Llamadas, visitas en terreno y reprogramaciones: el trabajo de los bancos con los sectores afectados por los incendios

En las tres regiones afectadas, los créditos dados por los bancos para los sectores de agricultura y ganadería, fruticultura y plantaciones de madera totalizan, $762.800 millones, unos US$655 millones. La semana pasada, representantes de la Abif se reunieron con el ministro de Economía, Nicolás Grau, para compartir un diagnóstico de la situación, y evaluar potenciales cursos de acción y ayuda a corto y mediano plazo.


Llamadas, visitas en terreno y reprogramaciones. Así podría resumirse la actividad de los bancos por estos días en las tres regiones afectadas hasta ahora por los incendios forestales. Ya van más de 319.443 hectáreas quemadas en Biobío, Ñuble y La Araucanía, impactando a parte importante de los sectores productivos de dichas zonas.

Mientras se combaten los siniestros, el gobierno del Presidente Gabriel Boric anunció un plan de recuperación y ayudas para familias afectadas, que para el caso de las micro y pequeñas empresas contempla una serie de exenciones tributarias, además de un subsidio para continuidad de los ingresos para trabajadores.

Pero en tanto las microempresas están cubiertas en parte por estas ayudas, y las grandes podrían contar con seguros en algunos casos, hay un sector intermedio que, a juicio de los bancos, es más difícil de abordar.

El lunes la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif) comunicó que “los bancos están contactando directamente a sus clientes en cada una de las regiones afectadas. En particular, para evaluar medidas que permitan otorgar liquidez a los clientes o que faciliten el financiamiento de la reconstrucción, utilizando herramientas como reprogramaciones y otras que permitan la normativa bancaria”.

Sin embargo, en la industria plantean que, si bien están realizando catastros de clientes afectados y acudiendo con estas reprogramaciones de créditos existentes, hay situaciones prácticas que impiden ir más allá: por una parte, los terrenos afectados por el incendio pierden valor, y por tanto ese valor como garantía para conseguir nuevos créditos se reduce, afectando el monto a prestar.

Por otra parte, muchos bancos están usando las herramientas del programa Chile Apoya. Este programa fue aprobado en agosto de 2022 y se estimaba podría beneficiar a 200 mil empresas, flexibilizando los programas de garantías en busca facilitar el acceso a financiamiento con destino de capital de trabajo, inversión o refinanciamiento de deudas. Pero esos créditos, dicen las mismas fuentes, en general están pensados para entregar liquidez, y no necesariamente para invertir a largo plazo y restituir el patrimonio perdido, pues tienen una duración de 5 años máximo.

En el caso de un viñatero mediano afectado, por ejemplo, un crédito de 5 años no cubre la necesidad de replantar y volver a producir vino, dicen varias fuentes. Y eso se puede extender a varios sectores productivos.

“Se necesitan otros instrumentos”, dice un ejecutivo del sector.

La semana pasada, representantes de la Abif se reunieron con el ministro de Economía, Nicolás Grau, para compartir el diagnóstico de la situación, y evaluar potenciales cursos de acción y ayuda a corto y mediano plazo.

Por su parte, las grandes compañías en las regiones afectadas ya han estado informando de los impactos de los incendios. Entre el 7 y 8 de febrero, vía hecho esencial, Celulosa Arauco detalló que “en la zona en que se desarrollan los Incendios, Arauco cuenta con aproximadamente 40.000 hectáreas de plantaciones forestales productivas potencialmente afectadas (las “Plantaciones”). Sin embargo, la experiencia indica que solo un porcentaje de las Plantaciones tendrá un grado de afectación significativo”. Además, explicó que cuenta con seguros, “con sus correspondientes deducibles y limitaciones”.

Según investigaciones de Conaf, 25% de los focos de la temporada se han originado intencionalmente y 70% por desidia humana.

En tanto, CMPC señaló que “la superficie de sus plantaciones afectadas por estos eventos superaría 10.000 hectáreas, no siendo posible en estos momentos precisar esa cantidad con exactitud. Adicionalmente, no están aún dadas las condiciones para evaluar el daño efectivo que pueden haber sufrido ella”. No detalló si cuenta con seguros.

La exposición de la banca

Agricultura y ganadería, fruticultura y plantaciones de madera son algunos de los grandes sectores económicos de las regiones afectadas. Y si bien los grandes montos se manejan desde Santiago, en estas regiones los mencionados sectores son altamente relevantes, totalizando colocaciones bancarias por $762.800 millones, unos US$655 millones.

Según datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), en la región de Biobío a noviembre las colocaciones de la banca llegaban a US$ 7.281 millones, pero los préstamos de consumo e hipotecario representaban el 64% de ese monto. Y del restante, correspondiente al sector empresas, los créditos para la agricultura y ganadería sumaban $147.989 millones, en fruticultura $32.458 millones, mientras que en silvicultura la cifra ascendía a $122.763 millones. Un 3,57% del total.

En Ñuble, las colocaciones son US$1.293 millones, donde consumo e hipotecario es 59%, y donde agricultura y ganadería, fruticultura y silvicultura son el 11,37%. Y en La Araucanía el dato es más bajo: estos tres sectores sólo alcanzan el 6,47% del total de US$3.827 millones de la banca en dicha región.

Y es que los grandes préstamos de las grandes compañías se dan en Santiago, donde están sus casas matrices. Así, en la capital el 62% de los préstamos son a empresas, donde agricultura, fruticultura y silvicultura si bien representan el 1,9% del total de créditos, en monto llegan a US$2.679 millones.

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