Paula

¿Qué es trabajar pro bono?

En Chile hay abogados de elite que regalan sus cotizadas horas de asistencia jurídica y sicólogos que cobran $ 500 por consulta a personas que de otra forma no tendrían cómo acceder a estos servicios. El sistema se llama pro bono, que en latín significa por el bien público. Aquí cuentan qué los motiva.

En 2008 tres abogados chilenos del estudio Puga Ortiz, dedicaron varios meses a la defensa de una adolescente que había sufrido acoso sexual por internet. No cobraron ni un peso por sus servicios, pero el caso sentó precedente como la primera sentencia de grooming en Chile.

"La satisfacción fue sentir que habíamos prestado una asesoría legal de calidad a personas que de otra manera no habrían tenido acceso a ella", cuenta Cristián Muga, abogado que participó en el proceso.

Muga forma parte de una red de 300 abogados asociada a la Fundación Pro Bono, formada hace diez años por siete abogados chilenos –entre ellos Pablo Guerrero, Beatriz Corbo y Ciro Colombara– con un modelo que importaron de Estados Unidos, donde trabajar ad honórem por el bien público es algo común y muy bien visto en los bufetes tradicionales.

Comprometieron el apoyo de abogados de renombre –como José María Eyzaguirre y Nicole Nehme– y convencieron a grandes estudios para que donaran 20 horas anuales por abogado para prestar servicios gratuitos a microempresarios que inician un negocio, mujeres víctimas de violencia intrafamiliar o víctimas de bullying.

"El compromiso es atenderlos con la misma calidad que si el cliente estuviera pagando", aclara Marcela Fajardo, directora ejecutiva de la fundación, cuyos abogados dedicaron un total de 9.967 horas al trabajo ad honórem en 2009.

Por esta labor, Fundación Pro Bono acaba de ganar el premio Save the Date, que entrega el Colegio de Abogados de Nueva York.

Sicólogos voluntarios

Dos jóvenes sicólogos de la Universidad Católica, Ariel Berezin y Esteban Errázuriz, tomaron la experiencia pro bono de los abogados y la llevaron a su profesión.

Hace cuatro años crearon la Fundación Mentesana, que hoy integra a 200 sicólogos (con más de 3 años de experiencia o acreditados por el Colegio de Psicólogos) que una vez a la semana reciben en sus consultas a pacientes preseleccionados que pagan un aporte simbólico de quinientos o mil pesos por sesión. Sus pacientes son derivados por ONG sociales como la Fundación Alter Ego o colegios municipales.

"No queremos que la salud mental sea un privilegio sólo de quienes puedan pagarla", señala Berezin. Mentesana ganó este año el premio al emprendimiento social que entrega la Corporación de Estudios para Latinoamérica, Cieplan.www.mentesana.cl

Pro bonistas

-Fernando Barros, de Barros & Errázuriz: "A través del pro bono hemos canalizado la vocación social de muchos abogados. Responde a la convicción de que nuestra misión profesional está íntimamente ligada

al apoyo a las personas y la comunidad".

-Michael Grasty, de estudio Grasty Quintana Majlis & Cía: "Es una pequeña contribución para que Chile sea un país más justo y solidario".

-Arturo Alessandri, de Alessandri & Cía: "Nuestro estudio se compromete porque estimamos que trabajar al servicio de la comunidad que no tiene los medios para pagar honorarios, dignifica la profesión".

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