Proyecto científico busca consolidar definitivamente a Aysén como el gran parque jurásico nacional

Ilustración de dos diplodocus, pertenecientes a los saurópodos. Eran grandes dinosaurios herbívoros, los famosos "cuello largo". Ilustración Diplodocus. Crédito: Unab

La iniciativa se ha desarrollado durante cuatro años en la Región de Aysén y sus alrededores, considerado el polo científico en la materia en el país. Investigación y exploración en terreno, puesta en valor del patrimonio, descubrimientos y nuevos sitios con fósiles, son algunos de los propósitos.


En la Región de Aysén, en las cordilleras alrededor del lago General Carrera y al interior de Mallín Grande, se encuentra una zona donde se han realizado grandes hallazgos paleontológicos en Chile correspondiente al período Jurásico, como el Chilesaurus diegosuarezi, conocido popularmente como chilesaurio.

Considerando estas características únicas de la Patagonia chilena, el proyecto FIC “Puesta en valor de la geología y conocimiento de dinosaurios”, que comenzó en 2017 y culmina durante el presente año, buscar potenciar y consolidar definitivamente a la zona como el gran parque jurásico nacional.

El proyecto cuenta con la participación de destacados científicos y paleontólogos, entre ellos Manuel Suárez, quien descubrió con su hijo el chilesaurio y David Rubilar, jefe de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural, entre otros.

Aborda diferentes aristas como la difusión en la Patagonia, investigación y exploración en terreno, puesta en valor del patrimonio, descubrimientos y nuevos sitios con fósiles, entre otros.

El equipo de trabajo en terreno. Crédito: Unab

Justamente, en uno de esos viajes, descubrieron un reptil marino, un plesiosaurio que vivió en período que sitúan hace 100 o 140 millones de años. Este reptil marino tenía cuatro aletas y un cuello largo, y era uno de los depredadores de este mar. Los huesos fosilizados de esta suerte de tortuga marina sin caparazón son escasos en Sudamérica, y se suman a otras varias especies de reptiles y mamíferos extintos que este grupo ha descubierto.

Manuel Suárez, geólogo de la Universidad Andrés Bello y director del proyecto, explica que “al encontrar algún indicio de fósil, se emplea una sierra para cortar el bloque de la roca que lo contiene. Las rocas en cuyo interior están los huesos fósiles –petrificados– es un verdadero ‘concreto’, durísimo; ningún geólogo pensaría que en este tipo de rocas se preserven huesos fósiles. Es un lugar que a simple vista no se pensaría que hay dinosaurios, pero los hay”.

El propio Suárez señala que este proyecto motiva, genera, y hace ver también a los que toman decisiones, “más bien presupuestarias cómo impacta esto en la industria del turismo, porque ya mucha gente tiene ganas de ir ver el lugar donde se descubrió este dinosaurio tan especial, entonces tiene un impacto también económico, y tiene un impacto también en dar a conocer el patrimonio natural que hay en la región”.

Ilustración de plesiosaurios, reptil marino que vivió hace 100-140 millones de años. Tenía cuatro aletas y un cuello largo, y era uno de los depredadores de este mar. Crédito: Unab

En 2004, se produjo el gran hallazgo en la zona a la fecha, el famoso Chilesaurus diegosuarezi en las cercanías de Mallín Grande, en las montañas al sur del lago General Carrera. El descubrimiento y posterior portada de la revista científica Nature, hizo crecer considerablemente el interés por el lugar. Considerado el “eslabón perdido” es parte de la riqueza que alberga.

“Además del Chilesaurus diegosuarezi, encontramos tres especies de los grandes dinosaurios herbívoros, de saurópodos, los famosos ‘cuello largo’, así como troncos fósiles. Al parecer era una zona de delta donde corrientes de aluviones arrastraron algunos de los restos de estos animales a un mar poco profundo, y hemos encontrado también depósitos de algas”, detalla Suárez.

Otro hallazgo nuevo del proyecto también fue el desarrollo y el envío (de un paper) de un nuevo tipo de vertebrado, una nueva especie que se encontró junto al Chilesaurus. “Lo que se puede decir es que hay una nueva especie, se mandó el paper, volvió ya con sugerencias y esperamos que en los próximos envíos ya se publique en este semestre. En el sitio de los dinosaurios, donde encontramos el Chilesaurus, había este otro animal que es una nueva especie”, revela Suárez a Qué Pasa.

Si bien la iniciativa no considera Cerro Guido (Región de Magallanes), a un costado de Torres del Paine, otro gran yacimiento fósil y paleontológico de Chile, con un registro fósil del período Cretácico de hasta 150 millones de años, también se verá favorecido, así como otros sitios, con este proyecto.

Divulgación e investigación científica

Adicionalmente a la exploración científica, la que incorporó a estudiantes memoristas de la Unab, uno de los objetivos es determinar cómo era el ambiente donde vivían estos animales, el clima, el volcanismo, el relieve, entre otros aspectos.

Por otra parte, se añade otra arista que es dar valor agregado al turismo en Aysén, entregando a los visitantes información sobre la presencia de dinosaurios jurásicos y reptiles marinos cretácicos. “Los paisajes de Aysén son obras de arte, en que los escultores han sido procesos geológicos moldeados, al final, por el agua, hielo. Durante este año se trabajará también en dar vida a estos escenarios naturales, dando a conocer a la comunidad su significado. Una cosa es ver un paisaje y otra es contar con una explicación sencilla de cómo éste llegó a ser”, explica Suárez.

La iniciativa “ha generado mayor acercamiento con grandes expertos de paleontología de dinosaurios que hay en Argentina. Se ve la necesidad de tener buenos técnicos paleontológicos, que son quienes en terreno entienden muy bien dónde va el huesito, cortan, sacan las muestras, las limpian después”, señala el académico de la Unab.

Manuel y Diego Suárez, responsables del descubrimiento del Chilesaurus diegosuarezi.

Ligado a esto, se ha desplegado también un trabajo de divulgación a través de charlas abiertas y actividades de formación para la comunidad. “Las localidades están muy en contacto con la naturaleza, conocen muy bien el terreno, entonces tienen inquietudes y eso es lo que este año pensamos hacer: un programa fuerte con las comunidades a través de los niños, organizando actividades con los colegios de la zona”, complementa Suárez.

De esta forma, el proyecto cerrará a fines de este año potenciando los aspectos geopatrimoniales de la región, contemplando también el lanzamiento de varios libros sobre las distintas investigaciones y descubrimientos, así como artículos científicos relacionados a la geología y paleontología de Aysén. Al término del proyecto está programado un evento importante en la región, de varios días de actividades de divulgación, en la medida que la situación sanitaria actual lo permita.

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