Así es Ant Man, el nuevo héroe de Marvel
Con un tono más de comedia, el nuevo superhéroe que salta del cómic a la pantalla es interpretado por Paul Rudd. La película llega el jueves a salas locales.
Si los héroes de Marvel, la mayoría agrupados cinematográficamente en el súper equipo de Vengadores, tuvieran que dividirse en estilos, estarían los de ambición épica, como Thor o Capitán América, y los con actitud, liderados por Iron Man, y donde el año pasado se sumó con éxito la película Guardianes de la Galaxia.
Las historias de Marvel han salto del cómic al cine y en la adaptación se puede contar siempre con explicaciones científicas complejas que ayudan a avanzar tramas inverosímiles, muchas explosiones, y algún héroe carismático. Ahora, siguiendo el lado con más comedia dentro de estas superproducciones, llega el jueves a salas locales la película Ant-Man: El hombre hormiga, quizás el más improbable de los héroes, ya que mide... lo mismo que una hormiga (o menos, según se aprende en la cinta, dependiendo de la especia). Gracias a ser interpretado por Paul Rudd (Ligeramente embarazada, Friends), es quizás el más encantador de los hombre Marvel.
No tiene la labia de Robert Downey Jr., pero es más chistoso que Chris Hemsworth o Chris Evans, y le compite en simpatía a Chris Pratt. Esto, sumado a la ágil dirección de Peyton Reed -un cineasta de comedias, que asumió cuando el proyecto llevaba años y el director Edgar Wright lo dejó aludiendo "diferencias creativas" con la producción-, hace que Ant-Man, con la insólita premisa de un superhéroe diminuto de fuerza sobrehumana, se transforme en dos horas más que llevaderas.
La historia sigue a Scott Land (Rudd) un ingeniero eléctrico que viene saliendo de la cárcel, un ladrón hábil e inteligente que hizo robos a los poderosos cual Robin Hood. Quiere retomar su vida y recuperar a su hija, pero siendo un ex convicto es difícil; eventualmente será reclutado por el físico Hank Pym (Michael Douglas), un antiguo agente de S.H.I.E.L.D, quien descubrió cómo reducir humanos al porte de una hormiga a través de las partículas subatómicas. Al mismo tiempo, el traje creado por Pym, aumenta la fuerza de manera exponencial, haciéndolo el soldado perfecto: fuerte y casi indetectable. Será el y su hija Hope (Evangeline Lilly), quienes entrenen al nuevo Hombre Hormiga para salvar a la humanidad de los planes de dominación del villano de turno, un antiguo discípulo de Pym interpretado por Corey Stoll (House of cards).
La historia se inserta en el universo Marvel -lo que le auguria un futuro bastante lucrativo-, ya que los hechos suceden meses después de lo ocurrido en la última entrega de Los Vengadores, y, como es tradición, varios actores de otras películas del estudio retoman sus personajes, como John Slattery como el patriarca Stark o Hayley Atwell como la agente Carter, en breves apariciones.
Aunque el comienzo, ya que se debe dar una historia y excusa al personaje principal, se hace lento, ya cuando Ant-Man se pone el traje, los efectos visuales desde la perspectiva hormiga hacen que la historia fluya y la vuelven más creativa que otras entregas Marvel: aquí, desde un chorro de agua en la tina a un tren de juguete pueden ser amenazas enormes para un superhéroe diminuto. Ese tipo de escenas son además lo mejor que se disfruta en 3D.
Ant-Man: El hombre hormiga tiene suficiente humor para reírse de sus épicas peleas a escala, apenas perceptibles para el ojo humano. Claro que el héroe también da batallas en su tamaño original, y eso, sumado a un grupo de amigos ladrones que son los mayores encargados de las risas, ayudan a que la nueva entrega de Marvel tenga inmediato potencial de franquicia.
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