Bajas segregadas: fenómeno climático produce tormentas eléctricas y precipitaciones en Santiago que vive su verano más lluvioso en 65 años

Imagen de archivo. Foto: Agencia Uno

La estadística no deja dudas. Entre enero y marzo de 2021 han caído 40 mm de agua sobre la capital. Algo así no ocurría desde 1956, cuando se anotaron seis días seguido de lluvia, totalizando 45 mm.


La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) publicó su pronóstico climático para el otoño que se aproxima, y no traía buenas noticias para la zona central del país. Señalaba una tendencia de lluvias bajo lo normal y altas temperaturas, como consecuencia de la desaparición del fenómeno de La Niña.

Sin embargo, Santiago hoy amaneció con una buena noticia. ¿Por qué? Cuando quedan menos de siete días para el inicio del otoño, y culmine el verano, la capital registró llovizna y lluvia en algunos sectores. Además, este fenómeno fue acompañado de tormentas eléctricas.

Ha sido un inicio de año y verano atípico. Ya en enero, la situación era anormal, cuando Santiago anotó un récord de precipitaciones para el primer mes del año desde que hay registros. El viernes 29 cayeron 31,4 mm de agua sobre la capital, superando la estadística de 1933, cuando la estación Quinta Normal de la DMC, anotó 22,4 mm.

Con lo registrado hoy, Santiago marca un nuevo hito climatológico. Se trata del inicio de temporada más lluvioso en 65 años.

Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, explica que lo normal es que en los primeros tres meses del año caigan en Santiago alrededor de 15 mm, “aunque no se registren precipitaciones importante en lo que resta del mes, con los 30 mm que cayeron a fines de enero, Santiago habrá tenido el primer trimestre más lluvioso desde 1956 (cuando se registraron seis días de lluvia que acumularon un total 45 mm)”.

Imagen de archivo.

A la fecha, durante este año la capital anota 40,0 mm en la estación Quinta Normal de la DMC. Para dimensionar la estadística, lo normal para un 15 de marzo es 3,9 mm.

SI bien la estación Quinta Normal no alcanzó a percibir precipitaciones, sí lo hizo la estación El Colorado, que cerca de las 8.00 anotó 0,4 mm, mientras que la estación San José Guayacán (a 926 metros sobre el nivel del mar), a la misma hora, registró 1,4 mm.

Diego Campos, meteorólogo de la Oficina de Servicios Climáticos de la DMC, explica que esto sucede debido a una configuración sinóptica específica llamada baja segregada o núcleo frío. “Es una condición bastante inestable (por la presencia de aire frío en altura), lo que permite la formación de nubes de tormenta”.

“De acuerdo con la información proporcionada por la DMC, mediante la actualización de su Aviso Meteorológico, se pronostican probables tormentas eléctricas en la Región Metropolitana durante la jornada de hoy. Adicionalmente, el día martes 16 de marzo, esta condición se mantendrá sólo en el sector cordillerano de la región”, advertía hoy temprano la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).

Pese a que aún no llega el otoño, Campos considera que las precipitaciones son normales, “de hecho las bajas segregadas tienen su mayor frecuencia en las temporadas de transición (otoño y primavera) y son las principales causantes de tormentas y chubascos durante la temporada cálida (verano y primavera). Estudios recientes muestran que la frecuencia de las bajas segregadas estivales va en aumento en los últimos años”.

Bajas segregadas han aumentado 20%

Cordero concuerda con que la causa de lo sucedido hoy desde la madrugada, es “una gran baja segregada (o núcleo frío en altura) de masa de aire frío a varios kilómetros de altura, y con una relativa baja presión. En verano, esta masa de aire frío provoca movimientos verticales de masas de aire más cálido desde la superficie, que pueden causar condiciones inestables de tiempo”.

En Chile pareciera que la frecuencia con la que se presentan las bajas segregadas está incrementándose en verano. “De acuerdo a cifras informadas por la Dirección Meteorológica de Chile, los días de éstas en verano han aumentado en alrededor de 20% desde la década de los años 80″, añade Cordero.

A pesar de cómo empezó el año, en término meteorológicos, el pronóstico indica que la tendencia de lluvias será bajo lo normal. En la imagen, un camión aljibe distribuyendo agua debido a la escasez hídrica.

Campos considera que no necesariamente son señales de la retirada del fenómeno de La Niña, “porque es un fenómeno típico de la variabilidad sinóptica (del día a día). No se ha podido establecer una señal clara entre las bajas segregadas y el fenómeno ENSO (El Niño / La Niña), por lo que su formación no depende de ello”.

En Conaf Región Metropolitana, pidieron precaución debido a las tormentas eléctricas, considerando lo ocurrido hoy, y lo que pueda suceder mañana, “esta condición se mantendrá sólo en el sector cordillerano de la región; por ello la Onemi junto a la Intendencia Metropolitana, declararon alerta temprana preventiva. Esta alerta está dirigida a las comunas de Colina, Vitacura, Las Condes, La Reina, Lo Barnechea, Peñalolén, La Florida, Puente Alto, San José de Maipo y Pirque”.

Las bajas segregadas (o gota fría como se las conoce en España) han dejado eventos muy recordados en Chile. Cordero señala que “en noviembre de 2018 cayó granizo en Santiago y algo de nieve en La Moneda. En marzo de 2015 las precipitaciones que “inundaron” el desierto fueron también consecuencia de bajas segregadas”.

Pero no siempre, las bajas segregadas causan graves chubascos y tormentas. “A inicios de febrero de 2021, también tuvimos un evento similar de baja segregada en la zona central que no dejó precipitaciones en Santiago”, argumenta el climatólogo de la Usach.

Cordero advierte que mientras La Niña persista en el Pacífico tropical, no hay condiciones favorables para las precipitaciones en la zona central. “Sin embargo, estas condiciones podrían cambiar en las próximas semanas, pues La Niña está debilitándose y hay 60% de probabilidades de que termine antes de junio”.

El climatólgo dice que en situaciones como ésta, se pueden ver las huellas del cambio climático, con “un aumento de eventos de altas precipitaciones paralelo a la baja en el total de lluvias anuales. En otras palabras: llueve poco en total pero cuando llueve, lo hace intensamente”.

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