El grave accidente con un arma que sufrió en 1997, dejó a Richard Norris de actuales 38 años sin dientes, nariz y sólo con parte de la lengua. Durante muchos años salía a la calle generalmente de noche y tapado con una máscara, sombrero y lentes.

Hoy, en cambio, a poco más de un año de la operación donde le realizaron un trasplante de cara en Estados Unidos, estudia por internet para tener una licenciatura en sistemas informáticos, y tiene la inquietud de crear una fundación que ayude a costear los gastos diarios de otros pacientes con trasplante de rostro durante el tratamiento.

"Esos años de infierno que viví­ me han dado un caudal de conocimientos", dijo recientemente Norris a la agencia The Associated Press.  Pero hoy, "cuando me miro en el espejo, veo a Richard Norris".

De sus años encerrado, señaló que escuchó "todo tipo de comentarios (...) Algunos de ellos fueron verdaderamente horribles".

El trasplante realizado en marzo del 2012 fue liderado por el Dr. Eduardo D. Rodriguez, profesor de cirugía de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland. En la cirugía -que duró 36 horas- participó un grupo de cien doctores, científicos, cirujanos plásticos y especialistas craneofaciales, donde se trasplantaron dientes, lengua, mandí­bula superior e inferior y todo el tejido facial desde el cuero cabelludo hasta la base del cuello.

El primer trasplante de rostro en el mundo fue realizado en Francia en el 2005 a una mujer atacada por su perro.