"Una obra maestra de tres defensores del racionalismo", así hablan en Cassina de los creadores de este sillón. Una lectura simple, pero no trivial precisamente, y es que hacer un ejercicio de 're lectura' sobre esta pieza no es menor, no se puede tocar un clásico sin resguardar su espíritu ¿Cassina lo logra? Estando o no de acuerdo con el ejercicio general de rehacer diseños clásicos, objetivamente hay que decir que la fábrica italiana hizo lo debido para asegurarse de que así fuera. Para realizar los cambios y detalles de fabricación, en primer lugar tuvo que contar con el apoyo de la Fundación Le Corbusier y con la aprobación de los herederos de Jeanneret y Perriand. Mediante el análisis de documentos y dibujos originales pertenecientes a los diseñadores, probándose grosores del tubo y cojines, altura de respaldo y texturas de tapiz, se llegó a esta serie, parte de la colección Il Maestri de Cassina.

ícono. Originalmente, el diseño del LC2 fue presentado en el Salón de París de Otoño (Salón de Otoño) en 1929. Probablemente, la característica que lo define y lo hizo en su momento un hit es su marco externo de acero tubular, con un trabajo perfecto, que evita los cantos rectos y, por supuesto, exhibe su estructura. El marco podía ser cromado, mate o en esmalte negro.

La principal revolución fue, como lo ven a simple vista, el uso del color, que sus creadores habían considerado para la estructura del armazón, y que Cassina establece en siete tonos, en una serie de combinaciones que pueden ser recreadas virtualmente en cassina.com/LCCOLOUR. Todos los elementos están diseñados para resaltar la relación entre el colchón/contenido y estructura metálica. El resultado es un producto aún más confortable. La tecnología aplicada ha permitido también hacer más suave la piel utilizada en el tapiz, más fina y de terminaciones más sutiles.
Web: cassina.com