El Olympique de Lyon tiene una nueva vida. El equipo francés, uno de los más tradicionales de la liga gala, elude la principal afrenta de su historia: la pérdida de categoría.

A través de un comunicado oficial, la entidad comunicó el exitoso término de la apelación que presentó al dictamen relacionado con irregularidades financieras.

El Olympique de Lyon se salva del infierno: revocan el descenso del gigante francés

El club celebra la determinación de la comisión de apelaciones de la DNCG, que revocó la sentencia de primera instancia, que determinaba la drástica sanción.

“La nueva dirección, respaldada por el compromiso y la dedicación de nuestros accionistas y prestamistas, agradece profundamente todo el apoyo recibido, tanto dentro como fuera del Club, incluyendo el de sus aficionados, empleados, jugadores, socios y cargos electos”, manifiesta, mediante un comunicado oficial.

“La decisión de hoy es el primer paso para restaurar la confianza en el Olympique Lyonnais. Ahora podemos centrarnos en nuestros objetivos deportivos y prepararnos a fondo para la próxima temporada”, complementa, en relación a la intención de no volver a pasar zozobras en este sentido.

Un susto gigante

El 24 de junio, el Lyon pasó el gran susto de su vida institucional. Ese día, la Dirección Nacional de Control de Gestión (DNCG), el organismo financiero del fútbol galo, anunció el descenso administrativo del equipo, producto de una deuda superior a los 200 millones de dólares.

Esa determinación se había adoptado después de una extensa reunión con la administración del club. John Textor, propietario de la institución, no había conseguido convencer a las autoridades.

El origen del castigo se remonta a noviembre pasado, cuando la DNCG impuso una sanción provisional que incluía el descenso, la prohibición de fichar hasta junio y la exigencia de reunir 203 millones de dólares para equilibrar las cuentas. El club no disputará la Champions League, lo que agravaba del escenario de apreturas

Textor buscó dar tranquilidad. Incluso apuntó al PSG. “Tengo confianza en nuestros números. Nunca puedo estar seguro de cómo ve un regulador estas cosas. Creo que la Dirección es independiente de algunas de las presiones que se ven, pero tenemos muchos enemigos, ya sabes, en la junta directiva de la liga, un gran club en Qatar”, había dicho.

El estadounidense es parte de un holding que mantiene al Botafogo y que tuvo al Crystal Palace, al que vendió en US$ 230 millones.