En 1928 Friedrich Froebel, célebre pedagogo alemán y creador de la educación preescolar y del concepto kindergarten o jardín de infancia,

redactó: “El juego representa la fase superior del desarrollo del niño... el más puro, el producto más espiritual del hombre se encuentra en esta etapa, la misma en la que ocurren la prefiguración y la imitación total de la vida humana (...) produce, por tanto, alegría, libertad, satisfacción, descanso y paz en el mundo”.  Quizás hoy no nos parezca especialmente ‘iluminada’ esta visión, ya que la mayoría de nosotros se dedicó con bastante libertad al juego, en teoría. Retrocediendo en los siglos, sabemos que en el s. XIX los niños solían ser tratados como adultos en miniatura, que debían ser productivos lo antes posible; trabajar, procrear o ambos, es evidente que aquí hay un punto de inflexión. Un cambio de paradigma de una educación puramente basada en la disciplina y el castigo, a una relacionada con las cualidades propias de la infancia, como la imaginación y el aprendizaje escalonado según la madurez. Y es aquí donde está la clave de todo lo que vino después, el desarrollo de textos y objetos pensados en estas características. Veinte años antes que Froebel hiciera públicos sus escritos, la sicóloga y pedagoga sueca Ellen Key publicaba El Siglo de los Niños, edición capital sobre el derecho y rol de los niños, considerado por el MoMA como el punto de partida para una revisión histórica de la relación entre el diseño y el mundo de los niños. Century of the Child: Growing by Design, 1900-2000, es el nombre de la muestra que se exhibe en NY hasta el 5 de noviembre.

Varios son los aspectos interesantes de esta muestra. Por un lado el número, son más de 500 objetos que recorren el siglo, además la curatoría no repara solo en los buenos ejemplos; sino que subraya una visión crítica y una reflexión constante; errores y aciertos a través de los años, todo desde una perspectiva que abarca solo una disciplina, en este caso el diseño (gráfico e industrial) dirigido a los niños y condicionada por aspectos económicos, políticos, artísticos y sociales que diversas corrientes y exponentes de vanguardias y utopías propiciaron a lo largo de los años.

TABLA DEL 7

La cronología escogida por el museo divide en siete periodos el recorrido de la muestra.

New Century, New Child, New Art (Nuevo Siglo, Nuevos Niños, Nuevo Arte), que abarca el periodo entre 1900 y la I Guerra Mundial, en que para muchos, los niños representaban la esperanza del futuro, el cambio. Enfrentándose a los horrores de la guerra, aparecen los derechos infantiles y aterriza de la mano del Arts&Craft y el Art Noveau la gráfica en cuentos infantiles y textos escolares. Aquí la visión humanística del Friedrich Froebel, su jardín de infancia y la irrupción del primer juguete didáctico, es una de las piedras angulares. La sección llamada Avant-Garde (Juegos Avant-Garde) ilustra lo que ocurre durante los años 20 y 30; la Bauhaus y su influencia rotunda e incluso el futurismo italiano son los encargados en estas décadas de crear mobiliario y juguetes. Light, Air, Health (Luz, Aire y Salud), como se puede imaginar, es el reflejo del apogeo de las corrientes modernistas, simpleza, acero tubular y piezas racionales firmadas por Marcel Breuer y Alvar Aalto. Es interesante en este período y en directa relación con las corrientes higienistas de la época, la aparición del concepto de salud pública, el cuidado del cuerpo debe ser una preocupación desde la infancia.

Llegaría la II Guerra Mundial y el mundo una vez más cambiaría para siempre. Children and The Body Politic (Los Niños y el Cuerpo Político) exhibe con maestría los ejemplos en que la gráfica y la propaganda utilizan a los niños.

Y Regeneration (Regeneración) se sitúa en la década del ‘baby boom’ con uno de los análisis más interesantes, la era del sexismo duro; juguetes para niños o niñas, en los que participaron educadores y sicólogos de la época. Los 70 llegan con la exhibición de la mano de Power Play (El Poder del Juguete) y la verdadera explosión del mercado, que por primera vez analiza a los niños como consumidores y objetos de publicidad. Terminando con Designing Better Worlds (Diseñando Mundos Mejores); movimientos sociales, campañas mundiales y avance social involucrándose con el diseño infantil.

Julieta Kinchin, curadora de la muestra, dice que “la figura simbólica de los niños ha ocultado aspectos paradójicos de la condición e historia humana moderna”. Es así que ‘develando’ esta apariencia y dirigiéndose al trasfondo, es que el trabajo del MoMa hace algo espectacular, una reflexión profunda, que parece tardía pese a los avances tecnológicos y científicos. ¿Qué es lo que realmente necesitan los niños para florecer y convertirse en miembros de sociedades positivas?.

En perspectiva las posibilidades de los diseñadores del siglo XXI son infinitas, desafiantes. Inexploradas, incluso. Solo depende de cómo reconozcamos la niñez.

Marcel Breuer

y su diseño a escala de un escritorio infantil.

NIÑO RACIONAL CREATIVO

Los juguetes didácticos representan gran parte de la primera sección de la muestra, evidencia de las corrientes impuestas por Friedrich Froebel, el fundador del jardín de infancia, y las formas no figurativas creadas por María Montessori. Surgen materiales considerados adecuados para jugar y también las pautas lógicas que los niños pueden seguir.

Carretilla

diseñada por Gerrit Rietveld; abstracción de su silla Red&Blue.

¿PARA NIÑOS?

Uno de los aspectos más interesantes de la muestra revisión crítica sobre el sujeto del diseño, en este caso los niños. ¿Cuál ha sido la visión que se ha tenido de la infancia? ¿Se ha preocupado realmente el diseño industrial y gráfico de las necesidades de la infancia? O más bien se ha hecho versiones de las propias necesidades, gustos, ideales o estándares morales.

GRAFICA:

La estética propia del Art Noveau fue una de las primeras en refrescar los textos pensados en los niños; más tarde vendría el enfoque de la Segunda Guerra Mundial y la utilización de la imagen infantil en propaganda, ingeniería social aplicada en escalas inimaginables.