Cuando nada parece resolverse… al agua.

Cuando los niños están mañosos y no se soportan ni a sí mismos, ¡al agua!

Cuando a uno le duele todo, está enrabiado o ansioso. Con cabeza y todo… ¡adentro! Y parece que al sacar el tapón e irse el agua todo se limpia.

Tiene mucho sentido. El agua es un conductor energético y, como tal, se lleva  nuestra carga… y así, ya vacía la tina (con uno dentro) se empieza de cero.

Dicen que tomar tinas en las noches reduce la posibilidad de pesadillas. Que Einstein se daba unas que  duraban 3 horas.

Obviamente implica un tema de conciencia ecológica, pero también está comprobado que equivale a 20 minutos de ducha, y que, por supuesto no a diario, tiene una energía tan positiva en la mente y el cuerpo que al final un ser humano más contento es un aporte al planeta y al universo .

Ojalá hubiera en los aeropuertos, en las oficinas, en las universidades, creo que seríamos ciudadanos más amables.

Yo le echo un chorrito de aceite de guagua y al salir no es necesario echarse crema.

Solo quisiera que alguien diseñe una libreta de anotaciones a prueba de agua, porque hasta entonces lo único malo es que al irse el agua con mi cansancio, también se lleva todas las buenas ideas que se me ocurrieron flotando.

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