
El nuevo estudio que redibuja el mapa del mundo: la Tierra tiene un continente menos
La investigación asegura que en realidad la Tierra tiene seis continentes y que aún hay un proceso geológico en curso.

El concepto de un sexto océano que se está formando en África es un tema que recuerda la naturaleza dinámica de la Tierra. El planeta está cubierto por un 71% de agua, que abarca las 5 regiones distintas: Pacífico, Atlántico, Índico, Austral y Ártico. La formación de una sexta región distinta podría implicar cambios masivos en la geografía del globo.
Según los geólogos, el continente africano, con sus paisajes ricos y diversos, está experimentando actualmente un raro fenómeno geológico que podría conducir a la formación de un nuevo océano. Este proceso se está desarrollando en el Triángulo de Afar, también conocido como la Depresión de Afar, ubicado en el Cuerno de África.
El nuevo estudio que redibuja el mapa del mundo: la Tierra tiene un continente menos
Pero no es el único fenómeno geológico a nivel planetario. Según científicos de la Universidad de Derby, la actual lista de continentes conocidos -África, Antártida, Asia, Oceanía, Europa, América del Norte y América del Sur- es errada.
Aunque el océano Atlántico se encuentra entre ambas masas de tierra, aseguran que las fuerzas geológicas cuentan una historia diferente.
A la cabeza de esta controversial tesis se encuentra el Dr. Jordan Phethean. Sus investigaciones sugieren que la división entre Norteamérica y Europa podría no ser tal, y que ambos territorios aún constituyen un solo continente.

Los científicos han descubierto similitudes entre la actual separación de las placas tectónicas en África y la formación en curso de Islandia, en lo que se cree que es una primicia mundial.
El increíble descubrimiento de Phethean, profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Derby, es parte de un equipo más amplio de científicos de universidades de Southampton, Suiza, Italia y Estados Unidos.
Los hallazgos significan que, contrariamente al modelo tradicional sobre la formación de Islandia y la dorsal de Groenlandia, Islandia y las Islas Feroe (GIFR), los científicos ahora creen que la ruptura de los continentes europeo y norteamericano todavía está en curso.
El descubrimiento indica que las placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia aún no se han separado, como se cree tradicionalmente que ocurrió hace 52 millones de años. “De hecho, siguen expandiéndose y en proceso de separación” dijo Phethean en un comunicado.

Este descubrimiento genera polémica y genera un debate sobre cuántos continentes existen oficialmente en el mundo, ya que, según estos hallazgos, científicamente hablando América del Norte y Europa podrían clasificarse como uno, no como dos.
El estudio también implica que ahora se piensa que Islandia no es sólo una isla volcánica creada por una columna de manto caliente debajo, sino que también contiene en su interior piezas de fragmentos continentales perdidos y sumergidos, enterrados bajo millones de años de flujos de lava volcánica.
“Me gusta pensar en este concepto como el equivalente en Ciencias de la Tierra a encontrar la Ciudad Perdida de la Atlántida: fragmentos de un continente perdido sumergidos bajo el mar y kilómetros de flujos de lava", agregó el científico.
Explicó que al estudiar la evolución del rifting en la región volcánica de Afra, en África, y compararla con el comportamiento de la Tierra en Islandia, se ven que estas dos regiones evolucionan de forma muy similar.
El Triángulo de Afar es una depresión geológica donde convergen tres placas tectónicas: la Nubia, la Somalí y la Arábiga. Esta área es parte del sistema de fallas de África Oriental, que se extiende desde la región de Afar hasta África Oriental. El proceso de ruptura que ocurre es el resultado de que las placas tectónicas se separan lentamente, un fenómeno que ha estado ocurriendo durante millones de años.
En 2005, un acontecimiento significativo llamó la atención del mundo sobre este lento proceso. Una grieta de más de 56 kilómetros de largo se abrió en el desierto etíope, señalando la separación en curso del continente africano. Esta grieta es la expresión superficial de las fuerzas tectónicas profundamente arraigadas en acción, a medida que la placa Somalí se aleja de la placa de Nubia, estirando y adelgazando la corteza terrestre.
El estudio que redibujó el mapa del mundo: la Tierra tiene un continente menos
Durante su investigación, los científicos descubrieron que la dorsal de Islandia y Groenlandia (Islandia) constituye un tipo de formación geológica recientemente reconocido: una meseta magmática oceánica fracturada (ROMP). Su nuevo concepto de ROMP, una primicia mundial, define un tipo de formación terrestre recientemente reconocido que puede explicar mejor las observaciones de la tectónica de placas.
“Nuestros hallazgos también podrían explicar inusuales indicios de corteza continental debajo de Islandia y el GIFR, como se ve en experimentos geoquímicos y geofísicos, y aprovechar el trabajo y las sugerencias de otros expertos”, dijo Phethean.

Si bien es controvertido sugerir que el GIFR contiene una gran cantidad de corteza continental en su interior, y que las placas tectónicas europea y norteamericana quizás aún no se hayan separado oficialmente, nuestros hallazgos sugieren que así es.
Phethean continuará su trabajo en Islandia investigando más a fondo este concepto mediante la exploración de las rocas volcánicas en erupción en busca de evidencia de una antigua corteza continental que salió a la superficie desde abajo.
El equipo también está realizando modelos tectónicos de placas de la región y realizará simulaciones geodinámicas por computadora de la ruptura continental para intentar modelar los procesos relacionados con la formación de ROMP.
Un continente en formación
No es el único hallazgo de Phethean. Ya antes, junto con el investigador Luke Longley de la Universidad de Derby, formaron parte de un equipo que recientemente descubrió un nuevo protomicrocontinente que se cree se formó hace 60 millones de años.
El protomicrocontinente se encuentra entre Canadá y Groenlandia y tiene 400 kilómetros de longitud, aproximadamente el mismo tamaño que Inglaterra. Actualmente se encuentra bajo el estrecho de Davis, que conecta el mar de Labrador al sur con la bahía de Baffin al norte.
Su descubrimiento se realizó utilizando datos de gravedad recopilados por satélites espaciales y datos de reflexión sísmica (similares a una ecografía gigante de la Tierra), lo que permitió al equipo obtener una visión aún mejor del protomicrocontinente.
“El rifting y la formación de microcontinentes son un fenómeno continuo”, dijo Phethean.
“El descubrimiento del protomicrocontinente Davis Straight nos permite comprender mejor el proceso mediante el cual se forman los microcontinentes, lo que a su vez nos dice más sobre cómo funciona la tectónica de placas en la Tierra”, añadió.
Esto hallazgos permiten a los científicos predecir mejor cómo podría verse la Tierra dentro de millones de años y cómo funcionó la tectónica de placas en los inicios de la Tierra, así como el papel que pudo haber desempeñado en el desarrollo de la vida.
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