¿Qué significa vestir a un equipo campeón?
Pocas marcas pueden decir que han uniformado a una selección chilena ganadora, como lo hizo PUMA el 2015. ¿Cuáles son los desafíos de diseñar la indumentaria de un plantel vencedor?

Hay equipos o deportistas acostumbrados a ganar. Saben, antes de que empiece una competencia, que muy probablemente serán ellos o ellas quienes al final levanten el trofeo, se cuelguen la medalla y descorchen el champán.
Como el Real Madrid, en el fútbol, Usain Bolt, en el atletismo, o Lewis Hamilton en el automovilismo: no solo conocen la victoria sino que se encargaron de convertir la gloria en costumbre.
Las marcas deportivas que visten a estos atletas entienden que deben uniformarlos para el triunfo, pues con seguridad todas las luces estarán sobre sus cuerpos cuando llegue el momento definitivo. Los deportistas darán todo de sí mientras millones de fanáticos y espectadores los observan desde distintas partes del mundo. Nada puede salir mal. La ropa debe representarlos y a la vez ayudarlos a dar lo mejor de sí.

Todo eso lo sabe muy bien PUMA, compañía alemana que ha puesto su tecnología y diseño al servicio de grandes campeones. Desde Pelé, que usó el modelo King en la final que Brasil ganó en el Mundial de México 70, hasta el Manchester City, que auspiciado por PUMA levantó su primera Champions League el 2023.
“Vestir a un equipo campeón es muchísimo más que ponerle el logo a una camiseta”, dice Jean Paul Duguid, gerente de márketing de PUMA para América Latina. “Se trata de estar a la altura del proceso y del momento”.
La experiencia de la marca en lo más alto del deporte —por ejemplo con Bolt, el mejor velocista de la historia, o con la selección de Italia, campeona del mundo el 2006— no fue anecdótica cuando el turno le tocó a Chile, país que jamás había ganado un título de fútbol a nivel adulto. Vestidos con PUMA, la Roja consiguió su primera copa.

Historia para hacer historia
“La Copa América 2015 nos marcó como marca”, apunta Duguid, un juego de palabras que a la vez resulta muy honesto, pues para siempre quedarán en la historia como la compañía que uniformó a Chile en su debut como campeón.
Para ganar también hay que lucir como un ganador: tener la impronta, tanto en la actitud como en la indumentaria, de alguien digno de hacerse con la victoria. Y eso es mucho más fácil de conseguir con una marca con la trayectoria histórica de PUMA.

“No estuvimos solo como auspiciadores”, añade el gerente de márketing. “Apoyamos también en lo logístico y en lo anímico, con toda nuestra experiencia”.
PUMA tuvo el mérito de estar presente en el momento exacto en que la historia cambió. Y en haber acompañado el proceso, desde las eliminatorias al Mundial 2010, y haber creído cuando ser campeones era apenas un lejano sueño.
Vestir a cualquier selección es un honor, pero el 2015, con Chile, en PUMA sabían que estaban entregando mucho más que una prenda. “Debía ser un símbolo que uniera a todo el país. La camiseta tiene que acompañar el rendimiento en la cancha pero además capturar la parte emocional. Ese año sabíamos que había una oportunidad bien única y no nos equivocamos”.

Tampoco con la camiseta con la que se celebró la victoria, la famosa Finalistas Campeones. Una jugada arriesgada pero que, gracias a la proeza de los jugadores, quedó instalada en el inconsciente colectivo nacional.
“Esa camiseta no solo celebraba una victoria deportiva, sino que se transformó en un símbolo chileno”, concluye Duguid. “Y para nosotros, ser parte de ese relato, con una prenda que aún hoy emociona a tantos, fue y sigue siendo uno de los hitos más importantes en nuestra historia en Chile”.
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