Fue en Francia, en los años 80, trabajando como miembro del mítico Théâtre du Soleil, donde el dramaturgo Andrés Pérez fue desarrollando esa genialidad y talento que luego lo harían reconocido en Chile con obras como La Negra Ester en su compañía Gran Circo Teatro. De su trabajo con Ariane Mnouchkine, directora del Théâtre du Soleil, y considerada una de las directoras teatrales vivas más importantes del mundo, Andrés aprendió su forma de hacer teatro, el callejero, y esa virtud de poder conectarse con el público de manera mucho más íntima.

Ciertos códigos como la utilización de montajes con música en vivo, maquillajes expresivos, la técnica de probar a todos los actores en todos los papeles, y despliegues escenográficos que muestran a la audiencia el backstage, fueron configurando su estilo. No en vano se trasformó en uno de los dramaturgos más importantes de nuestro país, y con justa razón el Festival Santiago a Mil lo homenajea, cada año, comenzando el encuentro el 3 de enero, día del aniversario de su muerte, que este año cumple 10. Por eso la apuesta será en grande, y dentro de la celebración estará por primera vez en nuestro país la aclamada obra Los Náufragos de la Loca  Esperanza, trayendo a Chile una de las compañías de teatro más influyentes del mundo y a su directora, Ariane Mnouchkine.

La muestra  habla de un director que busca filmar una película muda viajando en un barco por la Patagonia en los albores de la Primera Guerra Mundial. Una historia sobre otra que mezcla personajes y épocas, como la fiebre del oro, la matanza de indígenas en el sur y a Charles Darwin, entre otros, transportando al espectador al mundo de Julio Verne, pues justamente está basada en su libro Los Náufragos de Jonathan, haciendo participar al público, que más que testigo formará parte de esta  historia. Como es costumbre, se incluirá el clásico servicio de comida para los espectadores, entregado por los mismos artistas y hasta por Ariane. También se podrá transitar por los espacios del recinto, en el caso de Santiago, por la Estación Mapocho, que se trasformará en la sede chilena de La Cartoucherie, el centro cultural donde se presenta el Théâtre du Soleil en París.

"Viajar a Chile por primera vez es un experiencia magnífica, pues estamos seguros de la calidad del público chileno, acostumbrado a ver teatro diferente y poseedores de un historial teatral también bien interesante", explica el director de escenografía, Everest Canto de Montserrat, quien se encarga del montaje de la obra.

Alabada por la cítrica francesa, que la define como "un espectáculo que mezcla con pasión una reflexión sobre la utopía en la política, la magia del cine y la fuerza colectiva de una aventura teatral fuera de lo común", esta obra ha logrado gran reconocimiento internacional.