos reconstruyeron los pisos que estaban completamente dañados por los caballos y gran parte de los techos de la edificación. La mayoría de las maderas que pudieron rescatar la reutilizaron en muebles y revestimientos para los distintos ambientes de la casa.

El dueño de casa es un reconocido compositor de música para bandas sonoras y uno de sus proyectos para este año contempla dar un concierto. En tanto, Katia tiene agendada una presentación con la compañía artística francesa “La Zouze”, una de las más famosas en Europa.

La cocina, en las granjas de Francia, es generalmente también un comedor. Aquí hay una gran alacena construida con madera de roble de un antiguo mueble del establo, que en la época de sus primeros moradores fue utilizada para guardar las monturas y gorros.