La reflexión de Boric por derrota del Apruebo: “Avanzar con gradualidad, pero sin renunciar”

Foto: Vocería de Gobierno

La frase del Presidente se asemeja al concepto de "realismo sin renuncia", empleado por el segundo gobierno de Michelle Bachelet para definir un cambio de ritmo, menos acelerado, del cumplimiento de su programa. Meses atrás, La Moneda había vinculado la suerte de su plan de gobierno al resultado del plebiscito y a la implementación de una nueva Constitución.


Una frase parecida a la que acuñó Michelle Bachelet para sortear la crisis política de 2015 expresó el Presidente Gabriel Boric en el acto de conmemoración de los 49 años del Golpe de Estado, donde volvió a reflexionar sobre la continuidad del proceso constituyente tras la derrota del Apruebo en el plebiscito de salida.

La victoria marea, hace perder perspectiva; en cambio, en la derrota se fortalecen las convicciones, nos ayuda a avanzar -como creo, tengo la convicción, que nos llama el pueblo de Chile-, con mucha decisión, con gradualidad, pero sin renunciar”.

La frase se asemeja a la tesis del “realismo sin renuncia”, concepto empleado por el segundo gobierno de Bachelet el 2015 para definir un cambio en la conducción política y un ajuste de su gabinete, entonces salpicado por escándalos como los casos Caval y SQM. En esa oportunidad, la exjefa de Estado reiteró que intentaría cumplir con los objetivos trazados en su programa de gobierno, pero que reconocía que debía actuar con gradualidad.

La frase marcó la llegada a La Moneda de los nuevos ministros del Interior, Jorge Burgos (DC), y de Hacienda, Rodrigo Valdés (PPD), que representaban el alma más moderada de la entonces Nueva Mayoría. Ello significó la salida de Rodrigo Peñailillo (PPD) desde Interior y de Alberto Arenas (PS) desde Hacienda.

En sus palabras de este domingo, además, Boric aseguró que el gobierno defenderá “firmemente el mandato por el cual llegamos acá, que es un mandato de transformación, de diálogo, de generar condiciones de vida digna para nuestro pueblo”. En esa línea, señaló que parte del camino de cambios incluía “hacerse cargo de tener una nueva Constitución escrita en democracia”.

El Jefe de Estado aprovechó, además, de referirse a quienes -según él- “parecieran deslizar que quieren recular respecto de los compromisos adquiridos con el pueblo de Chile (...) Hay algunos que parecieran creer que la derrota nos debilita, nos desestabiliza; no es necesario que mientan, acá estamos trabajando firmes por construir un Chile más justo”.

El Mandatario, además, reflexionó sobre la derrota de la opción Apruebo en el plebiscito de salida, señalando que los resultados de la votación “no son apropiables por nadie en particular y no cometan el error de creer que el que se haya rechazado el texto propuesto por la Convención significa un rechazo por los cambios y transformaciones en Chile. Eso no es así”.

Con ello, enfatizó que la derrota del Apruebo se produjo bajo un contexto democrático, a diferencia de hace 49 años, en “que fueron las armas, la violencia, la ignominia y la traición... Esa es una reflexión que bien vale hacerla sentir fuerte”, agregando que “yo, y como gobierno, entendemos que la democracia toma su tiempo y estoy profundamente convencido de que durante nuestro período tendremos una Constitución de la cual todos y todas podamos sentirnos orgullosos”.

Asimismo, se refirió a la continuidad del proceso constituyente, señalando que “estamos trabajamos con el Parlamento para aunar las voluntades necesarias y llegar a acuerdos que permitan delinear ese futuro en el corto plazo”.

La conmemoración de los 49 años tiene un simbolismo para la continuidad del proceso constituyente, pues el propio gobierno ha emplazado como plazo final a que la nueva Constitución esté lista antes del 11 de septiembre del próximo año, cuando se cumpla medio siglo del Golpe de Estado.

Así lo deslizó, por ejemplo, la semana pasada la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien afirmó que “esperaría que cuando se conmemoren los 50 años del golpe de Estado tengamos acordada una nueva Constitución”, lo que pondría fin a la actual Carta Fundamental del 80, surgida en dictadura.

Hasta ahora, el gobierno ha promovido la continuidad del proceso constituyente por medio de una nueva Convención, pero radicó la búsqueda de mecanismos a la discusión que se dé en el Congreso.

Sin embargo, al gobierno se le ha criticado, especialmente de sectores como Chile Vamos, la falta de una autocrítica respecto de los resultados del plebiscito de salida, por haber apoyado la opción que salió derrotada.

Además, el gobierno de Boric por medio de su entonces ministros Segpres, Giorgio Jackson, y la vocera, Camila Vallejo, afirmaron que la hoja de ruta de las reformas se cumplirían si es que ganara el Apruebo. “El programa de gobierno, su profundidad, depende también en gran medida de lo que pase el 4 de septiembre”, dijo, por ejemplo, Vallejo el pasado 6 de junio.

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